Saludos:
Este año me prometí tratar de jugar solo a
wargames y he logrado ese noble objetivo. Dada mi actual sequía lúdica, me vienen bien estos atracones para sobrellevar la posterior travesía del desierto.
El viaje de ida y vuelta desde Burgos resultó agradable en compañía de
Bargerald -al que ha sido un placer conocer-, conversando sobre nuestro interés común en los juegos de guerra. Mi querido amigo
Ángel también iba a venir desde San Sebastián, pero problemas de última hora se lo impidieron (y según parece también le impidieron acordarse de avisarnos...
).
En fin, tengo que darle la chapa de identificación por la que ha pagado 85,00 €.
Puesto que ninguno de los dos teníamos plan,
Bargerald y yo jugamos tres sesiones el viernes por la tarde-noche:
W1815 (es decir, Waterloo 1815)
El juego promete que puede jugarse en 15 minutos, y la verdad es que no exagera demasiado. En una hora nos dio tiempo a explicar las reglas y jugar dos veces (una victoria cada uno). Siendo como es un jueguinchi, su diseño me ha parecido ingenioso, y refleja todos los hechos más notables y las peculiaridades de la archiconocida batalla (de la que hoy por cierto se cumple el bicentenario). Eso sí, las dosis de azar son elevadísimas.
FAB: The Bulge (Batalla de las Ardenas 1944)
Bargerald tuvo la amabilidad de introducirme en este wargame, que ha sido un muy agradable descubrimiento para mi. Es sin duda el juego de bloques que más me ha gustado de entre los que he probado hasta ahora. Reglas asequibles, con mecánicas muy bien entrelazadas, y sobre todo enormes dosis de diversión. La partida en si fue mal para los alemanes, puesto que no lograron crear la
protuberancia que da nombre a la batalla.
Tras un corto pero reparador sueño, llegó el sábado, en el que pude jugar otras tres sesiones:
Hearts and Minds: Vietnam 1965-1975Una gozosa sesión matutina con
Argeleb, al que introduje en los secretos de este magnífico juego con motor de cartas. El olor a napalm se mezcló con el de las tostadas del desayuno, y juntos chapoteamos en los arrozales y el delta del Mekong. A los charlies les faltaba motivación, así que me fue fácil adelantar la llegada de los McDonald's 40 años.
Across Five Aprils (Batallas de la Guerra de Secesión de EE.UU.)
Bargerald y yo nos enfrentamos en la batalla de Pea Ridge, aunque el verdadero espectáculo no estuvo en el campo de batalla, sino en nuestro comentarista de cabecera
Argeleb y sus hilarantes ocurrencias. Optamos por dejarlo en tablas, saciados ya de risas.
Guerra del AnilloLa cama ya me ponía ojitos cuando
Argeleb me convenció para una partida nocturna de este juego tan sublime. Imposible negarme. Lo que ocurrió después fue una sodomía metódica y programada de los buenrollistas manuchaicos Pueblos Libres por los industriosos y modernos orcos, trolls y trasgos, liderados por sus ilustrados señores Sauron y Saruman. Ni Peter Jackson "el Prolongador" hubiera sacado más de un cortometraje de esta partida...
El domingo el cansancio hacía ya estragos y el albergue empezaba a parecer el escenario de una peli de zombis. Había acordado hacer una sesión de introducción a los wargames para los interesados, y cuatro personas acudieron puntuales a la cita. El juego escogido fue:
Cruzada y Revolución: la Guerra Civil Española, 1936-1939Puede parecer manipulación por mi parte, pero fue
Kalino el que lo propuso. Puesto que ha adquirido el juego hace poco, matábamos dos pájaros de un tiro. Mis disculpas por no recordar los nicks de los otros tres participantes.
Kalino, hazme el favor de indicarlo tú, por favor.
Se nos unieron dos veteranos de los wargames,
Arensivia y
Argeleb, con lo que hubo ¡TRES! partidas de CyR simultáneas.
Los jugadores soportaron pacientemente mis plúmbeas explicaciones, y después jugaron el escenario introductorio de Guerra de Columnas. Creo que disfrutaron la experiencia, y seguirán explorando el juego y el universo de los wargames, así que me doy por satisfecho. Arensivia ya conocia el juego. Las amables palabras de Argeleb unos mensajes más arriba me resultan muy satisfactorias.
No había tiempo para más. Sólo he mencionado las partidas, pero
hay infinidad de otras cosas muy satisfactorias que son las que de verdad hacen que las CLBSK merezcan la pena: la comida de bienvenida, conocer a tanta gente, volver a estar con viejos conocidos, las conversaciones aquí y allá, curiosear por las partidas, las pausas de revituallamiento... Mi agradecimiento y reconocimiento a los que hacen todo esto posible. Que sepáis que valoramos vuestro esfuerzo. Ah, y encima volvió a tocarme un premio (aunque ya no quedaban wargames...
).
Para mi, que vivo apartado desde hace unos años y tengo pocas ocasiones para jugar y estar con otros aficionados, estas CLBSK son un lujo. ¡Gracias!
David