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Trampington

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #90 en: 24 de Diciembre de 2016, 21:59:47 »
Todos estos debates e pueden resumir:

"Señor!. ¿como es que se trae un traje de faralaes y esta ensayando sevillanas a un concurso de raperos? "

Mundos y tiempos distintos.

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #91 en: 25 de Diciembre de 2016, 20:33:14 »
Mi humilde opinión sobre el tema es que la Realidad la conocemos a través del lenguaje (haciendo una interpretación amplia de lenguaje), que son nuestras "gafas" para poder aprehenderlo. Si nos quitásemos esas "gafas" no veríamos nada así que no tiene nada de malo reconocer que estamos "sometidos" a esa limitación , naturalmente. Es muy guay ver la realidad con gafas, nos hace ser lo que somos y no retrasados, animales o dioses.

Cierto, el lenguaje es uno de los filtros de la realidad. Pero hay mucho más. Nosotros formamos el lenguaje por la facultad de la razón, que opera con los conceptos, pero además de eso compartimos con los animales los sentidos y el intelecto, que forman la intuición empírica, es decir, el conocimiento más inmediato de la realidad, para el cual son necesarias las formas puras de la intuición: el espacio y el tiempo.

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #92 en: 25 de Diciembre de 2016, 20:50:18 »
Voy a aprovechar un rato que tengo para responderte, pero por las fechas en las que estamos creo que después no voy a perder más tiempo. Si tus preguntas fuesen sinceras te alegrarías de obtener respuestas, pero no dejas de esquivarlas y de buscar la pregunta N+1.

1) El método científico. Desde el principio nos enseñan que todas las opiniones merecen ser oídas, pero que todas han de estar dispuestas a recibir la opinión que merecen. Como te he dicho, avanzamos haciendo propuestas absurdas, que en muy contadas ocasiones se transforman en descubrimientos, pero que en la mayoría de los casos reciben el veredicto de absurdo. Como también te he dicho, recibo muchos mensajes con teorías nuevas revolucionarias, la gran mayoría tienen pinta de venir de jubilados (cartas con fórmulas manuscritas) y/o locos, pero hasta esas las leo.

Por supuesto que mis preguntas son sinceras. Tú mismo lo dices más adelante: “lo preguntabas en serio”. Pero que tú opines que he estado diciendo “barbaridades” solo se debe a tu desconocimiento sobre otras areas del conocimiento humano. Es normal si no has salido nunca de tu círculo. Si alguna vez te animas a leer filosofía, seguramente te encuentres con muchas de esas “barbaridades”. Si haces el esfuerzo no solo por leer, sino también por comprender, dejarán de serlo. Aquí, en cambio, sí se han visto barbaridades, de las que van sin comillas y en cambio van muy en negrita, y son tuyas:

1) Que en 1916 no se tenía ni idea de lo que había mas allá de las nubes. Porque no se sabía lo del hidrógeno en el Sol, pero los planetas no eran meras “bolas” entonces, como pretendes, y había todo un conocimiento astronómico al que tirar a la basura como “ni idea” no solo es irrespetuoso, sino falso. Eres tú quien deja en mal lugar a la ciencia, franchi, no yo.

2) Que la filosofía, es decir, ese paso del mito al logos que se inició en la Grecia antigua, el pensamiento humano en su aventura y su necesidad de preguntarse “qué es el mundo, qué es la vida, qué soy yo, qué es el conocimiento, qué es la realidad, qué es el ser...” más allá del saber puramente científico, que todo eso, digo, es tan solo mera opinión del mismo valor que unas ideas sobre hombrecillos verdes y un “cielo” sin dinosaurios. No, franchi, no solo el conocimiento científico posee valor más allá del que tiene una idea arbitraria sin fundamento. La psicología analítica de Carl Gustav Jung, por ejemplo, no puede llegar a la demostración científica porque el objeto de su estudio es extremadamente complicado: la psique humana. Pero no por eso está a la misma altura que “los hombrecillos verdes”. De la misma forma, y a la inversa, los “hombrecillos verdes” no puede ser una idea aceptable, como has afirmado. Es una mera invención gratuita y sin fundamento. Pero es que además, no se trata ya de ideas no demostrables. Cuando pretendes que la filosofía es solo opinión, lo que estás demostrando es ignorancia, como ya he mostrado antes. ¿Por qué esa arrogancia, franchi? ¿no hablabas de humildad? La arrogancia basada en la ignorancia es un espectáculo cómico y a la vez triste.

