Cuando veo lo que la gente se gasta en un iPhone, alucino. Claro que luego pienso en lo que yo me gasto en libros, juegos y miniaturas y se me pasa.
Nota: los que realmente usan el iPhone como herramienta de trabajo no hacen un gasto, sino una inversión. Creo recordar que Steven Soderbergh acaba de estrenar en Cannes una película grabada íntegramente con un iPhone 7. Visto de esa manera, 1000 euros ya no parece tanto.