Pues es un juego de mayorías sencillito y fácil de sacar a la mesa para ratitos cortos. No busques demasiada profundidad pero oye, tienes que comerte un poco la cabeza con la estrategia a seguir a la hora de bajar las cartas a la mesa con el fin de tratar de ganar 2 escenarios combando poderes... A mí, personalmente, me gusta, ya que es divertido, resultón, sencillísimo de explicar y de partidas cortas, lo que hace que repitas. Pero para gustos los colores