Cita de: franchi
2) Ves como no paras de decir que yo de filosofía "conozco 0" y no me rasgo las vestiduras? Y lo más curioso es que, leyendo este hilo y el que has enlazado, me doy cuenta que de filosofía sé mucho más que tú de ciencia, pero eso me tiene sin cuidado, debe ser un mecanismo tuyo de protección. Cuando preguntabas "qué es el átomo" (el 'fenómeno') no te he dado la respuesta porque creía que estabas de broma. Pero ahora me doy cuenta de que lo preguntabas en serio, no tienes ni idea! Me parece muy fuerte que la mayoría de la población no lo sepa casi un siglo después, pero que uno de los que no lo sabe se meta en foros a dar lecciones sobre lo que sabemos del átomo y otros temas relacionados me parece aún más fuerte.

Yo tampoco me las rasgo si tu dices que conozco 0 de ciencia, simplemente es que no creo que sea cierto. En primer lugar, ciencia no es solo física, ni siquiera es solo ciencias naturales. A mi la biología, por ejemplo no me es en absoluto ajena. He leído a Darwin y a Albert Lehninger entre otros. En cuanto a física, siempre han andado por casa revistas de “Investigación y Ciencia”, y por supuesto, Carl Sagan. También he leido la “Historia del tiempo” de Hawking y otras cosas. No he profundizado nada, pero si he entendido algo de todo esto o no, eso sería discutible. Lo que no es discutible es que si has dicho que la filosofía solo puede ser mera opinión de igual valor que los hombrecillos verdes, es que no sabes lo que es la filosofía.

Pero dejando a un lado estas rencillas, cuando preguntaba “qué es el átomo”, preguntaba por el ser del átomo, es una pregunta filosófica. La realidad última, el ser en sí de las cosas no es nuestra representación de ellas. Este es el asunto clave en todo esto. Durante milenios, el conocimiento científico tan sólo había estado enfrascado en los fenómenos que observamos. Pero no se daba tanta cuenta de que esos fenómenos tienen toda una mitad en el otro lado: el propio observador, el propio conocimiento, que condiciona por completo lo conocido. Es en cambio la filosofía la que se adentra en ese terreno y se pregunta ¿qué es el conocimiento?, ¿qué es posible conocer? ¿En qué medida nuestra realidad está mediada por él? Y la conclusión de Kant es sorprendente: tiempo y espacio también dependen del sujeto cognoscente, ya que son las formas a priori que precisamente hacen posible la experiencia de un mundo exterior a nosotros, la condición de posibilidad de la intuición empírica (nuestra realidad).

No es posible, pues, saber lo que es el átomo, puesto que saber implica dar una forma concreta acorde al conocimiento, crear una representación, un fenómeno. No es posible saber lo que es, sino solo lo que vemos, pensamos, sentimos o intuimos.

Pero es más, incluso si solo nos atenemos a nuestra representación y al conocimiento de la física, sigue sin ser posible saber exactamente lo que es, sigue existiendo algo que se nos escapa, como tu mismo afirmabas en relación al núcleo atómico. Crear un modelo explicativo no es tener un conocimiento cabal en este caso, ya que ese modelo puede diferir en un futuro mediante otro paradigma. Y si se intenta penetrar en la naturaleza de las partículas subatómicas, volvemos a entrar en la cadena de enigmas que nunca puede ser resuelto: ¿qué es una “partícula”? ¿es una bolita, hecha de algo? ¿de qué? ¿Es “energía”? ¿qué es “energía”?... Lo que ya indica la insuficiencia y la relatividad del conocimiento, puesto que solo somos una especie animal concreta y limitada.

Pero con toda la arrogancia y contradicción del mundo afirmabas: ”Sabemos exactamente lo que es desde hace muchas décadas” ¿Es esto la humildad que predicas solo para los demás?


Cita de: franchi
3) El tiempo. Estoy simplificando mucho las cosas para que las puedas entender, pero como todas las disciplinas la física es muy complicada de explicar en detalle a un no iniciado. No es un menosprecio, yo soy muy ignorante en muchísimas disciplinas y no me ofendo cuando me lo dicen. El ejemplo de alcanzar un detector es el más sencillo que te he podido encontrar, pero tenemos muchísimos más, que no te podría explicar aquí (si alguna vez pasas por Caen te invito a mi laboratorio). Cuando hablamos del tiempo no hablamos de velocidad, sigues sin entenderlo y sigues queriendo discutirlo. El tiempo es una dimensión más, y tu definición clásica de variación respecto al tiempo por supuesto que no funciona para él mismo. Es un espacio a cuatro dimensiones, en el que unas variables varían respecto a otras, y en el que si entras sin a prioris te puedes mover con mucha libertad, pero si entras con a prioris no podrás entender nada. Como te he dicho, un buen científico tiene que dejar los a prioris atrás.

Claro que quiero seguir discutiéndolo, porque no queda nada claro y el debate es sano. ¿Por qué se dice que el tiempo es una dimensión más, cuando estamos hablando de algo que conocemos internamente como radicalmente distinto del espacio? ¿Es una dimensión más porque se quiere poner en ecuaciones matemáticas como una dimensión más? ¿Dónde se ha observado ese tiempo como “una dimensión más”?

