Ya sabía yo que era imposible que en este hilo no se hiciese referencia a Knizia. De hecho, en la web de donde saqué la “novedad” de Offrandes,
jeuxsoc de François Haffner, hace la “broma” de que Offrandes es uno de los mejores juegos de Reiner.
Pero a lo que quiero ir: ¿nos puede sorprender un mecanismo de subastas?
Bien, a mi ayer me sorprendio algo en relación al tema: hablando con un compañero de trabajo, profesor de economía, me dijo que “la oferta y la demanda”, mecanismo que parece regir el devenir económico de una gran cantidad de población mundial; es en realidad un mecanismo de subasta.
Es tan evidente que es difícil verlo, pero reflexionando un poquito se entiende rapidamente:
¿qué precio estas dispuesto a pagar por algo?; pues eso multiplicado por miles de “usuarios”.
En los juegos de subastas esa pregunta es esencial. Personalmente creo que en el Ra la relación entre las baldosas y el sistema de puntuación es una verdadera castaña pilonga. Ahora bien, tiene un sistema de subastas espléndido, excelencte; si no el mejor. ¿Por qué? Creo que por dos razones:
Primera, la limitación de opciones de las que dispones para responder a la pregunta nos facilita la elección; es más fácil saber a que atenerte, no puedes pujar lo que quieras, y eso, que a primera vista pude parecer un inconveniente, se convierte en una ventaja.
Segunda, es más fácil controlar “el poder adquisitivo” de los contrarios, elemento esencial para regular la oferta y la demanda. En los juegos con dinero, quedarte sin pasta te deja esa cara de bobo de ver como alguien se lleva algo bueno por una miseria. En el Ra es más fácil ver cuando ese miserable 1 o 2 se van a llevar un paquete proporcional a su valor.
¿Y que pasa con el Offrandes? No creo que sea el propio juego el que te ponga unos límites claros sobre como pujar. Debe ser mucho más difícil saber que cantidad es la correcta para pujar. (En Ra, repito, la limitación de tus opciones, favorece la toma de la decisión más adecuada) pero al final toda la gracia creo que está en evaluar cuál es el “verdadero” precio de las cosas, sabiendo de lo que dispone cada uno.....es decir, que importa mucho lo que quieras involucrarte en los cálculos de lo que conviene a cada uno........y saber aguantar para que seas tú el que se lleva un buen paquete por una miseria.
Y todo esto sin haberlo jugado.