1) Es largo. Muy largo. A mí me da igual, porque yo siempre me quejo de que generalmente, cuando los juegos están en lo mejor van y se acaban. Pero siempre hay alguien o varias personas en el grupo que se agobian cuando la cosa lleva ya cuatro horas y no se le ve el fin, y comienzan a sugerir que se pare el juego. Como el juego necesita 5 ó 6 personas para tirar y siempre hay este problema humano, es un juego muy difícil de que salga a mesa y por tanto un tanto injugable (siempre se podrá argumentar que hay juegos mejores y que no te ocupan toda la sesión jugona).
2) Como depende del tocho de héroes y maravillas que lleva el juego, sólo funciona bien si todo el mundo se sabe todas las cartas, lo cual en el mundo real del Planeta Tierra es virtualmente imposible, si tenemos en cuenta que hace falta mucha gente para jugarlo, y casi nadie estará dispuesto a leerse las cartas en casa antes de jugar (habiendo juegos mejores y de menos duración...). Y repetir la experiencia, "ahora que sabemos jugar todos" es otra mision imposible...
3) Tiene un poco de caos, derivado del uso de héroes y criaturas mitológicas, que mal llevado puede generar descompensaciones virtuales que desagraden a la gente acostumbrada a mecánicas más euro. Si hay gente a la que le guste controlar lo que pasa en el tablero quizá lo pase mal con este juego.4) Tiene el problema del efecto "ir a por el que va en cabeza", que a mí me parece muy divertido (hay que organizarse para impedir que gane, sólo para que en la siguiente ronda haya que ir a por otro diferente que al haber todos atacado al anterior se ha entochado como consecuencia). Puede haber gente a la que no le guste jugar "en equipo" o que decida ir a lo suyo y como consecuencia gane otro al que no se le ha frenado cooperativamente...
5) A mí personalmente, lo de ganar por comprar una cuarta cartita me parece muy abstracto en un juego tan temático como este. Es el mismo problema que le veo a Cyclades. Podían haber implementado alguna victoria militar, y no tan abstracta, leñe... Aunque esto es ya cuestión de gustos.
Todas estas razones hacen que se convierta en lo que yo llamo un "juego imposible": es largo, con muchas reglas, con muchas cartas que hay que conocer para jugar bien, y requiere muchas personas dispuestas a asumir todos esos anteriores inconvenientes. Yo lo estoy, pero encontrar jugones dispuestos no es tan fácil. Con suerte lo lograré sacar una segunda vez, engañando a otros que no sepan de qué va la historia, pero después quizá sea carne de Mathtrade, porque es además demasiado grande para que quepa cómodamente en mi estantería.Por cierto, que en la partida de ayer, a algunos nos entusiasmaba y a otros les daba ganas de pegarse un tiro. Eso quizá sea otro gran inconveniente para este tipo de juegos...
Gracias por las opiniones. La verdad es que reconozco que fuimos lentos, y que no a todos gustó el juego, de ahí mi lamento, por no poder volver a jugarlo a corto plazo. El motivo de la lentitud fue variado: las reglas no las tenía afianzadas del todo, la fase de obtención de recursos nos frenaba un poco por el trasiego de cartas parriba pabajo, etc.