9:00 P.M. Llego a mi casa después de un arduo día de trabajo. "Hogar dulce hogar"; nada como ponerme las babuchitas y ponerme a pensar en qué película bajada del burrito veré hoy en mi tele de 1500 euros" (Siempre se inicia este juego con la loseta "hogar")
9:05 P.M cruzo el umbral del vestíbulo para encontrarme con... el almacén; segunda y última habitación de mi casa. No sé en qué salón estaría yo pensando en el vestíbulo; porque mi casa es esto y nada más que esto: Yo quería una casa con almacén para poder guardar mis juegos y poder hacer mis print and play; y eso es lo que tengo. Así que voy a buscar las herramientas para hacerme el Hansa.
(La segunda loseta se roba al azar del montón de losetas de localizaciones interiores; en este caso fue "el almacén"; Se hace coincidir la puerta de la loseta que estaba en la mesa con la puerta de esta nueva loseta).
(Acto seguido se saca una carta de evento del mazo de cartas de eventos, al que previamente se le han quitado dos cartas "en secreto" que no participarán en esta primera parte del juego)
(Las cartas de eventos están divididas en tres apartados palabriles y un dibujito; dependiendo de la hora del día: 9:00; 10 u 11, pasará una de las cosas palabriles reseñadas en la cara; El dibujito es un objeto, que sólo tiene efecto en determinadas ocasiones": cuando antes te ha tocado una carta en la que te dice que puedes buscar un objeto; o cuando entrsa en una habitación que te permite hacerlo")
(En este caso, la carta señala que a las 9:00 puedo buscar un objeto; cosa que además podría hacer al encontrarme en el almacén. Para encontrar un objeto debemos robar posteriormente otra carta de eventos, y el objeto que viene en la misma es con el que nos quedamos)
Encuentro un cuchillo en una de las estanterías; lo cojo para disponerme a recortar fichitas cuando de repente se desmorona uan de las paredes del almacén y aparecen tres zombies. Después de que me persigan alrededor de la mesa del almacén durante veinte vueltas, el zombie más espabiladillo se gira para dar las vueltas en sentido contrario. No me queda otro remedio que servirme de mi cuchllo para ponerlos fuera de combate. Desgraciadamente, uno de ellos me lanza una bota en la cabeza (ataque muy popular entre los zombies de mi barrio) y me hace un poquito de daño.
Después, miro a través del boquete que han abierto los zombies. Veo un comedor al que no le falta detalle. Los jodíos vivían en un sitio mejor que mi casa, y tenían puesto tres platos sobre la mesa para comerme como señores.
En el comedor encuentro una chocolatina que hace que me reponga un poco de las heridas (es una chocolatina mágica, sin duda).
Cuando el mapa de la casa se queda sin salida, los zombies abren una "puerta zombie" en alguna pared que elijamos de la última loseta que se haya puesto. Por ella aparecen tres zombies. Cada zombie tiene un punto de ataque. El juggador tiene tambiñen un punto de ataque. El cuchillo proporciona otro punto de ataque. El jugador cuenta con tres puntos de vida, y el daño se calcula restando los puntos de ataque de los zombies al del jugador: 3-2= 1. Ahora sólo tengo dos puntos de vida.
Se saca una nueva loseta de localización y se pone en la pared donde se encuentra la supuesta "puerta zombie"; en este caso "el comedor". Esta loseta "comedor" posee una puerta señalizada con una flecha; esta puerta será el único acceso de salida valido para ir al porche.
Sacamos una carta de evento y nos fijamos en lo que sucede a las 9:00. En este caso recuperaba un punto de vida.
Como todo el mundo sabe, toda casa construída en la época de Aznar cuenta con un templo maldito en el sótano. Tengo que ir hasta el templo maldito y desenterrar el totem, para después enterrarlo en el exterior. Sólo así acabaré con los zombies. Como no tengo ni idea de dónde se encuentra el templo maldito, me tiro por una puerta cualquiera y doy a la cocina. Allí me encuentro con cuatro zombies.
