Keltis, der Weg de Steine, es uno de los dos hermanos pequeños, (y bastante más baratos), junto con el juego de cartas, de Keltis, de Reiner Knizia. Todos ellos forman una familia un poquito endogámica con el Exploradores, también del susodicho. Tengo que decir que de estos sólo he jugado al Exploradores y únicamente he leído la
reseña de Keltis de darthh, donde yo creo que queda bastante claro en qué consiste este juego.
Así que me ahorro las comparaciones, que, no sabiendo, es tontería.
Juegan de 2 a 4 personas, sin alteración de las reglas para ningún número de jugadores. Contamos con 55 fichas con forma de piedra numeradas del 0 al 10 en 5 colores. Más de la mitad de las piedras tienen además un simbolito con puntos de bonus, un trébol de cuatro hojas o una piedra de los deseos (2 tréboles, 2 piedras de los deseos, un bonus +1 y un bonus +3 por color)
El objetivo del juego es conseguir el mayor número de puntos, creando –individualmente - columnas (o filas) de piedras por colores cuanto más largas, mejor (con cuidado porque las columnas cortas penalizan), y consiguiendo el mayor número de piedras de los deseos posible, así como de bonus.
Todas las piedras comienzan boca abajo en medio de la mesa.
Cada jugador en su turno toma una piedra del centro de la mesa y decide si:
· la juega o
· la deja descubierta de nuevo en el centro de la mesa a disposición de los siguientes jugadores.
Así, unas veces más y otras menos, existirá la opción de tomar piedras ya descubiertas y a la vista de todos.
Si el jugador en turno se decide a jugarla, la coloca en su zona de juego
· iniciando una columna de un color que aún no tenga o
· alargando una columna anterior.
La piedra que abre un color sería la base de la columna y las siguientes piedras de ese color se irían colocando hacia arriba (o con la colocación que parezca más bonita) en orden numérico o bien ascendente o bien descendente, sin necesidad de que sean números correlativos.
Si la piedra que se ha jugado tiene además un trébol de cuatro hojas, se tiene derecho a otro turno seguido.
Y asín sucesoriamente hasta que se destapa y se juega (o se deja) la última piedra oculta de la mesa; momento en el cual se hace recuento de puntos según la tabla de puntuación. Resumidamente la tabla dice que cuanto más largas sean tus columnas y más piedras de los deseos tengas, más puntos; y hay que tener en cuenta que tener pocas piedras de los deseos (no digamos ya no tener ninguna en absoluto) y las columnas cortas (pero no los colores no iniciados) penalizan. Se añaden los bonus y el ganador se cubre de gloria y los perdedores de excrementos.
Valoración:
Es un juego que se aprende en 5 minutos y se juega en 20 como mucho. Mecánica muy sencilla y con muchas posibilidades. Como en tantos juegos de este tipo, hay que controlar en todo momento las fichas que ya han salido, las que quedan por salir y qué posibilidades tienes de que te salgan las piedras que necesitas (menos cuantos más jugadores). En cualquier caso 55 fichas son controlables y no quema mucho el cerebro.
Según va avanzando la partida, la información va siendo mayor y se pasa de una primera fase mucho más incierta y en la que hay que tomar riesgos a otras con más táctica.
El asunto de las piedras de los deseos y los bonus le da vidilla al tema porque hace algunas piedras más valiosas y pueden hacer revivir una columna que estaba abocada al fracaso o hacer que merezca la pena iniciar una cortita. Lo de los tréboles no veo que tenga demasiada importancia; te puede dar una jugada clave y hay que tenerlos en cuenta, pero yo creo que no influyen demasiado en el juego.
El punto que yo creo que lo diferencia de los juegos de su familia es que no hay juego oculto (no tienes x cartas en tu mano con las que planeas tu táctica) y todos los jugadores tienen la misma información. Así que básicamente en cada partida la cosa consiste en ver cómo capea cada uno el temporal (la serie en que se desvelan los números), influyendo en él (cogiendo piedras ya destapadas o seguiendo con la serie), arriesgando o siendo conservador, actuando agresivamente o prudentemente. Y aún así, si te cae la granizada lo tendrás difícil para ganar.
En definitiva, para lo que cuesta (se puede conseguir por 5 €), me parece un juego que puede dar mucho de sí y que vale como filler y para no jugones. Creo que funciona muy bien con cualquier número de jugadores. Quizá excesivamente dependiente de la suerte, pero da la sensación de ser un juego muy muy preciso y redondo, como los otros que he probado de Knizia. Luego que te guste el rollo de Knizia o no, claro.
Reglas en castellano, por Wkr.