Este martes jugué mi primera partida. Es un juego al que siempre le he tenido un moderado interés. No lo suficiente para plantearme la compra o siquiera para buscar activamente una oferta, pero sí para intentar jugarlo si se diera la oportunidad, como finalmente ha sido. He de decir que el sabor de esta primera partida ha sido más agri que dulce. Hemos dicho de jugar otra la siguiente vez.
Yo llevaba a los ingleses y el dueño del juego a los escoceses. Usamos la regla opcional de Schiltroms porque el otro jugador dijo que normalmente todo el mundo la usa. Yo luego mirando en BGG no he visto que sea así, pero bueno. El caso es que los escoceses pegando de 1 a 4 escuecen bastante. También escuece recibir 4 cartas de valor 1 y un evento en el primer turno mientras tu contrincante recibe dos cartas de 3 y algún 2. La suerte con los dados tampoco cayó de mi lado, aunque no creo que esto fuera tan determinante. El caso es que entre la escasa suerte y mi escaso nivel, me había leído el reglamento pero me tiré a la piscina sin realmente entender todas las mecánicas, la cosa se fue rápidamente del lado escocés. Yo metí al rey en Escocia en el primer año cuando no tenía que haberlo hecho con esa mano de mierda. Lo cual me dejó vendido sin refuerzos para el/los siguiente/s año/s, además perdí algún bloque en invierno por no saber muy bien cómo iba esa parte. Sumado el hecho de que con mis cuatro unos yo no pude hacer prácticamente nada mientras el escocés me barría del norte.
No estoy seguro de si jugamos dos, o tres años. El caso es que entregué la partida. Realmente ya la había entregado antes e intenté morir matando. Eso sí, los dados decidieron que muriese más o menos lo mismo que matase (y Schiltroms).
Dejando de lado el movimiento ligeramente powergamer de usar una regla opcional para dar desventaja al jugador novato, el juego no pudo dejarme grandes sensaciones debido a lo ya expuesto. En la siguiente partida intentaré ser más conservador, especialmente si me vienen otras manos de mierda