Pues nuevamente me influye, pero al contrario.Si pierdo tengo más ganas de jugar, a ver si logro ganar.Si gano siempre, me aburre.
+1Cuando pierdo (sobretodo en juegos largos) me suelo comer la cabeza de las malas acciones que me han llevado a la derrota, eso me da mas motivación para jugar otro día.Y si gano siempre no le veo la motivación a seguir jugando.Por otra parte la frase "a este no jugamos contigo que ganas siempre" la he oído bastante (no necesariamente me la han dicho a mi) aunque no la comparto.
Pues no, si pierdo pienso en qué he hecho mal y trato de mejorar a la próxima, pero eso sólo si el juego me gusta.Lo que no quita para que siga pasando del ajedrez, está demasiado descompensado según el nivel de los jugadores. No puedo jugar con mi novia o mi padre porque los apalizo y me aburro, no puedo jugar con un amigo mío porque me apaliza y se aburre, y la verdad, el juego no me divierte lo suficiente como para esforzarme en mejorar. Prefiero jugar a otros juegos y esforzarme en ellos.