Muchos creeran que soy un maniaco, un homicida. Yo se que soy un emisario del Señor.Soy siervo de Dios todopoderoso, y a través de mi él imparte justicia y salvación. Soy una herramienta del altísimo y he sido bañado en su luz divina para llevar a cabo esta misión.Puede que haya errado en mis víctimas pero las he salvado de un destino peor. Por mi mano encontrarán la paz y no el infierno de que su alma y su carne sean mancilladas por oscuros propósitos a merced del maligno. Sus almas permaneceran inocentes y puras por toda la eternidad.Proseguiré mi búsqueda incansablemente, y si por ello mi alma ha de arder, sea este mi sacrificio y mi destino. Solo le pido a Dios que me de fuerzas e iluminación para seguir con mi misión hasta el final.Da igual a quien quite la vida, será el Señor quien se encargue de juzgarlos.