El punico aquí tuvo un despiste brutal, pues pensaba que Escipión llegaba en el siguiente turno, no en este.
Por no perder 2 o 3 contadores politicos en el invierno, perdí 8 por perder a Anibal.Una decisión mala, mala, pero mala de narices. Pero es que psicologicamente el ver que los romanos avanzaban a placer por Hispania sin yo poder hacer nada con todas mis tropas y generales en africa, me consumía.No supe ser paciente y aguantar el chaparrón. Y encima el desastre de no contraatacar ni una vez..qué cruz..
No te lo dije en su momento, por no mortificarte más; pero no tenía ni una sóla carta de reserva, ni de Doble envolvimiento. Llo cual implicaba que si ganabas la inciaitva, probablemente me hubiera abocado a perder la batalla.Tuve murcha suerte.