(Saco una nueva loseta: Sale la cocina. Esta sala me da un punto de vida si termino el turno en esta localización.
Después saco una carta de evento. A las 9:00 hay cuatro zombies. Es decir; que hay 4 zombies en la cocina.
Tengo dos alternativas: enfrentarme a ellos o huir. Si huyo recibo un punto de daño en la huida (siempre es así) Como ahora tengo 3 puntos de vida, si retrocedo hasta el comedor, me quedaría en 2. Si me enfrento a ellos... ellos tienen 4 puntos de ataque (1 por zombie; y yo dos (no olvidemos que el cuchillo incrementa en uno el ataque) 4-2= 2 Me restarían dos puntos de vida. Tenía 3 ;así que me quedaría en 1; pero al terminar mi turno en la cocina, aumento mis puntos de vida en 1 más. Es decir, me quedaría en 2 puntos de vida.
NOTA: Si hubiera decidido huir, sólo podría ir a una estancia en la que ya haya estado antes ;no puedo huir a una estancia que aún no haya explorado. )
Pisoteo las cabecitas de los zombies hasta dirigirme a una de las puertas. Desemboco en el dormitorio (el dormitorio al lado de la cocina... um, estos zombies sólo piensan en comer. En el dormitorio encuentro un líquido algo viscoso en un bote de colonia. Tengo un problema desde pequeño; y es que cuando veo en un bote de colonia un líquido viscoso no puedo hacer otra cosa que bebérmelo. No me sienta muy bien, la verdad.
(Saco una nueva localización y la anexo puerta con puerta a la anterior. Es el dormitorio.
Saco una carta de evento que me dice que pruebo un líquido vicoso que me hace perder un punto de vida. 3-1 = 2)
Cruzo la otra puerta del dormitorio y doy con el cuarto de baño. Siento un inusual temblequeo en el cuerpo que me hace ser consciente de que estoy en el lugar y el momento adecuado para hacer lo que tengo que hacer: me bajo los pantalones y me siento en el vate.
(He sacado una nueva localización (cuarto de baño) y una nueva carta de eventos en la que no ocurre nada. Esta habitación no tiene más puerta que aquella por la que he entrado; sin embargo, en este caso, no se abre una puerta zombie; ya que el mapa de la casa contiene más puertas inexploradas. Así que he de volver sobre mis pasos para seguir explorando)
Tras saciar mis instintos básicos y buscar infructuosamente algo parecido a papel, vuelvo al dormitorio. Cuatro zombies que estaban debajo de la cama aparecen de pronto. Uno de ellos me pregunta la hora, mientras los otros tres, con las manos en los bolsillos, silvan. Pero soy un tío con estudios y no me engañan; estos tíos seguros que quieren robarme la cartera o venderme algo.
En ese momento suena el teléfono de la mesita de noche. Lo cojo.
- ¿Diga?
- Simonete, tío, soy Manu Chao, ecúchame una cosa...
- Hombre, sabría que vendrías a rescatarme, ¿dónde tienes el coche?
- No, no, si yo llamaba para otra cosa. Mira, es que hay una porra: Tres contra uno a que no sales vivo. Qué cabrones. ¿no?
- Mira, no tengo tiempo para hablar de eso, se me acercan cuatro zombies ahora mismo y no sé si es que tienen que hacer una llamada o quieren otra cosa.
- Bueno, mira, yo te llamaba más que nada pa que no corras mucho, que es tontería, es que necesito cobrar pronto y...
Siento el aliento de los zombies en el cogote y cuelgo educadamente el telefono, después ruedo por encima de la cama y me dirijo a la otra puerta del dormitorio para tratar de escapar. Una bota de un zombie me da en el cogote.
