A mi laboralmente me han ayudado un montón. Yo trabajo por proyectos y suelen durar varios meses, aunque con fecha final de entrega bastante definida. Antes de meterme en los juegos de mesa mi trabajo me causaba cierta ansiedad porque por lo general suele ser un trabajo lleno de incertidumbres, en el que lo normal es que aparezcan muchos imprevistos, pero a la vez te obliga a tener una planificación muy genérica de qué quieres hacer en cada etapa del proyecto. Para que os hagáis una idea, tengo que tener en mente que para llegar a determinado punto intermedio tendría que pasar por hacer una tarea A, otra B y otra C, pero dependiendo de lo que me encuentre en la A la B y la C van a sufrir modificaciones, y a priori no sabes el resultado que tiene A o si la estrategia que vas a llevar a cabo te permite conseguir llegar al punto B. Entonces te obliga a tener que evaluar riesgos sobre situaciones en las que tienes cierto desconocimiento y, sobre todo, planificar en consecuencia algo muy distante en el tiempo pero que te va a afectar sí o sí.
Básicamente, no puedes fijarte únicamente en la estrategia a corto, sino que tienes que contemplar el medio y largo plazo. Y yo era pésimo haciendo esa tarea, porque ya en mi época universitaria había probado juegos como el Catán y se me daba como el culo. Por eso no me atraían los euros lo más mínimo por aquel entonces. En cierto momento, una vez estaba trabajando, me dio por pillarme el 7 Wonders Duel para jugar con mi novia y pude comprobar que efectivamente seguía padeciendo el mismo problema. Hacía una primera ronda buenísima, pero ella me solía machacar en las dos siguientes, por esa falta de estrategia, visión o como lo queráis llamar. Fui metiéndome cada vez más en los juegos, porque me encantaba, y al poco tiempo vi que esos problemas que tenía antes en el trabajo se mitigaban bastante y sobre todo me permitía controlar esa ansiedad por culpa de la incertidumbre generada en los proyectos.
Al fin y al cabo, un euro genera situaciones cambiantes a lo largo de la partida (por mero azar como sucede en el Marco Polo) o porque el contrario en algún momento decide joderte tus planos un pelín (un ataque en Scythe cuando menos te lo esperas te hace bastante destrozo). Eso es una fuente de incertidumbre y además te obliga a apostar por una estrategia y evaluar cuidadosamente las condiciones en las que te mueves, de forma similar a lo que me encuentro en mis proyectos. Vamos, que para mi los juegos fueron tanto ocio como "campo de entrenamiento" para un aspecto de la vida real. Pero tranquilos que los disfruto como simple ocio.