Evidentemente, el problema clave es el del concepto de tiempo. ¿Qué se está entendiendo por “tiempo”?  Porque de lo que estamos inmediatamente seguros es de nuestra experiencia del tiempo, del sentir interno que implica sucesión. Algo sobre lo que nuestra consciencia crea un centro: el presente, de tal modo que todo lo pasado y futuro queda como una mera fantasmagoría (¡Y precisamente soy yo el afortunado de poseer ese presente, y no toda la vida que me precedió!) ¿Hay un tiempo que no es esto, sino que está ahí fuera y se curva y vibra? ¿Qué autoriza a pensar que ese sea el tiempo “verdadero” y no el intuido? ¿Se ha detenido la física a analizar el concepto de tiempo, o simplemente se ha acostumbrado a colocarlo como un elemento de sus ecuaciones?

Pero afirmas que puede ir “mas despacio” o “más rápido”. ¿acaso no implica eso velocidad? ¿qué estás queriendo decir entonces con “rápido” y “lento”?

Cita de: franchi
4) Las curvas y el marco.
Aquí tengo que volver a la cuestión ya planteada: “deformación”, “curva” son conceptos que implican el espacio, que lo necesitan como un marco de referencia. No es ni siquiera pensable lo curvo si no es en el espacio. Por lo tanto, suponer que el espacio “se curva”, implica que hay un segundo espacio sobre el que es posible la curva. Más absurdo resulta aún en el caso del tiempo. ¿Y qué es esa propiedad, esa “fuerza” de la masa que hace deformar el espacio-tiempo? ¿es la gravedad? No puede serlo porque eso sería caer en la falacia de causa sui (causa de sí mismo)

Lo que tú llamas absurdo y falacia no es más que tu incapacidad para entenderlo, con nuestro cerebro en 3d, y con nuestro lenguaje en 3d. Por eso son importantes las reducciones del problema a 2d o 1d, como hizo Sagan. Yo de estudiante decía "para qué estudiamos modelos en 1 o 2d, si la realidad es en 3?". Tenemos que ser capaces de extrapolar lo que entendemos en menos dimensiones, y que podemos visualizar y denominar (como las 'curvas'), hacia mundos de 4 o mas dimensiones que no podemos imaginar. Pero no caigas en el error de, porque tú no puedas imaginarlo, decir que es una falacia o un absurdo.

Toda curva requiere un espacio de como mínimo, las dimensiones en las que se forma esa curva. Si se trata de una curva en 4d, entonces será necesario un espacio en 4d. Pero nunca lo curvo es el propio espacio. Este es el concepto absurdo. Toda curva, como concepto, por definición, requiere de un espacio donde se hace posible y que de ningún modo es la propia curva. Por lo tanto, si se afirma que el espacio se curva, no puede tratarse en realidad de ninguna curva, sino de un ente extraño, inimaginable e inencontrable.

Y no respondes a la pregunta: ¿qué es esa propiedad, esa “fuerza” de la masa que hace deformar el espacio-tiempo? ¿es acaso la gravedad? No puede serlo porque eso sería caer en la falacia de causa sui (causa de sí mismo). Esto no sería falacia porque no se pueda imaginar, es falacia porque nada puede ser causa de sí mismo.

Cita de: franchi
5) La fuerza (no la de SW, la de verdad).
Me alegro de este ejemplo, porque sirve muy bien para aclarar la diferencia entre ciencia y filosofía. Tú te conformas con decir que hay “un portador” que se “intercambia” y así actúa ejerciendo esa fuerza. Pero el conocimiento no puede detenerse ahí, sino que debe seguir preguntando: y bien ¿qué es ese portador? y ¿por que actúa? ¿por qué se intercambia? ¿Qué es lo que en última instancia hace funcionar la fuerza, por qué algo se mueve hacia algo, interactúa, lo repele, etc? Ese ir hasta el final es lo que hace al filósofo.
Por qué dices que me conformo con saber que es el intercambio de un portador? Y que es el filósofo el que sigue haciendo preguntas? Sigues demostrando mucha ignorancia del método científico. Tú me has preguntado qué es la fuerza, y yo te lo he dicho. Pero también sabemos lo que son los portadores, y también sabemos por qué actúan entre según qué cuerpos, no paramos de hacernos preguntas. El filósofo no podía hacer la segunda pregunta hasta que la ciencia le hubiese dado la respuesta a la primera. Y no podía hacer la tercera hasta que le diésemos la respuesta a la segunda.

No, el filósofo siempre puede hacer la pregunta, siempre sobre la base de el actual estado de la ciencia. Aquí estamos como con el átomo: siempre habrá algo que se escapa, algo inexplicable, debido a la limitación del conocimiento.

