Pues nada, como era de esperar ya está cayendo una manta de nieve de mil pares…
Aquí podéis ver el careto que se me ha quedado cuando he salido esta mañana a dar una vuelta por el frente.
En fin, aún así no me puedo quejar demasiado del devenir de los acontecimientos en estos dos últimos meses, pues tengo que reconocer que me he arriesgado bastante en varias zonas del tablero y la jugada al final no me ha salido mal del todo.
En primer lugar, durante el primer impulso he avanzado en el frente centro-norte, moviendo tres unidades panzer 8-7 más dos unidades de infantería 5-4 contra el apilamiento soviético que hacía de tapón en mi avance hacia Moscú.
Para, acto seguido, ganar con bastante suerte un combate de ratio 2-1, eliminando así una unidad de infantería rusa 4-3 y apartando la unidad 5-3 de mi camino hacia Moscú.
Pero, mas importante aún, he impedido que los refuerzos/reemplazos rusos puedan avanzar sin oposición hacia Smolensk y Vitebsk
En cuanto al frente sur, ahí sí que reconozco que me la he jugado bastante, sobre todo porque las posibilidades de éxito eran pequeñas, aunque el premio (Jarkov) era grande.
Por lo tanto, en el primer impulso he ido acercando mis unidades blindadas a los alrededores de Jarkov.
Para, ya en el segundo impulso, intentar un temerario ataque 1-1 sobre la ciudad que me ha salido bien gracias a una estupenda tirada de dados, eliminando así una unidad blindada 3-5 y sacando de la partida a una unidad de operarios soviética de valor 2. Eso sí, ha cambio he tenido que “pagar” con una unidad panzer 6-7.
Además, qué bonita queda esa bandera alemana sobre Jarkov!!!! Aunque sólo sea muy brevemente hasta que Lev vuelva a mover sus ficha y la ciudad quede sin control por ninguno de los dos bandos.
Así pues, la posición final en el mapa al final de este turno alemán queda de la siguiente manera.
Resumiendo todo lo acontecido, la decisión más importante que tenía ante mí era la de adoptar una posición conservadora (agrupando todas mis fuerzas alrededor de Vitebsk y Smolensk en el frente central, y desde Kiev hasta Dnepropetrovsk en el frente sur aprovechando la barrera natural del Dnepr) o, por el contrario, arriesgarme e intentar cortar la llegada por tren de 5-6 unidades de refuerzo/reemplazo soviéticas en ambos frentes sin ningún tipo de problemas.
Finalmente he optado por la segunda opción ya que, quien algo quiere, algo le cuesta. Y yo ahora mismo necesito llegar al primer mes de buen tiempo (dentro de dos turnos) en una mínima posición de poder disputar Jarkov o Dnepropetrovsk y tener así opciones de amenazar Voronezh y Stalingrado a lo largo de 1942. Además de mantener la presión sobre Moscú, claro está.
A partir del próximo invierno (es decir, dentro de 5-6 turnos) todo va a ser muy cuesta arriba para los alemanes. O sea, que el terreno que no gane antes de entonces, muy probablemente ya no lo voy a poder ganar nunca.
Por último, creo que con una aproximación más conservadora por mi parte Lev sólo tendría que haberse preocupado de recuperar terreno en todos los frentes durante los dos próximos turnos sin oposición alguna por mi parte. E incluso podría haberse planteado un contrataque en toda regla sobre Kiev.
Eso sí, qué miedo da ver a todas esas unidades Guard en la hoja de orden de batalla soviética. Van a entrar ahora mismito como refuerzos, con sus blancos uniformes de camuflaje recién estrenados y dispuestas a salir de inmediato hacia el frente para merendarse a unos cuantos arios...