No llego al nivel excelso de
kalala, ni mucho menos, pero sí que a veces añado a los juegos algunos elementos para hacerlos un poco más atractivos de cara a mi mujer, y así dar el primer paso para que se acerque a la mesa (es decir, "caiga en la trampa"...) y le explique de qué va

No me puedo quejar, porque juega conmigo a casi todo. Me ha funcionado con, por poner algunos ejemplos, «
Guerra del Anillo 2ª Edición» (¡ni más, ni menos!), «
Tikal» y «
Sekigahara», y disfrutamos mucho jugándolos así.
Ahí van algunas fotos:
«
Guerra del Anillo» (pintura de bases de las figuras, sobre todo, y marcos de cartón pintado en marcadores políticos, cubos de madera para indicar baluartes estratégicos importantes, el
Monte del Destino de papel maché...; con estos detallitos, poco a poco, ella ha ido aprendiendo los nombres de los lugares, las distintas razas, etc.; y resultó menos duro para una neófita de la obra de
Tolkien. Eso sí, vamos retirando elementos según avanza la partida, porque ya sabéis cómo se puede llegar a poner algunas regiones de superpobladas al ir moviendo ejércitos...

):



«
Tikal» (sí, está claro que me gusta hacer volcanes de papel maché...

):

Y el minimalista y bellísimo «
Sekigahara»:



¡Viva la sobreproducción!

¡Saludos!