Cita de: franchi
Veo que no te has leído el libro de Galfard, "El universo en tu mano". Te lo recomiendo sinceramente, porque aborda precisamente ese tema. La imagen del científico inculto (más allá de su ciencia) y poco curioso que descubre 'ladrillos' y del filósofo que se pregunta por qué y cómo no sé de qué siglo viene, creo que ni siquiera del XVIII. Está claro que cuando menos sabíamos había más espacio para la elucubración, y que como he dicho antes el progreso del conocimiento ha quitado terreno a las discusiones arbitrarias sobre el por qué de ciertas cosas.

Si te lees ese libro verás que los científicos no paramos de hacernos preguntas, incluidas el por qué de las cosas y el "ir hasta el final". Por supuesto todo el mundo puede hacerse esas preguntas, nadie tiene el monopolio, pero hay que tener la honestidad de aceptar cuándo se trata de opiniones y cuándo no. Galfard se desplaza desde nuestros días hacia el Big Bang y va detallando lo que sabemos y hemos comprobado y a partir de qué momento ya no tenemos certeza, y el terreno queda abierto a la opinión. Y emite una serie de opiniones sobre lo que puede ocultarse más allá del horizonte observable, sobre la posibilidad de que este universo forme parte de una serie de intentos, sobre otras hipótesis hoy consideradas absurdas... dejando claro que hoy en día no son más que opiniones, y en algunos casos proponiendo pistas de cómo validarlas o refutarlas. Según tu forma de encasillar a la gente, es un científico y/o un filósofo? El hecho de ser científico le impide emitir opiniones, o hacerse preguntas sin cesar?

No lo he leido pero me lo apunto, porque promete ser interesante. Y no se trata de encasillar a la gente: la cuestión es: ciencia física y filosofía son disciplinas diferentes, pero la persona, el ser humano, (el hombre científico o el hombre filósofo, como diría Unamuno), parte inevitablemente de preconcepciones, de una idea sobre los conceptos fundamentales, de una visión del mundo. Todo el mundo es en cierta forma un filósofo. En física esto no supone solo especular con lo que hay más allá de lo estrictamente probado, sino que está ya en la base de las propias teorías, que forman como un enorme paradigma materialista extendido en toda la historia y que parece difícil que alguna vez se sustituya tras alguna revolución científica. El paradigma condiciona la teoría. Incluso la prueba empírica científica, a la que tanto valor se le suele dar, puede cuestionarse hasta cierto punto, como hacía Thomas Kuhn, porque la forma de probar puede estar cargada de la propia teoría. Pero el verdadero filósofo debe darse cuenta de todo esto y allí donde ve filosofía (y no exactamente ciencia) entre científicos, confrontarla con otras visiones filosóficas si es necesario, y mostrar que cuando el científico pretende decir “se sabe lo que es el átomo” o “se sabe lo que es la fuerza”, hay en realidad siempre algo oculto y desconocido.

Cita de: franchi
Cualquiera puede decir que detrás del Big Bang se esconde una tortuga gigante que sopló y lo inició, pero eso será su opinión. O que detrás de la fuerza que liga dos cuerpos hay hombrecitos verdes que juegan con ellos, también muy aceptable mientras deje claro que es una opinión. La Mecánica o la Optica de Newton no son opiniones, ni la Relatividad General de Einstein. Son teorías que se pueden demostrar o refutar. Y que no se rasgarán las vestiduras si alguien las refuta inequívocamente. En vez de "desde Kant se sabe" tendrías que decir "Kant opinaba".

Y con esto llego a una vivencia personal que veo tiene relación con esta discusión. Hace unos años murió de cáncer el niño de una amiga, y antes de morir un cura le dio la comunión (para que no fuese al Infierno). El cura para tranquilizarlo le dijo que iba a ir al cielo, y el niño le preguntó si iba a estar allí su perrito, que había muerto unos años antes. El cura le dijo que claro que sí, que todos los animales van al cielo también. Y entonces el niño le dijo "pero si todos van al cielo, también habrá dinosaurios?". Imaginad la cara del cura, que no se esperaría que un niño le razonase sus 'opiniones'. La cuestión no es que nadie se deba preguntar si hay un cielo, o si en él habrá dinosaurios. La cuestión es que CUALQUIERA puede hacerlo, un cura viejo o un niño de 10 años, y que en materia de opinión todas valen lo mismo, mientras no se demuestre lo contrario.

Esta es la parte sin duda menos afortunada de todo lo que escribes y ya he puesto de manifiesto la equivocación en la que te encuentras. NO, Kant no opinaba, ni su obra está al lado de ese cielo sin dinosaurios ni esos hombrecillos verdes.

