Corto y pego del otro hilo (ojo, hay que tomarse la lectura con un poco de humor, que nadie piense que soy más impertinente de lo que corresponde y que mis opiniones son siempre sesgadas
):
Cuento como viví yo la partida:
Versión diplomática: en primer lugar agradecer a Maeglor el ofrecernos el juego, que tenía muchas ganas de probar, y empaparse las reglas para que no hubiera pérdida de tiempo en consultar reglas. Además, a mí me esperaron ya "a mesa puesta" porque llegué un poco despues de los demás. Estaban aún explicando las reglas, así que nadie resultó damnificado.
Respecto al juego: yo partía de una expectativa muy muy alta. Dominant Species me ha gustado muchísimo, y los comentarios respecto al "caos", que en según qué juegos a mí si me gusta, me hacían pensar que este iba a ser un juego en el que tendría que hacer muchas cábalas para llevar la partida lo mejor posible, pero en el que iban a suceder bastante vuelcos en las puntuaciones y en el tablero.
El juego realmente es un juego de mayorías y de gestión de dinero. Ciertamente tiene más azar que Dominant Species por lo que ya han comentado: las cartas en DS son cinco y las ves desde el principio del turno. Si las quieres, pégate por ellas. En este, sin embargo, aparecen cada dos por tres, provocan el final de partida dejándote un poco una sensación de "¿ya está" y pudiendo hacer que tengas menos turnos que el resto (como le pasó a Membrillo y Gelete) y pueden, al menos lo que vimos, favorecer más el que va mejor.
Sin embargo, en esta partida, no propiciaron en ningún caso vuelcos en la puntuación. En todo caso "cristalizaron" la que existía. A mi no me parecen tan potentes como las de DS.
Hay unos elementos, los "vocations" (o algo así), que permiten puntuar bastante si acumular y te dejan coger las cartas que los contienen. A Gelete le salieron buenas combinaciones y no se las "pisamos". De ahí sacó bastantes de los puntos finales. Creo que eso sí es controlable.
En resumen, es un juego al que hay que dar una o dos partidas al juego para, conociendo ya la forma de puntuación, antes de disfrutarlo plenamente.
La versión visceral no es exactamente así. Comenzaré diciendo que nada más terminar la partida me deshice lo más rápidamente que pude de la copia de las reglas que me había sacado para leérmelas mientras llegaba a Madrid, ya que no quería mantener ningún contacto no nada que estuviera relacionado con esa tortura.
La experiencia de juego no fué nada divertida. Fuí con una idea claramente equivocada a la partida, pensando que los eventos movían mucho la partida, que irían sucediedo cosillas que meterían genuino caos, que podrías complicar más directamente la partida al resto de jugadores... Si hubo algo de eso, fue extramadamente más light de lo que yo esperaba.
Paco se distanció claramente en el tercer turno, Gelete aguantó un poco "la pedrá" un par de turnos gracias a trincar cierto como de "vocations" y el resto nos comimos el ñorongo sin tener la sensación de poder dar la vuelta a la partida de ninguna forma. Al contrario, cada evento nos hundía más en la inmundicia y encumbraba a Paco.
Yo, que graicias a mi patética puntuación me hice con el cargo que permite construir encima de otro jugador, le pude quitar un edificio a Maeglor y otro tuve que quitárselo a Gelete, por que esa es otra, llega un momento en que quien ha situado los marcadores que elevan los precios poseé los edificios más caros y tú no tienes muchas veces ni opción de putearle, con lo que encima si puteas lo haces a los que no van ganando.
Como decía Joaquin Sardinas: "en fín, que no disfruté, que no vuelvo más". Y ese es el principal problema, que con la cantidad de juegos que muchos tenemos pendientes por jugar y juegos que no hemso "quemado", una experiencia de juego así deja bastante atrás en la cola de "próximas partidas" este juego.
Debo insistir en que gran culpa de esto la tengo yo y mis expectativas. El juego yo no creo que sea malo, pero esperaba otra cosa, y tal y como se desarrolló la partida yo no experimenté, como sí que me pasó con Dominant Species, el tener opciones ya no de ganar, si no de hacer algo decente o algo qeu afectara en algo a la partida.
Menos mal que despues secuestramos a Gelete, que se resistía el tío, y nos birreamos convenientemente, y se me ha ido pasando el disgusto.
P.D. ¿El martes que viene repetimos Urban Sprawl?