(Al entrar en una habitación por la que ya he pasado, debo también revelar una carta de eventos. En ella paracen a las 9:00 cuatro zombies)
Huyo hasta la cocina; no sin que antes una bota zombie me alcance en la nuca. Siento mi perdición inminente. Como soy un maldito cobarde me acurruco en un rincón unos diez minutitos.
(Huyo hasta la cocina. Puedo huir a cualquier localización que ya esté sobre el tablero. En la huída pierdo siempre un punto de vida. Al acabar el turno en la cocina, recupero un punto de vida. Después me acurruco (puedo hacerlo después de un turno. Acurrucarme me permite recuperar tres puntos de vida; sin embargo, acurrucarme hará que una carta eventos "transcurra boca arriba; esto quiere decir que no sucede nada mientras me acurruco; pero el tiempo sigue pasando Y esto tengo que explicarlo mejor. Para encontrar y enterrar el totem, disponemos de tres horas. Cada hora está constituida por siete cartas de eventos; una vez que pasen siete cartas de evento, la hora desde las 9:00 a las 10:00 ya ha pasado; y comenzaría la hora diez. Entonces, las cartas de eventos vuleven a barajarse (son nueve); pero dos de ellas se descartan al azar, y nos quedarían siete. Al entrar en la hora diez; habrá que mirar en el apartado 10:00 de la carta para ver qué ocurre.)
Ahora tengo cinco puntos de vida (dos más que cuando empecé. Esto es legal.)
Cuando se me pasa el sustito, son ya las diez pasadas, me reincorporo y cruzo la puerta norte de la cocina para explorar el siguiente habitáculo. ¡He encontrado el templo maldito! Pletórico por el hallazgo me siento rejuvenecer 20 años por lo menos.
(Antes de acurrucarme, ya gasté las siete cartas de eventos, así que las volvía barajar, me descarté de dos sin mirarlas y comencé ehando la primera carta de las deiz boca abajo (en el estado de acurrucamiento". a partir de ahora, los eventos que ocurran serán los que están escritos en el apartado de la carta que pone las 10:00.)
(He sacado una nueva loseta: es el templo maldito. Saco una carta de evento que me dice que a las diez consigo un punto de vida. Ya tengo seis
)
Pletçorico de fuerzas me pongo a cavá y de cavá para encontrar el ídolo maldito ¡y lo encuentro! Tiene toda la cara de Biblio el mu jodío. Sé que si sigo cavando, podré encontrar algún otro objeto de valor; porque los zombies, que son de naturaleza terrosa, son muy de guardar sus cosas bajo tierra (los pobres no saben lo que son los cajones) pero prefiero no perder más tiempo y me yergo en todo mi esplendor y saber estar para salir de la sala con mi cuchillito.
La verdad es que el templo maldito no ha estado tan mal. Los templos malditos lo que tienen es mu mala fama; pero vamos, no me he encontrado aquí ningún zombie y hasta he recuperado salud. Si salgo de esta lo mismo pongo aquí unos baños termales.
(Para desenterrar el ídolo es necesario echar una nueva carta de evento. En este caso sale "Objeto", la cual me permitiría encontrar un objeto si gasto otra carta de evento. El objeto encontrado sería el que viniera en esa carta. No lo hago, porque cada carta de evento jugada representa "una unidad de tiempo", y no me queda mucho tiempo (muchas cartas) ya para encontrar el cementerio).
Cruzo el umbral del templo hacia la cocina para dirigirme posteriormente a la salida del salón que conduce hacia el exterior; pero en la cocina... ¡horror! cuatro zombies que se han quedado sin galletitas me miran de mala manera (que es el modo habitual que tienen los zombies de mirar, así que tampoco nos escandalicemos)
(Retrocedo hasta la cocina. Para encontrar el cementerio hay que salir al exterior por la puerta de del salón señalizada mediante una flecha) Saco una carta de evento. Aparecen cuatro zombies.
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