Yo a la mía, que tiene esa edad, la trato sin piedad en los juegos desde que empezó. Si no le gusta perder, que no juegue conmigo. Los adultos me miran raro porque no le doy oportunidad, pero es lo que hay. Las primeras veces se quejaba, pero ya le dije que a veces se gana y a veces se pierde. Lo bueno de los juegos de niños es tienen mucho azar, con lo que gana bastantes partidas. Ya no se queja, lo asume y punto. Niña feliz.