Que bonitos!!!
Un buen juego con una buena historia detrás es como comprar un buen libro.
Puede que esté mirándote en la estantería durante mucho tiempo, pero sabes que un día lo sacarás de su reposo de madera para acunarlo en tus manos y dejar que los ojos lo acaricien y las historias que contiene se vayan colando por entre los intersticios de tu mente. Un buen juego es como una buena historia. Una buena histora de esas que se comparten y se disfrutan mejor en buena compañía, con los amigos en torno a un fuego y un coñac, comentando sus giros y enrtresijos, interpretando los detalles, riendo los gazapos.
Si te gusta, es más, si te apasiona el tema, cómpralo. Puede que lo tengas un tiempo más largo o más breve alejado de tí, pero será como un encuentro con los buenos amigos, a los que siempre te alegras de volver a ver, y será una velada memorable, cuyo recuerdo amenizará la espera hasta la siguiente vez que os veáis.
Un juego, efectivamente, está hecho para ser jugado, pero no necesariamente de forma inmediata. Muchos libros que tengo en reposo, están bien donde están. Cada libro, cada historia, cada juego, tiene un momento para ser jugado. Adelantar ese momento no le hará ningún favor.
Compralo.
Además sabes que, si algún día se acaba tu particular historia de amor con ese mundo de cartón satinado, no habrá rencores por ninguna de las partes. Simplemente os diréis adios con una sonrisa de complicidad y quien sabe, quizás algún día volvais a encontraros en mejores circunstancias y retoméis el calor de los buenos momentos que compartísteis juntos.
A mi me pasa continuamente.