Que hagan un Marvel Champions 2.0 con nuevos héroes, mecánicas y escenarios, pues me parece estupendo...Lo que no me cabe en la cabeza es que a fecha de hoy (que quedan expansión y héroe por publicar en castellano) no reediten Génesis Mutante, o Lobezno, o la caja del Duende Verde. No hacerlo en mi modesta opiniòn es dispararse en el pie antes de dar el siguiente paso. Tampoco sé si esa decisión es de FF o de Asmodee realmente. A mí me han hecho una putada.
Desconozco el Marvel Champions que no lo he jugado nunca, pero en el caso del Arkham había varios indicios que apuntaban a que esta era su último ciclo: con los de la última expansión se han completado ya absolutamente todos los investigadores de las Arkham Files existentes previamente, el simbolo de la expansión es el fallo automático (en el core era el símbolo arcano), el primegio es Cthulhu, creo que con este ciclo se igualaba al Señor de los Anillos como LCG más longevo, etc Y yo creo que realmente se había completado el ciclo del juego, pero no teniendo FFG ningún producto fuerte por el que apostar y siendo un juego que le sigue dando buenos beneficios sin tener que pagar licencia, lo han querido prolongar para seguir exprimiendo la gallina, pudiendo ahora repetir investigadores, primigenios o vete a saber qué.Yo, como jugador que tiene todo lo publicado hasta la fecha, creo que con este último ciclo dejaré ya de comprar y pasaré de lo nuevo.Con cuántos juegos ha funcionado bien el hacer un 2.0? Es que en todos los casos recientes que me vienen a la cabeza los he terminando viendo saldados al poco.
Yo es que soy de la opinión que el formato LCG está ya condenado a ir muriendo lentamente... cada LCG nuevo que sale vende peor que los anteriores, es la crónica de una muerte anunciada
Cita de: chuskas en 13 de Febrero de 2025, 17:25:09 Yo es que soy de la opinión que el formato LCG está ya condenado a ir muriendo lentamente... cada LCG nuevo que sale vende peor que los anteriores, es la crónica de una muerte anunciadaVinieron a desbancar a los TCGs tradicionales y lo que están haciendo es copiar sus métodos. Esta medida no o tiene ningún sentido si no es para un entorno competitivo y a día de hoy no sé cuantos de ellos tienen torneos.
Los LCG se nos vendieron como una forma de alejarnos del sacaperrismo de los CCG, acercando el formato más a los juegos cerrados. Pero al tener éxito, los LCG han virado alejándose de los juegos cerrados para intentar arrimarse todo lo posible al sacaperrismo del que decían querer salvarnos.Lo que habéis comentado de que en el formato principal se prohíban cartas antiguas es uno de los motivos. El sistema de rotación que primero se quiso implementar en Netrunner no es algo que se hubiese anunciado en ninguna parte del juego, ni algo que se sintiese natural ni amigable con el jugador. En mi ciudad sentó muy mal y causó que algunos jugadores decidiesen abandonar cuando empezase la rotación. Algunos quizá no habríamos empezado con el juego si supiésemos que algo así iba a pasar.Pero los LCGs han escondido más problemas:Un problema es la cantidad de cartas morralla, completamente inservibles que existen y que nunca ven mesa. Los CCG utilizaban este truco para obligarte a comprar más packs para buscar las cartas competitivas que siempre resultan ser raras. En un LCG, donde cada jugador tiene igual acceso a toda la colección de cartas, no existe un motivo para crear cartas mucho mejores que otras. A menos que sea un truco sucio para abaratar los costes de diseño y testeo. Si el 75% de las cartas son morralla que nadie va a querer incluir en un mazo competitivo, puede diseñártelas el becario que nunca te van a romper el juego: para tener la meta competitiva equilibrada sólo hay que preocuparse del 25% de cartas restante. Como jugador, sin embargo, en realidad estás recibiendo un juego mucho más liviano y pequeño que el que esperabas recibir y que el cartón que estás pagando.Otro problema es la distribución de las cartas necesarias para crear un mazo competente. Algunos de los jugadores de Netrunner no querían gastar mucho en el juego, generalmente por ser jugadores de Magic que lo habían adoptado como juego secundario. Intentaron montar mazos específicos sin comprarse toda la colección porque a todos se nos dijo que con el formato LCG esto era posible. Al fin y al cabo, comprabas lo que querías y hasta donde querías. Pero esto es una verdad a medias. Porque lo que te ocultan es que han distribuido adrede las cartas clave que sinergizan entre ellas en el máximo número de expansiones diferentes, y además han rellenado cada expansión con el mismo alto porcentaje de morralla y mínimo porcentaje de crema. El resultado de esta sinvergonzonería es que montar cualquier baraja mínimamente competitiva requiere comprar muchísimas expansiones distintas, mandando al garete la supuesta modularidad del juego. Al final los LCG sólo merecen la pena si te compras todas las cartas. Otro problema es el "power creep". El diseño siempre tira hacia adelante, y tiene una ventana de atención muy breve y muy cortoplacista. Cualquier desequilibrio o problema con la meta actual se corrige mendiante balas de plata, o mediante cartas que revienten el statu quo actual. Esto se debe a que corregir o reequilibrar cartas antiguas, aunque te hagan pagar por ellas de nuevo, resulta más complicado y menos lucrativo que venderte una carta nueva que reviente lo anterior. Así que rápidamente surge power creep, y surge de una forma integral al propio juego. Es decir, resulta muy difícil de solucionar a menos que recurras a prohibir cartas. También, este cortoplacismo hace que perfiles de mazo que molaban mucho u ofrecían formas de juego alternativo, terminen olvidados y obsoletos, por no recibir nuevas cartas que puedan elevarlos a un nivel mínimamente competente. De nuevo, el juego que terminas jugando es mucho más pequeño que lo que sugiere tu archivador de cartas.Con todo esto, una vez empiezas un LCG y ves que no es exactamente lo que te contaban, y que te puedan cambiar la fórmula en cualquier momento, te dan menos ganas de meterte en otro. Puedes querer repetir con otro LCG, pero ya no con el entusiasmo inicial. Así que no me extraña que cada vez vendan menos.