Sin lugar a dudas, cualquiera partida de 'Paths of glory'.
La tensión que se acumula a lo largo de los turnos no la he experimentado con ningún juego. Y se llegóal extremo cuando, a causa del 'análisis parálisis', se nos ocurrío meter el reloj de ajedrez para jugar cada turno con tiempo.
También me quedo con las partidas de 'For the people' y algún escenario del 'combat commander' (siempre nos acordaremos del pobre sargento Ganz aguantando el chaparrón en la trinchera...)