Ni! Ni! Ni!
Un juego tan interesante como The Eagle and The Star no podía quedarse vagando por el ostracismo de lo desconocido, buceando en mercados de segunda mano o geeklists dejadas de la mano de Dios y sólo conocidas por unos pocos acólitos del wargamerismo. Pero dado que el original ofrecía algunos puntos mejorables sobre todo en lo que respecta a aspecto visual y organizativo, Academy Games le ha hecho, no un lavado de cara, sino inmersiones y centrifugados, eso sí, sin alterar la esencia del original. El resultado es una joyita que pasaré a comentar en estas líneas, salpicadas con la generosa dosis de chistes raros y/o malos que me caracteriza y que tan poco bien hace a la humanidad. Por si no hubiera bastante con la crisis económica, ahora viene esta reseña para agitar conciencias y lastimar córneas. Algunas partes de este escrito conducirán inevitablemente a la del The Eagle and the Star (
http://www.labsk.net/index.php?topic=61619.0) dicho queda y no proceden regalías, así que al autor de aquella que le den.
Strike of the Eagle presenta una característica inusual en los wargames: está traducido al castellano. Academy Games ha tenido a bien currarse el detalle de traducir no sólo el reglamento sino también las cartas, ambas cosas convenientemente maquetadas y disponibles para ser descargadas sin coste en su página web oficial. Así que a diferencia de la mayoría de los wargames con motor de cartas, los jugadores poco duchos con la lengua inglesa no han de solicitar continuas traducciones simultáneas a otro jugador ni consultar unas hojas sueltas con las traducciones de los textos de las cartas. No caben excusas idiomáticas para rechazar una partida.
Para descargaros los archivos de las cartas y reglamento en castellano hay que registrarse previamente en la web de Academy Games (
http://academy-games.com) e ir a este link:
http://academy-games.com/games/fog-of-war/strike-of-the-eagle/rules-and-updatesUna vez ahí, sólo hay que clicar en “Strike of the Eagle Rules – Spanish”, “Strike of the Eagle Cards -Polish” y “Strike of the Eagle Cards -Soviet” para descargaros los archivos. Por cierto que en las erratas publicadas en bgg hay dos correcciones en las cartas que en la traducción al castellano salieron bien.
Contexto histórico(Extraído de la reseña de The Eagle and the Star)
Este juego cubre la guerra ruso-polaca que tuvo lugar entre los polacos y la Rusia soviética entre 1919 y 1921. La Primera Guerra Mundial había acabado, pero tras el renacimiento del estado polaco las armas chocaron en las llanuras del este: mientras que los rusos querían expandir el comunismo que triunfó en su revolución sin desaprovechar la oportunidad de conseguir nuevos territorios, los polacos deseaban expandir sus límites hacia el este, recuperando posesiones que les habían pertenecido en el pasado. En medio de este conflicto, Ucrania era la presa para ambos bandos, con diferentes facciones en esa nación que apoyaban a uno u otro contendiente…
Componentes A nivel de componentes el juego es muy vistoso. La pintura de portada de la caja original me gustaba más que esta, sin embargo. Clásico que es uno… El tablero es duro, cosa rara en wargames, y se agradece que te crujes. Al principio no se aplana del todo una vez desplegado en la mesa, pero con el uso acaba quedando nivelado. Las medidas son 67 x 95 cm. El diseño gráfico del mapa es powergridiano, todo hay que decirlo, pero ha quedado bastante resultón, con esos dibujitos de ciudad en cada zona, por ejemplo. Vale que si cada ciudad hubiera tenido una imagen propia ya hubiera sido orgásmico, pero tampoco es cuestión de ponerse sibaritas. El colorido es majete. Los bloques son hermosotes y he de decir que me encanta ese tono de azul. Como pega, decir que un par de bloques de reserva hubieran sido bienvenidos. La calidad del troquel es mucho mejor que en el original polaco. No hay dados, este es uno de esos pocos wargames que no utilizan.
Las cartas son tamaño GMT (así me gusta, que lo pongan fácil para las fundas...) y visualmente son una gozada, con comentarios históricos, colores bien equilibrados, imágenes de la época, muy buena calidad de impresión...
