Ayer recogí, destroquelé, enfundé y embolsé mi copia de Lewis&Clark segunda edición. Dado que todavía no he jugado, me limitaré a evaluar los componentes (Lo que puede ser de interés tras el "mini escándalo" desatado en BGG ante la respuesta de LudoNaute -
http://boardgamegeek.com/thread/1147202/sloppy-job-with-2nd-printing/page/1)
EDITO: -Visto el Wall of Text que me acabo de marcar, le meto un par de imágenes de componentes de la BGG para hacerlo más ligero xD-
La caja es de tamaño estándar de juego americano. A mí no me desagrada la caja cuadrada, dado que se corresponde con la de la mayoría de mis juegos (en mi pequeña colección únicamente el Carcassonne tiene caja rectangular, y nunca sé cómo colocarlo en la balda). Aunque la caja es demasiado grande para los componentes del juego, el inserto está bastante bien planteado, lo que ayuda a disculpar la cantidad de aire que contiene la misma. El espacio no está optimizado, pero el inserto es cómodo.
Este inserto incluye, bajo el espacio para el tablero central y los tableros de jugador:
-Un área para las losetas (con orificios para que sea sencillo sacarlas con los dedos)
-Dos espacios para las cartas -en mi caso, uno para las cartas "de encuentros" y otro para las cartas "iniciales", aunque cabrían todas en cualquiera de ambos huecos- (y hay holgura más que suficiente para que quepan una vez han sido ENFUNDADAS, algo para mí muy importante y que desgraciadamente suele ser pasado por alto por las editoriales).
-Una gran área central abierta para los hexágonos de madera que simbolizan los recursos. Es muy grande y parece cómoda para tomar recursos de ella durante el juego, pero por otro lado, da la sensación de que al estar guardada, los recursos se moverán demasiado. Lo curioso es que se supone que el tablero ya incorpora unos espacios para colocar los recursos disponibles durante la partida, con lo que este espacio no sería imprescindible. No obstante dejarlos en el espacio del inserto es una buena opción en caso de que no se quiera llenar innecesariamente el tablero, que ahora se ha encogido, con hexágonos de madera. En mi caso los he embolsado (usando tres bolsas, cada una con dos recursos) para asegurarme de que no bailan demasiado cuando se guarden, y durante el juego los colocaré en el tablero, aunque podría cambiar de opinión.
-Tres pequeños huecos bajo los tableros de jugador. En mi opinión perfectos para 1) los meeples de indios, 2) los meeples de exploradores y tokens de campamento, y 3) Tokens para juego en solitario, multiplicadores de recursos y modificadores de ruta. O bien se podrían colocar aquí los recursos agrupados de dos en dos (comida+madera, pieles+herramientas, piraguas+caballos)
Con respecto a la caja en sí, a parte de su tamaño, hay otros puntos controvertidos. En concreto, la trasera, que no incluye texto, pero no está nada cuidada a nivel de diseño gráfico. En esencia, parece que simplemente hayan diseñado una trasera típica... y eliminado el texto, quedando una composición de imágenes y huecos vacíos poco atractiva. Esto se debe a que toda la caja es una edición multilenguaje y no incluye texto dependiente del idioma. Lo único que varía entre los distintos países es el manual de reglas. La contraportada del libreto de reglas está diseñada como "trasera de la caja" y actúa como tal al estar embalado, puesto que el juego se vende con el manual fuera de la caja, embalado detrás de la misma.
No obstante, esto no es excusa para no haber preparado una trasera más agradable. Especialmente sabiendo que no iba a verse hasta la compra y que por tanto no requería que mostrara componentes del juego o texto explicativo, podría haberse utilizado para mostrar más arte (uno de los puntos fuertes del juego) O al menos disponer las imágenes de los componentes de una manera más interesante.
De una manera similar, el lateral de la caja que queda a la vista al colocarlo en la estantería es, de lejos, el menos interesante y llamativo de todos los juegos en mi modesta colección. Una simple continuación del arte del frontal de la caja, pero difuminado hasta el punto en el que no se puede apreciar detalle alguno, sobre el que se recorta el logotipo del juego. De nuevo, algo de arte original habría sido muy bien recibido.
Obviamente, estos problemas con la caja tienen un origen claro: tratar de mantener el precio del juego en esos 45 euros. Producir arte para ese lateral y la trasera habría repercutido en el coste de producción. No obstante, dada la gran calidad de las ilustraciones y que se trata de un trabajo que no tiene por qué depender del número de unidades producidas, me pregunto si realmente habría repercutido tanto en el precio final del producto al usuario y cuán grande es la oportunidad que se ha perdido al decidir privar a esas superficies de arte extra.
Las piezas de madera que incluye el juego son de gran calidad. Los meeples de indio y explorador son una gozada, y tienen muy buen acabado. La única queja posible al respecto es el hecho de que los colores escogidos para diferenciar jugadores pueden confundirse con relativa facilidad.
Es una lástima, no obstante, que lo único que diferencie a los meeples de explorador es el color, pues son las únicas piezas de jugador que no están marcadas con el símbolo del mismo, por lo que tengo mis dudas de que el juego sea apto para jugadores con problemas de percepción de color. De no serlo sería una lástima ya que todos los demás componentes son perfectamente compatibles con jugadores que sufran daltonismo. Usar un rotulador permanente para marcar los meeples de explorador siempre es una opción, pero sería de agradecer que viniera de fábrica. Una vez más, los meeples con elementos pintados en un segundo color tienen un coste mayor y todavía no están demasiado extendidos. Una lámina de pegatinas seria otra opción, pero de nuevo, implica añadir un elemento más a cada copia del juego. Entiendo que se trata de otra medida para abaratar costes. Es una lástima pues algunos de los colores de explorador pueden confundirse bajo mala iluminación incluso si no se padece de problemas de vista.
