Por ejemplo, el primer Dungeon Saga se vendió como un equivalente de mesa de un simulador de partidas de rol mazmorreras (campañas, progresión, escenarios aleatorios, variedad enorme...) y fracasó porque no se curraron las reglas bien, las hicieron según la marcha y con prisas. Llega la segunda edición, ¿se preocuparán ahora de hacerlo mecánicamente robusto, complejo, y modular para cumplir este objetivo? ¡No, qué va! Será el enésimo mazmorrero accesible y simplón, y luego, ya si eso, si vende lo suficiente, como pensamiento a posteriori, haremos unas reglas avanzadas con campañas y progresión y esas mierdas que les interesan a los frikis del sobaco sudao. Pero hoy no, mañaaaana. Ahora no seáis insolidarios y comprad nuestras figuritas, de lo contrario estáis matando el sueño de mucha gente.
El cambio viene porque antes era un sector de aficionados que hacían juegos para divertirse y ahora es un sector economico que hace juegos para que se compren y vivir de ello, quien quiera seguir comprando todo lo que sale para una "colección" como se hacía unas decadas atrás lo tiene crudo
Cita de: JVidal en 07 de Septiembre de 2023, 13:27:50 El cambio viene porque antes era un sector de aficionados que hacían juegos para divertirse y ahora es un sector economico que hace juegos para que se compren y vivir de ello, quien quiera seguir comprando todo lo que sale para una "colección" como se hacía unas decadas atrás lo tiene crudo¿Devir editaba juegos para no ganar dinero?, ¿Edge?. Menciono a esas dos por qué son las que recuerdo más viejunas en España. Siempre ha sido un negocio, KS si ha permitido editar juegos de jugones para jugones pero eso es relativamente moderno, 2014 m'as o menos.
Yo estoy convencido de que el ansia por comprar novedades viene de nuestra participación en foros y la visita frecuente a webs de novedades. Ésa es la gran diferencia con respecto a hace veinte o treinta años. Entonces no nos enterábamos de las novedades, y por tanto no las deseábamos. Sólo sabíamos a qué jugaban nuestros dos o tres amigos y vecinos, y esos juegos eran los únicos que nos llamaban la atención. Y ni eso. No se trata de una estrategia específica del mercado, sino de nuestro acceso infinito a la información.Despegaos una temporada de este foro, de la BGG y de las webs de novedades, y ya veréis cómo se os quitan las ganas de comprar cosas nuevas.
Los precios es una batalla perdida por la globalización. Los juegos tienen el mismo precio en todos los países. Los españoles podemos dejar de comprar los juegos a 150 - 200e. Pero mientras lo sigan pagando estadounidenses, alemanes, franceses etc no tenemos nada que hacer
Cita de: Nperis en 07 de Septiembre de 2023, 11:38:31 Hola,Para mi el principal cambio de paradigma es que el mercado está haciendo que substituyamos el objetivo final de los juego de mesa (que no es otro que jugar y rejugar con ellos y divertirnos) para convertirlo en un objeto de consumo rápido, de usar y tirar. Años atrás teníamos apenas tres o cuatro juegos y los quemábamos a partidas. No nos cansábamos de jugar al ajedrez, parchis, Juegos Reunidos Geyper (¡Cuántas horas y a qué juegos tan tontorrones!), dominó o lo que fuera. Ahora, apenas compramos un juego ya estamos pensando en las siguientes novedades. Perdemos el interés en ellos tan pronto llegan a casa, muchas veces incluso antes de jugarlos, porque nuestra satisfacción viene más del hecho de comprar que de jugar a lo adquirido, el ansia de poseer ese nuevo objeto de deseo. Y el mercado explota este deseo compulsivo, nos generan ansiedad de forma consciente, nos inyectan dopamina... Por eso cada vez sale más morralla pero de "colores más brillantes" (arte espectacular, muchas miniaturas, campaña de marketing...), porque tiene que competir con la marea creciente de novedades para llamar nuestra atención, venderse como la píldora que necesitamos para calmar nuestra ansia. El juego imprescindible (hasta que salga el siguiente). Pero la mayoría no tiene apenas fondo, porque no están hechos para ser jugados y disfrutados a largo plazo, solo para ser deseados y comprados. Y una vez adquiridos, concluye su objetivo final. Pueden ser jugados, sí, pero en unas semanas necesitaremos otro nuevo para calmar el mono.Antes eramos jugones que disfrutábamos, y ahora somos adictos ahogados en la ansiedad.Coincido en la conclusión, pero no en el motivo. Mayoritariamente no creo que sea por los jugadores, sino por los juegos en sí, la forma en la que son ahora creados.A grandes rasgos, antiguamente los juegos presentaban sistemas más robustos, duraderos, complejos, y expansivos que ahora. Aunque terminasen siendo una mierda, al menos apuntaban más alto.Ahora con la excusa de la accesibilidad, muchos juegos son demasiado simples. Incluso cuando reeditan un clásico, lo "reinician" capándole complejidad y profundidad con tal de que pueda jugarlo cualquiera. Si te quejas, eres un FascistaQueQuierePonerPuertasAlHobby™.
