El hombre de la chaqueta de tweed parece fuera de lugar, en esta sórdida taberna llena de humo. Sobre su cara se logra divisar una cansada sonrisa cuando te ve entrar, y te hace gestos para que puedas sentarte. Mientras retiras una silla y te sientas, él agarra torpemente un cigarrillo, lo enciende y respira hondo.
"Si alguien pregunta, esto nunca ha ocurrido," dice mirando nervioso sobre su hombro. "Yo no he estado aquí. Nunca nos hemos conocido. ¿Está claro?"
Satisfecho con tu gesto de afirmación, se acerca a ti, oliendo a whisky y sudor. "Soy el jefe del departamento de antropología de ... bueno, en realidad usted no necesita saber eso. No es la universidad más grande del estado, pero lo suficientemente grande para que no pueda trabajar más en mi profesión si se supiera algo de esto. Si se dieran cuenta de que ..."
Se detiene y da otra larga calada a su cigarrillo.
"Su nombre es Ruth Wolcott. Profesora Ruth Wolcott. Vino con buenas referencias y experiencia. ¿Cómo iba yo a saberlo? Sí, era hermosa, suficientemente guapa para que dijeran que la contraté por su aspecto, pero, créame, ella tenía credenciales.
"De todos modos, ella vino a mí porque quería estudiar la placa. Cedí, por supuesto. Ella se la llevó a casa toda la noche para estudiarla en la intimidad, y yo empecé a sospechar. Pero cuando le saqué el tema, me amenazó con contarle al decano nuestra ... relación poco profesional".
"Ahora, ella ha desaparecido, y también la placa. La universidad no sabe nada, y si voy a la policía, se descubriría todo sobre nuestra relación amorosa y sería mi fin. Pero he oído que usted encuentra cosas, recupera cosas. Necesito su ayuda. Necesito que vaya a la casa de Ruth y consiga la placa de plata. De una manera discreta, por supuesto. Tráigala aquí en veinticuatro horas, y haré que valga la pena..."
PRÓLOGO
Cuando todos los jugadores hayan terminado sus preparativos, lee en voz alta el texto siguiente:
La vieja mansión aislada de Ruth Wolcott está dirección norte a una hora de la ciudad, se encuentra sobre una colina rocosa, rodeada por un bosque de árboles raquíticos. No podéis dejar de imaginar que unos fríos ojos ocultos os acechan mientras cruzáis esa árida extensión entre el bosque y la casa.
La puerta de la mansión está abierta. En su interior se pueden ver los muebles volcados y que toda la casa ha sido registrada. Llamáis a Ruth Wolcott en vano, así que seguís el rastro de destrucción dentro de la casa.
4A) De repente, oís, detrás de vosotros, un grito de dolor sordo y agudo. La estridente voz resuena en la sala de estar, os preguntáis si alguien os ha seguido por el jardín...
4B) Un sonido de cristales rotos os asusta, seguido de un fuerte golpe - como si alguien estuviera tirando unos bancos de iglesia...