El libreto de reglas es de sólo 8 páginas, a todo color, con ejemplos, notas históricas y esquemas gráficos. Las veo bien redactadas pero el resultado hubiera sido mejor utilizando un par de páginas más en total para no juntar tanto las líneas y extenderse en algún apartado, ya que hay casos concretos no contemplados en ellas. No es que ofrezcan muchas dudas, pero los jugadores más noveles de wargames podrían tener más preguntas de la cuenta tras leer el texto, debido a esa relativa brevedad. No obstante, insisto en que estamos ante un muy buen trabajo de estructura y orden en la exposición.
El libreto de escenarios también es bastante completo, ofreciendo bastante información. La disposición inicial de fichas, tanto listada como representada gráficamente a color, es todo un acierto, teniendo en cuenta que las ciudades del mapa serán desconocidas para la gran mayoría de los mortales que no hayan nacido por aquellos pagos.
Mecánica(Extraído de la reseña de The Eagle and the Star)
Strike of the Eagle es un juego de bloques con la clásica niebla de guerra que oculta información al oponente sobre de la fuerza de las tropas. Las cartas son la esencia del juego. Pueden ser jugadas para un uso solamente: refuerzos, obtención de órdenes, uso de combate o jugadas como eventos. Cada bando juega sus propias cartas, ya que hay un mazo polaco y otro ruso. Las cartas son limitadas (sólo 6 por frente y por bando para ser usadas durante todo un turno) así que la gestión de la mano debe ser sabia y sensata.
Las órdenes son dadas a través del uso de fichas que por un lado muestran símbolos que definen el tipo de movimiento a efectuar (mover desde, mover a, defender, marcha forzada…), mientras que por el otro lado tienen el símbolo de cada país. Las órdenes se colocan en el mapa con este símbolo de país boca arriba y se revelan posteriormente, así que hay incertidumbre (y por tanto posibilidad de faroleo) sobre qué órdenes ha usado el oponente en cada acción; este sistema es uno de los puntos destacados del juego. Hay siempre al menos dos órdenes a disposición de cada jugador por acción, para que en caso de que una carta sea jugada para otro propósito, un bando no quede totalmente inmóvil a nivel de activación de unidades. Como nota cachonda, el símbolo de los polacos recuerda mucho a Chtulhu
Tras realizar todos los movimientos, es el momento de los combates. No se usan dados en este juego: en su lugar, el resultado de una batalla se determina según una tabla que relaciona la fuerza total de un contendiente a un cierto número de bajas causadas al enemigo. La fuerza total se calcula sumando diversos factores: fuerza de los bloques que combaten, modificadores por ciertos tipos de movimiento y ataques de flanco, el uso de cartas de batalla y modificadores de combate de las cartas seleccionadas del mazo o de la propia mano. De esta forma, el factor de azar resultante es menor que en los dados. No hay bonificadores de terreno por defender o atacar, exceptuando algunas ciudades fortificadas.
Tras las batallas, se comprueba el suministro y las condiciones de victoria. El suministro se obtiene a través de líneas no cortadas por el enemigo que partan de ciudades clave, contando un cierto número de espacios. Los puntos de victoria se ganan al tomar ciudades clave, eliminar unidades enemigas, jugar ciertas cartas, vencer en batallas grandes y al final del juego, si se cumplen ciertas condiciones según el escenario.
Cada escenario se compone de turnos, cada uno de ellos compuesto por 5 acciones por bando. Al final de cada turno hay una fase de refuerzo, donde cada país recibe nuevas tropas según los puntos de refuerzo obtenidos a través de cartas y por controlar algunas ciudades del mapa. Además, cada escenario tiene su propia secuencia temporal de refuerzos, en beneficio del rigor histórico.
La iniciativa se refleja en dos tracks, uno por frente, y es la referencia para ver qué jugador coloca y resuelve órdenes primero. Las cartas y los resultados de cada batalla son los factores que provocan el movimiento de los marcadores de iniciativa. Como se puede imaginar, la iniciativa es fácil de perder y difícil de ganar.
