He jugado un par de partidas este fin de semana.
Es un juego abstracto con reglas sencillas y gatitos, pero no os dejéis engañar, no es nada familiar ni para sacar casualmente. Las tres primeras losetas las pones con alegría, pero luego ves que no es tan sencillo como pensabas, que los objetivos no se cumplen solos, y que la dualidad color/patrón es un quemacerebros interesante.