Habrá que tener fe, por otra parte, en que esa anécdota es una vivencia personal, y no ya porque la idea ya estaba en un documental con ese nombre “No dinosaurs in Heaven”, sino sobre todo porque me imagino que habrá que irse a un ambiente de creacionistas acérrimos para que la idea de los dinosaurios cause sorpresa o rubor en un caso así. De verdad que quiero imaginarme la situación real con un sacerdote católico de hoy y no logro encajarla con lo que dices. ¿O es que también desconoces la religión?
« Última modificación: 28 de Diciembre de 2016, 02:15:33 por madelcampo »

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #93 en: 25 de Diciembre de 2016, 21:06:06 »
Gran hilo si señor, que alguien le cambié el nombre, eso sí.
Enhorabuena a madelcampo que ya ha conseguido cambiar el tema de dos hilos, que yo sepa, a una discusión sobre filosofía y ciencia.
Me parece que no son cosas contrapuestas, son compatibles. Porque ese debate unos contra otros.
Que la ciencia parte del material y del conocimiento empírico? Obviamente, eso es ciencia. Que la filosofía va más alla? Cierto, lo abarca todo, todo lo que puede abarcar el pensamiento humano. Esta esto en contraposición a la ciencia, no, para nada. Así que en serio que no se porque ese afán por debatir sobre el tema. Y.me refiero a madelcampo. Me alegro que los expertos del foro nos ilustren sobre física, pero no entiendo porque surge este debate. Que es lo que hay en la ciencia que irrita algo en la filosofía y hace que madelcampo escriba sus argumentos?. No lo entiendo.

Sabéis, insensatos, que el hilo estaría muerto de no ser por mí.  ;D

Ya he explicado antes y varias veces por qué sí hay mucho debate en todo esto, aunque probablemente no haya sabido explicarlo de una manera completamente clara.  En resumen: el idealismo trascendental y sus consecuencias está en abierta contradicción con muchas de las teorías científicas modernas. Pero el choque viene por la filosofía que adopta la ciencia, no por la ciencia en sí. De lo que se trata, por tanto, es de ver quién tiene la razón.

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #94 en: 25 de Diciembre de 2016, 21:10:47 »
Todos estos debates e pueden resumir:

"Señor!. ¿como es que se trae un traje de faralaes y esta ensayando sevillanas a un concurso de raperos? "

Mundos y tiempos distintos.

Pero es que el tiempo (histórico) es irrelevante en todo esto. Unas ideas son o no son verdaderas o valiosas solo por sí mismas, no por el momento en que fuesen pensadas.

Y en cuanto a los mundos, es la enésima vez que aclaro que es el mismo mundo el que está en juego: es solo filosofía.

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #95 en: 26 de Diciembre de 2016, 15:02:42 »
Puede ser lo opuesto al dogma en su modus operandi, pero no en la forma en que cree y da por sentado lo que solo es una determinada concepción del mundo. Creer que “la materia creó la consciencia” sin cuestionarlo es un dogma de fe.

Es curioso, para mí lo dogmático es presuponer en los tiempos que corren que la consciencia es algo más que una ilusión que existe en cada uno de nosotros como consecuencia de esos mecanismos físico-químicos de los que hablaba antes, que gobiernan nuestros pensamientos y nuestras decisiones; y es que mientras hay numerosas evidencias que ayudarían a explicar la consciencia de este modo, no conozco ninguna otra que tan siquiera sugiera que ésta pueda existir en un plano existencial distinto al del mundo materialista. Hasta entonces, para mí esa explicación para la consciencia la consideraré dogma, y por tanto relegada a una mera hipótesis sin pruebas, aunque seguro que todos estaremos de acuerdo en que puede ser revisada una vez se encontrasen dichas evidencias.

En primer lugar, “en los tiempos que corren” nunca es un argumento. El valor o la verdad de una idea no depende del tiempo en el que naciese. En segundo lugar, todos los mecanismos fisico-quimicos son representaciones, son objeto para un sujeto: la consciencia, de modo que ésta se presupone en ellas, y por lo tanto pretender que la materia es anterior a la consciencia es dar un salto aventurado, es una abstracción que no tiene en cuenta que lo único seguro es que existe la experiencia del mundo (que cada cual experimenta en sí mismo), y que ésta se divide en objeto y sujeto, en una relación de dependencia mutua. El sujeto es lo que conoce, nunca lo conocido. Nadie puede salirse de la propia consciencia para ver esa supuesta materia existente por si misma y sus reacciones fisico-quimicas anteriores a la consciencia, y si lo hace, ya sería de nuevo representación, y por eso una realidad condicionada y no por sí misma.

Pero esa materia y esas reacciones deben, de algún modo, guardar una relación con la consciencia y toda la actividad subjetiva, y esa relación consiste en que son precisamente su representación material, la manera en la que es visible a la propia consciencia, su correlato objetivo, pero nunca su causa. Causa y efecto es una ley aplicable a los fenómenos, es decir, a la relación entre objetos, pero no entre objeto y sujeto. Si la consciencia fuese efecto de una causa material, entonces, por muy complejas que sean las interacciones materiales que se dan en el cerebro, sería en teoría posible seguir la cadena causal hasta llegar a una conclusión necesaria: la consciencia, así como sería posible seguir la lógica de un programa informático y entender y prever su resultado. Pero la consciencia es de una naturaleza tan distinta de lo material, que aunque se conociese exactamente cada movimiento de cada molécula en el cerebro no podría llegarse nunca a esa conclusión y siempre quedaría como un “otro lado” inexplicable a base de la actividad de moléculas o neuronas.

