¡Una entrega más de la historia!.
TURNO DOS, QUINTO IMPULSO.
Con el nuevo impulso Otomano, volvemos a la Europa Oriental. ¿Acabarán rezando los Vieneses en mezquitas?. El Otomano juega “Revolt in Egypt-3CP” como Operaciones; comienza éstas destacando una unidad de regulares del ejército de Solimán a ocupar y controlar Graz, con lo que restablece la LOC necesaria para el asalto al asedio de Viena. Y éste no se hace esperar: cinco regulares comandados por Solimán se lanzan al asalto, contra la defensa de cuatro unidades y Carlos V que guarnece la capital austríaca. Escasas fuerzas para un asalto...serán cinco dados atacantes contra siete defensores.
El resultado es calamitosamente previsible para el atacante: recibe dos impactos y no consigue ninguno, por lo que su situación se deteriora más aún. El otrora poderoso ejército turco está en horas bajas...y aún puede vérselas peor. Para empezar, el asedio debe levantarse al quedar con menos unidades asediantes que defensoras, lo que hace huyendo a la recién ocupada Graz.
Pasa el impulso al enemigo Hasburgo, que tiene ahora una gran oportunidad de explotar la situación atacando al ejército Otomano en desbandada. Y se emplea a fondo! Juega su Carta Natal “Holy Roman Emperor-5CP” como Operaciones; son cinco CP para dar el golpe final. Para intentar cortar la retirada del enemigo comienzan por mover la unidad de Pressburg a Mohacs (2 CP). Pero con ese movimiento, el mermado grueso del ejército turco gana la posibilidad de interceptación en Mohacs, algo casi obligado ante las terribles consecuencias que tendría ser atacado en Graz con la retirada cortada...
Se intenta la vital interceptación, y esta vez la suerte (ayudada por el +2 de Solimán) sonríe a los apurados Otomanos, que pueden desplazar todo su maltrecho ejército a Mohacs, una posición ya razonablemente segura. Además, en la batalla subsiguiente la solitaria unidad Hasburgo no puede evitar ser masacrada por los turcos sin conseguir por su parte inflingir daño alguno. Al menos el Turco puede lamerse sus heridas con algún consuelo menor.
Con el ejército Otomano fuera de alcance al fin, el Hasburgo decide recoger las rentas: gasta dos CP de los tres restantes en atacar los asedios de Metz, que tanto se le está resistiendo (y tantas unidades le está distrayendo de otros frentes), y de Buda, que podría volver de nuevo a sus manos tras la debacle turca, con un poco de suerte...¡y esta vez la jugada sale perfecta! Ambas plazas caen, sin bajas para el atacante. Son dos Puntos de Victoria que cambian de manos, del Otomano al Hasburgo. Además, el primero pierde el derecho a robar una quinta carta el próximo Turno, y el Hasburgo lo gana a robar...¡una sexta!. Bonita mano le espera al Emperador...Por último, el CP restante lo emplea el Hasburgo en retomar el control de Pressburg. Un impulso MUY provechoso.
Es ya el impulso del Inglés, el cual y de acuerdo a su ya tradicional postura “No-Intervencionista”, declara que se reservará su última Carta; pasa...
Impulso ahora para el Francés, que decide reservar su última baza para más adelante. Sin embargo, es seguro que intentará un último ataque sobre Florencia. No tiene nada mejor que hacer; su sorprendente paz con el Hasburgo les está permitiendo a ambos concentrar sus esfuerzos. Un serio problema para los que están al otro extremo de sus espadas, como ya ha podido comprobar el Otomano.
Y llega el impulso al también acosado Papa, que no obstante ha conseguido una situación algo más estable que la del Turco: al Francés sólo le resta una última oportunidad para eliminar su respetable guarnición de Florencia, de tres unidades. Y aún más, el Papa prepara otro golpe contra el pérfido Francisco...
“Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali.”
Misiva de León X, firmada en San Juan de Letrán: "Bienaventurado Pedro: como representante tuyo he recibido el poder de atar y desatar en el cielo y en la tierra. Por el honor y defensa de tu Iglesia, en el nombre de Dios Todopoderoso, prohíbo al rey Francisco que gobierne los destinos de Francia. Libro a todos los cristianos del juramento de fidelidad al rey. Prohíbo que nadie lo sirva como rey. Quede excomulgado; que los pueblos sepan que tú eres Pedro y sobre esta piedra el Hijo de Dios ha edificado su Iglesia".
El Papado juega su última Carta, la Natal “Papal Bull-4CP”, como Evento. El blanco de la excomunión es obviamente Francisco I, rey de Francia. Con esta jugada el Francés cobrará ¡tres Cartas, tan sólo! el próximo Turno. La espada Papal es débil, pero tampoco será fuerte una Francia con tres únicas Cartas en su mano...además, la excomunión provoca el descontento en los espacios de St. Quentin (frontera con los Países Bajos) y Grenoble, en la ruta de LOC de las unidades que asedian Florencia. El Papa sabe, no obstante, que la última Carta francesa es “War with Persia-4 CP”, suficiente para restablecer la LOC y llevar a cabo el último asalto con el apoyo de las tropas de Módena. Una lástima no poder redondear la jugada...pero aun así, serán 5 dados para conseguir tres impactos. Hay un 89 % de probabilidades de que el ejército francés coseche una triste derrota en la campaña de Florencia; debería ser suficiente...
Y el impulso acaba como siempre con la jugada del Protestante, que en la impunidad más absoluta ante los nulos recursos que Hasburgo y Papado pueden o quieren dedicar a luchar contra el cisma, continúa su provechosa labor; ahora jugará “Professional Rowers-2CP”, para con el apoyo del desocupado Lutero avanzar tres espacios en la traducción de la Biblia al alemán. Cinco CP más que se gaste en eso le permitirán nada menos que seis intentos de Reforma en otros tantos espacios; una labor sorda pero efectiva, especialmente si tus enemigos miran a otro lado, de grado o por fuerza...
Y esto será todo por hoy: pronto (espero que muy pronto), los impulsos sexto y séptimo, en donde ya muchos jugadores pasarán ante la falta de Cartas o el deseo de ahorrarlas para futuros Turnos.