Hola,Para mi el principal cambio de paradigma es que el mercado está haciendo que substituyamos el objetivo final de los juego de mesa (que no es otro que jugar y rejugar con ellos y divertirnos) para convertirlo en un objeto de consumo rápido, de usar y tirar. Años atrás teníamos apenas tres o cuatro juegos y los quemábamos a partidas. No nos cansábamos de jugar al ajedrez, parchis, Juegos Reunidos Geyper (¡Cuántas horas y a qué juegos tan tontorrones!), dominó o lo que fuera. Ahora, apenas compramos un juego ya estamos pensando en las siguientes novedades. Perdemos el interés en ellos tan pronto llegan a casa, muchas veces incluso antes de jugarlos, porque nuestra satisfacción viene más del hecho de comprar que de jugar a lo adquirido, el ansia de poseer ese nuevo objeto de deseo. Y el mercado explota este deseo compulsivo, nos generan ansiedad de forma consciente, nos inyectan dopamina... Por eso cada vez sale más morralla pero de "colores más brillantes" (arte espectacular, muchas miniaturas, campaña de marketing...), porque tiene que competir con la marea creciente de novedades para llamar nuestra atención, venderse como la píldora que necesitamos para calmar nuestra ansia. El juego imprescindible (hasta que salga el siguiente). Pero la mayoría no tiene apenas fondo, porque no están hechos para ser jugados y disfrutados a largo plazo, solo para ser deseados y comprados. Y una vez adquiridos, concluye su objetivo final. Pueden ser jugados, sí, pero en unas semanas necesitaremos otro nuevo para calmar el mono.Antes eramos jugones que disfrutábamos, y ahora somos adictos ahogados en la ansiedad.
Cita de: Calvo en 08 de Septiembre de 2023, 22:06:09 Si los jugadores siguen teniendo la misma tendencia a rejugar y a centrarse en juegos "robustos, duraderos, complejos y expansivos" ¿por qué no se centran (nos centramos) en esos juegos, nuevos o "viejos", en lugar de caer en la vorágine consumista que ha descrito a la perfección Nperis?Es decir, si el problema fuera que los juegos actuales (las novedades) son "juegos de menor recorrido" los jugadores nos centraríamos en rejugar los excelentes juegos que siguen existiendo, que los tenemos en nuestras ludotecas, aunque fueran antiguos. Terminaríamos las campañas inacabadas que son buenas, quemaríamos los juegos que tenemos en la colección y que apenas tienen 5 o 10 partidas... pero no es esa la tendencia.¿No es eso, a grandes rasgos, lo que en este hilo algunos estamos admitiendo que hacemos últimamente? Comprar juegos antiguos, jugar lo que ya tenemos... Si que el consumidor, como dices, se ha vuelto voraz y compulsivo. Al final se ha creado un círculo vicioso y como el huevo y la gallina, no quedará claro quién lo empezó.
Si los jugadores siguen teniendo la misma tendencia a rejugar y a centrarse en juegos "robustos, duraderos, complejos y expansivos" ¿por qué no se centran (nos centramos) en esos juegos, nuevos o "viejos", en lugar de caer en la vorágine consumista que ha descrito a la perfección Nperis?Es decir, si el problema fuera que los juegos actuales (las novedades) son "juegos de menor recorrido" los jugadores nos centraríamos en rejugar los excelentes juegos que siguen existiendo, que los tenemos en nuestras ludotecas, aunque fueran antiguos. Terminaríamos las campañas inacabadas que son buenas, quemaríamos los juegos que tenemos en la colección y que apenas tienen 5 o 10 partidas... pero no es esa la tendencia.