Cita de: parax
A todo esto, ya he visto varias veces en este debate la proposición de desafíos del tipo "la ciencia no puede explicar esto o aquello", como si eso otorgara veracidad a un contraargumento. Que una proposición sea no falsable no significa que sea verdad. A la tetera de Russell me remito.

Me temo que la veracidad de un argumento filosófico en este caso debería evaluarse después de desgranar todas las razones expuestas en los textos de filosofía, cosa que sería demasiado costoso y extenso. Yo solo expongo aquí argumentos muy resumidos, que por eso carecen de la fuerza con la que aparecen en las obras de Kant y de Schopenhauer.
« Última modificación: 26 de Diciembre de 2016, 15:06:46 por madelcampo »

kalisto59

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #96 en: 26 de Diciembre de 2016, 15:55:42 »
Decir que la materia es anterior a la consciencia es solo levemente aventurado. Pero bueno a cada cual lo suyo.
Y gracias madelcampo que si, que el hilo está vivo gracias a ti. Sin ti seguiríamos hablando de divulgación y de libros y documentales y de Carl sagan... Que mal! . O igual se habría acabado el tema, fatal también!!.
Gracias

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #97 en: 26 de Diciembre de 2016, 16:13:35 »
Decir que la materia es anterior a la consciencia es solo levemente aventurado. Pero bueno a cada cual lo suyo.
Y gracias madelcampo que si, que el hilo está vivo gracias a ti. Sin ti seguiríamos hablando de divulgación y de libros y documentales y de Carl sagan... Que mal! . O igual se habría acabado el tema, fatal también!!.
Gracias

No era más que una broma.

parax

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #98 en: 26 de Diciembre de 2016, 16:21:21 »
En primer lugar, “en los tiempos que corren” nunca es un argumento. El valor o la verdad de una idea no depende del tiempo en el que naciese.

Por supuesto que sí lo es. "En los tiempos que corren" lleva implícito el que, a lo largo de los años, hemos realizado nuevos descubrimientos que han reescrito nuestros conocimientos acerca de una materia. El uso que he dado a esta frase lo sigo considerando correcto: Creo que no estás teniendo en cuenta nada de lo que la ciencia ha descubierto en los últimos años en materia de conciencia, funcionamiento del cerebro, pensamiento, etc. Y detallo algo más sobre esto en la siguiente cita.

Si la consciencia fuese efecto de una causa material, entonces, por muy complejas que sean las interacciones materiales que se dan en el cerebro, sería en teoría posible seguir la cadena causal hasta llegar a una conclusión necesaria: la consciencia, así como sería posible seguir la lógica de un programa informático y entender y prever su resultado. Pero la consciencia es de una naturaleza tan distinta de lo material, que aunque se conociese exactamente cada movimiento de cada molécula en el cerebro no podría llegarse nunca a esa conclusión y siempre quedaría como un “otro lado” inexplicable a base de la actividad de moléculas o neuronas.

Es precisamente en este punto en el que siempre pensaremos diferente. Atribuir a la consciencia una existencia que va más allá de un conjunto de interacciones materiales es para mí un error. Dices que de ser posible podríamos prever el resultado, y es precisamente de esto de lo que te hablaba anteriormente acerca de los descubrimientos respecto a la voluntad y el libre albedrío que se están realizando últimamente, los cuales permiten a un software realizar una predicción bastante exacta acerca de la decisión que va a tomar el sujeto del experimento respecto a una pregunta dada, antes de que la tome, tan sólo monitorizando ciertos parámetros de su cerebro (más detalles aquí, por ejemplo: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150817_ciencia_finde_vert_fut_libre_albedrio_lp). Por supuesto, estamos aún en pañales, pero tan sólo por varios detalles que complican la tarea lo suficiente:

- La forma en que cada sujeto almacena sus experiencias en el cerebro parece ser distinta entre un sujeto y otro. Si bien hay áreas especializadas en el cerebro para distintas tareas (memoria a corto plazo, memoria visual, memoria auditiva, pensamiento lógico, etc), la información que cada uno de nosotros llega a guardar es distinta en cada caso (aunque sea por el mero hecho de que, fisiológicamente, somos ligeramente distintos).