Las ochenta y cuatro cartas que incluye el juego son de una cálidad estándar. El acabado es muy bueno, y su tamaño y el uso de iconos para explicar los efectos de las cartas permite disfrutar plenamente de la obra del ilustrador que, como he dicho es un punto fuerte del juego en lo referente a sus componentes.
Cada carta tiene una ilustración única. Incluso las cartas iniciales, que representan las acciones básicas del jugador, están ilustradas de manera diferente para cada jugador, aunque funcionalmente se trate de la misma acción. Francamente, una gozada.
La información está correctamente distribuida en las cartas, y es de agradecer la representación gráfica en el dorso de la misma de tres "Huecos para meeples de indios" de los cuales aparecen rellenados tantos como "fuerza" tiene la carta. Es una manera muy intuitiva de representar el concepto y sus menudencias en las reglas (uso de cartas como fuerza para otras, combinar fuerza de cartas e indios, valor máximo de fuerza...)
Sí es cierto que la información de las cartas pueden parecer en un principio distribuida de manera extraña, con redundancia o posicionada en lugares a priori poco intuitivos. Esto se debe a cómo se colocan las cartas una sobre otra e interaccionando con el tablero en el Diario de encuentros, y parece que funcionará muy bien una vez nos acostumbremos a ello, todo un desafío de diseño.
Si tuviera que poner alguna pega a las cartas (a parte de que la fuente del texto me parece demasiado enrevesada y pequeña) esta sería que la iconografía utilizada para describir sus acciones es poco clara, y parece quedarse corta para expresar la complejidad de algunas acciones, con lo que referenciar el magnífico listado del libro de reglas será inevitable durante las primeras partidas. Afortunadamente, al no haber información oculta en el juego, no hay problema por preguntar a cerca de los efectos de las cartas.
En realidad los textos explicativos son poco extensos, lo que me hace pensar si podrían haber sustituido a los símbolos en las propias cartas (seguramente convirtiendo esa franja vertical para iconos en un espacio horizontal tradicional para texto). No obstante, es obvio que esto habría implicado tiradas de impresión más cortas y mayor coste de producción.
Tenemos también una buena cantidad de tokens de cartón de un grosor respetable. Entre ellos están los multiplicadores de recursos, que cumplen su función si muchas pretensiones. Dudo que alguien prefiera esos tokens a más hexágonos de recursos y no necesitar los tokens. De nuevo, más caro. He de destacar que en todas las copias del juego que he visto, de las dos planchas con estos contadores hay al menos una plancha que tiene el troquel ligeramente desplazado hasta rozar el dibujo, más allá del borde grueso que se dispone normalmente. Es únicamente un detalle que no me agrada encontrarme, pero sólo ocurre en estas piezas, que tendrán un protagonismo muy limitado, y no desmerece ni desfigura las mismas en demasía.
Con respecto a los modificados de terreno (montañas, transiciones y ríos) son correctos, y me sorprendió la gran cantidad de ellos que incluye el juego, para tratarse de una variante. Además, están los Tokens de recursos para el juego en solitario, igualmente correctos.
Los marcadores de campamento son piezas de cartón en forma de lágrima para indicar tu posición real en el río. Son pequeños para que sea fácil colocar varios apuntando a una misma casilla de río y cumplen su función, pero no puedo evitar pensar que chirrían al colocarlos junto a los exploradores de madera. En lugar de que las dos piezas que marcan tu avance en el tablero sean una de madera y otra de cartón, sería ideal que ambas fueran de madera. Una lágrima de madera habría funcionado igual de bien y tendría mayor presencia en el tablero junto al explorador. De nuevo una opción mejor, que se agradecería, pero que habría encarecido el juego.
Los tableros de expedición individuales y losetas de barco son robustos y funcionales, además de mostrar bien el arte del juego. Las losetas se integran a la perfección con los tableros, lo que es muy bueno.
Y finalmente llegamos al tablero principal donde se desvela ante nosotros el magnifico trabajo del ilustrador. El tablero es, con diferencia, el componente más digno de crítica negativa dentro de la caja. Se trata de un tablero de un grosor convencional, pero unos acabados que no merecen más que un "aceptable", con suerte.
Para empezar salta a la vista que el tablero central es precioso. Luego reparamos en que ese tablero, formado por cuatro secciones dobladas, no llena la caja, sólo dos tercios de la misma. Después de ver otros tableros no diré ya de seis pliegues, pero sí de cuatro, que llenan toda la caja, el tablero se antoja pequeño, y es una lástima que no haya llenado al menos toda la caja para dar más espacio para el ilustrador.
Finalmente, aunque la superficie del tablero parece tener una resistencia razonable, el plegado de las esquinas del mismo es peor a lo que estamos acostumbrados, y el doblez central presenta obvio desgaste pese a ser la primera vez que desplegamos el tablero. Así pues, una línea blanca recorre verticalmente la mitad inferior del centro del tablero, lo que desmerece en cierta medida la obra de Vincent Dutrait. Este pliegue en concreto parece el menos durable y aunque no amenaza con romper por ahora, tampoco transmite confianza alguna.
En resumen, el juego tiene unos componentes correctos, cuya producción está plagada de recortes de presupuesto. La principal decepción con diferencia es el tablero. Hasta qué punto se habría vendido este juego si se hubieran mejorado los componentes y se hubiera vendido a 60€ es algo que nadie conoce, pero si realmente la jugabilidad del juego está a la altura de lo que se dice, puede que al menos yo, que soy un maniático de la calidad en los componentes, acabe deseando que hubiera sido así.