Conclusiones El sistema de colocación oculta de órdenes crea un ambiente de tensión, intuición y deducción muy interesante, que sumado a la toma de decisiones, rica en posibilidades, hace que el juego ofrezca muchas horas de diversión. Con unas reglas sencillas de movimiento y suministro se crea un abanico de opciones que los jugadores explotarán y conocerán poco a poco, cagándola en las primeras partidas y luego realizando flanqueos y emboscadas impregnadas de maldad que harán las delicias de los estrategas más taimados. Las cartas, como suele ser habitual en este tipo de juegos, han de jugarse con sabiduría eslava, pero SotE presenta unas condiciones bastante severas: jugar cartas a tontas y a locas puede ser letal porque son muy valiosas y quedarse sin ninguna podría llevar a ser sodomizado lúdicamente.
El hecho de que las batallas sólo tengan como componente de azar un modificador de carta (que a veces se juega de mazo y otras de la propia mano) hace que los resultados sean previsibles, dentro de unos límites, así que cobran importancia dos aspectos: 1) saber a qué fuerzas se ataca y 2) elegir cómo y cuándo se ataca. Este último aspecto es uno de los más peliagudos y difíciles de dominar.
En cuanto a equilibrio, sin haber jugado todos los escenarios, aprecio que hay algunos bastante aparejados a primera vista pero otros no. El juego presenta constantemente una asimetría más o menos pronunciada entre bandos y/o frentes (lógico en wargames) pero conjura unas condiciones de victoria en cada escenario que compensen tales diferencias de despliegue inicial en cuanto a ubicación y/o fuerzas. De todas maneras habrá escenarios que dos jugadores de nivel parejo verán como disputados, y otros en que el que lleve a los polacos o rusos las pasará canutas, en función de la complejidad de cada uno para conseguir los objetivos. Por ejemplo, el escenario 4 es duro de narices para el polaco. A mí esto me gusta porque en los casos en que un jugador tenga mucha más práctica que el otro(s), supone un reto y una manera de hacer más interesante la pugna por la victoria.
La campaña completa, como se puede imaginar, va por fases: al principio los polacos acorralan a los rusos pero a medida que pasa el tiempo los amigos bolcheviques se hacen fuertes y avanzarán implacables hacia el oeste, así que los polacos tendrán que defenderse como gatos panza arriba en las fases posteriores para evitar que Bilbof o Gasteizgrado sean una realidad. Las acumulaciones de refuerzos a lo largo de la campaña serán claves para reponer las bajas en ataque de cada turno, y los controles de ciudades clave para suministro son vitales.
Si bien no sería un juego apropiado para iniciarse en wargames de bloques, no se puede decir que tenga unas reglas complejas. No sólo por abarcar el libreto sólo ocho páginas, sino porque no hay demasiadas cosas que aprenderse, ni excepciones raras. El escenario de aprendizaje no debería atragantarse a jugadores poco rodados en esto de los cuadraditos de madera. Sin embargo, la toma de decisiones conlleva bastantes posibilidades que podrían marear a los menos avezados. Todo depende del jugador, habrá algunos que aprendan a rodarse antes y a otros que les pueda costar más hacerlo por sí solos. Con la supervisión de un gruñón del género, un novato vería allanado el camino de la iluminación bloquera a través de este SotE.
Pudiendo abarcar desde el espectro de partida breve de horita y media, hasta la megacampaña de muchas horas, y pudiendo ser gozado por 2, 3 o 4 jugadores, ya se puede ver que SotE puede ser para mucha gente.
Diferencias con predecesor (por si veis el viejo barato, que ya nos conocemos):
-adición de bloques de líderes que permiten algunos matices de estrategia que tampoco son gran cosa
-cambios en la determinación de la iniciativa
-las unidades no están identificadas (número de división, etc.)
-mejor libreto de reglas en cuanto a redacción, exposición y aspecto visual
-mejores componentes: tablero duro, calidad gráfica y textos más claros de las cartas, más y mejores marcadores que en el original polaco. Incluso hay cubitos para el suministro, pero no se me confundan que esto no es un eurogame!
-muchos más escenarios… de esos que no se juegan en la puñetera vida
-este tiene microbadge