- La cantidad de variables es tan alta, que aún nos resulta complicado poder hilar más fino y llegar a comprender exactamente la cadena de pensamientos que está sucediendo en la cabeza de alguien. Es como una gigantesca red neuronal donde cada uno de los nodos puede atravesar por numerosísimos estados diferentes, cada uno de los cuales condicionan la respuesta del mismo una vez estimulado con ciertos datos de entrada (en forma de impulsos eléctricos e intercambio químico, que a menudo nos olvidamos de que sin la química adecuada el cerebro tampoco podría funcionar... y esta depende enteramente de nuestro estado de salud, de lo que hemos ingerido, etc). El día que podamos conocer al detalle toda esta interacción, y seamos capaces de modelarlo, habremos creado una conciencia artificial que nada tendrá que envidiar a la nuestra (de hecho, lo más probable es que nos supere en muchas características).

- Existe aún todo un mundo que, por ahora, y en apariencia, no es tan determinista, como es el mundo de la mecánica cuántica, donde existe cierta incertidumbre acerca de la posición de un electrón en un determinado momento de espacio y tiempo, que complica la tarea de trazar una solución absolutamente determinista cuando el soporte para replicar esa misma lógica es distinto.

Más allá de esto, el único argumento posible que encajaría sería el de que no podemos creer en nada de lo que recibimos a través de nuestros sentidos, pues podría todo ser una ilusión (la llamada "hipótesis de simulación", o mucho antes en filosofía el llamado solipsismo) y la base de la existencia ser otra cosa que nos es absolutamente desconocida, y en la que nuestras vidas, seres queridos, materia, y todo lo que nos rodea sólo existen en eso que llamas "consciencia" de forma separada a la "materia". Pero sinceramente, si bien me parece interesante como ejercicio intelectual, y dado que sería prácticamente imposible demostrar su veracidad (es una hipótesis no falsable), creo que sería mejor aplicar el principio de la navaja de Ockham, y presuponer que la realidad que nos rodea no sólo existe, sino que además estamos poco a poco empujando cada vez más las fronteras del conocimiento para entenderla mejor.  Pretender otra cosa es desaprovechar la oportunidad de mejorar nuestras vidas, ni que sea por la pequeña franja de tiempo en el que el Universo nos ha concedido vivir.
« Última modificación: 26 de Diciembre de 2016, 16:55:43 por parax »

parax

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #99 en: 26 de Diciembre de 2016, 16:33:00 »
Os dejo unos vídeos interesantes acerca de la consciencia y del libre albedrío, de manos de otros grandes divulgadores conocidos como Richard Dawkins, Lawrence Krauss, Daniel Dennett o Michio Kaku, este último con un contrapunto muy interesante acerca de la diferencia entre libre albedrío y la predicibilidad del comportamiento, si existe la posibilidad de la variabilidad y la incertidumbre que la mecánica cuántica nos muestra (eso sí, en perfecto inglés):





« Última modificación: 26 de Diciembre de 2016, 16:41:05 por parax »

Robert Blake

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #100 en: 26 de Diciembre de 2016, 16:35:36 »
El que de verdad sabía lo que se decía fue Sócrates.

Y Jack Burton, pero ese es otro tema.
Cuando un médico se equivoca, lo mejor es echarle tierra al asunto.

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #101 en: 26 de Diciembre de 2016, 18:02:32 »
@madelcampo, aunque siga sin estar de acuerdo con la mayoría de las cosas que dices, voy a dejar de darles réplica individualmente porque no quiero entrar en esta dinámica de doblar sin fin los párrafos del otro. Creo que con lo que hemos dicho cada uno la gente ya se puede hacer una idea bastante clara de nuestras posiciones, y de cuál es el lugar de la ciencia y la filosofía. Yo tengo la suerte de disfrutar de un trabajo que me permite obtener respuestas a preguntas fundamentales, pero también de ser alguien abierto e inquieto que puede plantearse muchas otras preguntas, incluso aquéllas a las que sé que no podré responder. Yo no veo la ciencia y la filosofía como "círculos" de los que uno "no sale nunca", yo no pertenezco a ningún círculo. Otro día os contaré un ejemplo relacionado con mi trabajo en el que veréis el tipo de preguntas a las que hemos respondido y a las que no creo que respondamos nunca...

Sólo aclararte que no hay que confundir astronomía con astrofísica o cosmología. A principios del siglo XX se conocían, desde hacía mucho tiempo, las trayectorias de 'objetos estelares', pero no se sabía lo que eran (algo así como ovnis). Entiendo que para ti "lo del hidrógeno en el Sol" no sea más que un detalle, tristemente la mayoría de la población ni siquiera lo conoce. Pero curiosamente, ese 'detalle' responde definitivamente a una pregunta bastante filosófica: saldrá siempre el Sol? Mucha gente habrá pasado horas desde la antigüedad discutiendo esta pregunta 'final', y por fin conocemos la respuesta. Los que la desconocen pueden seguir sentándose a discutir sobre ello por placer, pero eso no quita que ya la conocemos. Y bastante exactamente, de lo cual deberíamos estar todos orgullosos: conocer algo exactamente es una victoria de nuestra especie, no una falta de humildad de nadie.

