En mi mesa está mi monitor, si esto sirve, anoche jugamos por primera vez tres jugadores a BU. El serbio (David Moreno ) empezó como una moto, conectando el corredor de posavina y tomando Srebrenica. También atrajo las miradas y el cabreo de la OTAN, que lanzó varios bombardeos contra sus tropas. El bosnio (juno29) se reforzó a desgana en Gorazde, pero poco y tarde. Dedicó más esfuerzos a intentar romper el asedio de Sarajevo con todas las probabilidades en su contra. El resultado fue que Gorazde cayó y Sarajevo nunca fue liberado. Yo, como croata, intenté al principio ayudar como podía al Bosnio, y poner zancadillas a los serbios. Si caía bosnia, serbia ganaría. Cuando vi que los bosnios no tenían ninguna posibilidad, intenté ser yo quien les diera la puntilla. Si le hubiera sacado de Zenica, la región de Srendja Bosna habría quedado bajo mi control, y posiblemente me hubiera dado la victoria. Pero el serbio no me dió opción y forzó el fin de la partida justo antes de mi ataque. Dos horas y media para la primera partida, con muchas dudas estratégicas y algunas de reglas. Esto promete.
La rejugabilidad, que preocupaba a mi amigo Bargerald, está más que asegurada: siendo mapa pequeño, pocos nobles y de despliegue fijo... Todo cambia a cada evento, a cada movimiento, a cada situación. Cada aparentemente insignificante cambio tiene un efecto mariposa instantáneo. Al contrario que otros juegos en el que la concatenación de jugadas positivas es la que va, lentamente, cambiando la derivada de la función, la inercia de este es mínima y los cambios drásticos.El resto se confirma: juego divertidísimo, que requiere un esfuerzo intelectual muy elevado. La planificación y preparación lo es todo y los buenos improvisadores, que son recompensados en otros wargames puesto que exprimen las posibilidades actuales al máximo, aquí se estamparán irremediablemente: un noble activado sin los recursos necesarios muy poco podrá hacer.En definitiva: por fin un juego para los Eumenes de Cardia, los Napoleones, los McClellan y los amantes del Camino Español. Como dicen los yankees, que no son los más espabilados de la clase pero a veces aciertan: la guerra es logística.
Yo ahí no lo tengo tan claro: más que "surgir" posibilidades, creo que se destruyen. Por supuesto, alguna vez tienes la suerte de que una fortaleza ha sido desocupada, o se puede saquear algún lugar con el que no contabas, pero en general, me parece que es un sistema que dinamita tus planes, y no son pocos los turnos que finalizan y ningún jugador ha hecho nada de valor, o al menos un porcentaje mínimo de las previsiones. Sin duda, hay que estar al quite, pero como no vaya el noble preparado para lo que se propone, poco rédito sacará (lo que se traduce en el no tan poco habitual "paso" de la fase de Command).
Sí, correrías de esas si que hemos visto (y te diría que en primavera, con los caminos inhábiles, poco más queda por hacer...).Pero comparado con el Angola (Volko se descojonaba en las Bellota cuando le tomaba el pelo con que eso lo había copiado sin descaro, y salía muy elegantemente del paso "True, isn't it? It is such a good mechanic that I do not understand why nobody has adapted yet"), en el Nevsky el abanico de opciones me parece más limitado. Quizás porque en el Angola, a la quinta activación tras otros tres jugadores, el caos es tal que es de total necesidad buscar cómo optimizar tu activación y robar un pueblo, o dar un sopapo a una columna tonta, o penetrar por el hueco... En el Nevsky, con dos o tres puntos de Command... sin un buen tren logístico, las opciones se reducen (entre otras cosas, porque a nadie le hace gracia dormir en territorio enemigo y no tener Leva al turno siguiente (que poder se puede, pero no es lo habitual)).
En Nevsky si tienes pocas opciones es porque te has metido (o dejado meter) en un lío.En Angola nunca tienes muchas opciones: pelear o esperar la pelea. Y según el caso, ni esas.En cualquier caso más allá de que comparten la mecánica de programar las activaciones de antemano, son juegos muy pero que muy diferentes. Molaría que cuando cayera Pskov recibieras ayuda militar extranjera en forma de una horda de mongoles, para re-equilibrar la situación. O tal vez no.
Cita de: Cẻsar en 11 de Julio de 2020, 13:36:16 En Nevsky si tienes pocas opciones es porque te has metido (o dejado meter) en un lío.En Angola nunca tienes muchas opciones: pelear o esperar la pelea. Y según el caso, ni esas.En cualquier caso más allá de que comparten la mecánica de programar las activaciones de antemano, son juegos muy pero que muy diferentes. Molaría que cuando cayera Pskov recibieras ayuda militar extranjera en forma de una horda de mongoles, para re-equilibrar la situación. O tal vez no.Ahí no estoy de acuerdo, en ninguna de las afirmaciones:A final de partida, y si has hecho los deberes, las zonas cercanas a la frontera estarán bastante saqueadas, y las opciones se reducen (ni forraje, ni saqueo, y la de suministro tan sólo si tienes la suerte de tener los medios logísticos adecuados). Tenemos claro que en este juego, como en otros, el que obliga a combatir al otro lo está "haciendo bien" (la ventaja defensiva es abrumadora), así que muy pocas cosas quedan para hacer en mitad de tierra quemada. Ir ligero y saquear la retaguardia es posible, por supuesto, pero requiere de un noble de al menos 3 de Command (moverte + saquear en dos acciones no va a ser una opción si el territorio parece la Alemania de finales de la Guerra de los 30 años), y a la que un noble contrario tan sólo te ofrezca batalla (y se las pire en el primer segmento), ya te está obligando a comer, y posiblemente a mover tu servicio porque no tengas.En el Angola las acciones, efectivamente, son mover y combatir, pero el laberinto de conexiones presenta siempre interesantes opciones (obstaculizar, amenazar, apoyar...).Sigo pensando que en el Nesvky improvisar sale caro. ¿Cuántas veces, por partida, dejáis cartas de Command en "paso"?