Añado al debate una curiosidad, que quizá ya conocéis. El concepto de 'átomo' surgió de un ejercicio filosófico de Leucipo y Demócrito, en el que a falta de herramientas adecuadas se preguntaron qué pasaría si fuésemos capaces de dividir la materia una y otra vez. Su conclusión fue que llegaríamos a un punto en el que no podríamos dividirla más: el "átomo", del Griego "indivisible". Como no se pueden dividir, los átomos serían eternos. La paradoja es que una vez que los científicos descubrieron lo que hemos llamado átomo, resulta que no son indivisibles! Algunos ni siquiera eternos, porque se desintegran al cabo de cierto tiempo (puede ser miles de millones de años). Si fuésemos rigurosos, le habríamos cambiado el nombre al átomo, porque no es lo que su nombre (ni su idea originaria) implica. Deberíamos llamar 'átomos' estrictamente hablando a los quarks ligeros y electrones, que por ahora creemos indivisibles. Pero el lenguaje carga con la inercia de las tradiciones!

PS/ Desgraciadamente, no "desconozco también" la religión, viví en España hasta los 24 años...
« Última modificación: 26 de Diciembre de 2016, 18:04:33 por franchi »

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #102 en: 26 de Diciembre de 2016, 18:23:26 »
Agradezco el tono de tu mensaje, franchi, así como el de parax, porque invita a debatir civilizadamente. Por ahora no puedo responder debidamente, lo haré en unos días.


madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #103 en: 28 de Diciembre de 2016, 00:43:46 »
En primer lugar, “en los tiempos que corren” nunca es un argumento. El valor o la verdad de una idea no depende del tiempo en el que naciese.

Por supuesto que sí lo es. "En los tiempos que corren" lleva implícito el que, a lo largo de los años, hemos realizado nuevos descubrimientos que han reescrito nuestros conocimientos acerca de una materia. El uso que he dado a esta frase lo sigo considerando correcto: Creo que no estás teniendo en cuenta nada de lo que la ciencia ha descubierto en los últimos años en materia de conciencia, funcionamiento del cerebro, pensamiento, etc. Y detallo algo más sobre esto en la siguiente cita.

No hay duda de que el conocimiento científico avanza. Lo que quiero decir, para que quede más claro, es que no se puede afirmar, por ejemplo: “esa idea X no vale nada porque es del siglo XVIII”, sino en todo caso: “Esa idea X ha quedado refutada por este descubrimiento o idea posterior Y ”. O sea, el tiempo, por sí mismo, es irrelevante. Supongo que estás de acuerdo con esto.

Cita de: parax
Si la consciencia fuese efecto de una causa material, entonces, por muy complejas que sean las interacciones materiales que se dan en el cerebro, sería en teoría posible seguir la cadena causal hasta llegar a una conclusión necesaria: la consciencia, así como sería posible seguir la lógica de un programa informático y entender y prever su resultado. Pero la consciencia es de una naturaleza tan distinta de lo material, que aunque se conociese exactamente cada movimiento de cada molécula en el cerebro no podría llegarse nunca a esa conclusión y siempre quedaría como un “otro lado” inexplicable a base de la actividad de moléculas o neuronas.

Es precisamente en este punto en el que siempre pensaremos diferente. Atribuir a la consciencia una existencia que va más allá de un conjunto de interacciones materiales es para mí un error. Dices que de ser posible podríamos prever el resultado, y es precisamente de esto de lo que te hablaba anteriormente acerca de los descubrimientos respecto a la voluntad y el libre albedrío que se están realizando últimamente, los cuales permiten a un software realizar una predicción bastante exacta acerca de la decisión que va a tomar el sujeto del experimento respecto a una pregunta dada, antes de que la tome, tan sólo monitorizando ciertos parámetros de su cerebro (más detalles aquí, por ejemplo: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150817_ciencia_finde_vert_fut_libre_albedrio_lp). Por supuesto, estamos aún en pañales, pero tan sólo por varios detalles que complican la tarea lo suficiente:

- La forma en que cada sujeto almacena sus experiencias en el cerebro parece ser distinta entre un sujeto y otro. Si bien hay áreas especializadas en el cerebro para distintas tareas (memoria a corto plazo, memoria visual, memoria auditiva, pensamiento lógico, etc), la información que cada uno de nosotros llega a guardar es distinta en cada caso (aunque sea por el mero hecho de que, fisiológicamente, somos ligeramente distintos).

- La cantidad de variables es tan alta, que aún nos resulta complicado poder hilar más fino y llegar a comprender exactamente la cadena de pensamientos que está sucediendo en la cabeza de alguien. Es como una gigantesca red neuronal donde cada uno de los nodos puede atravesar por numerosísimos estados diferentes, cada uno de los cuales condicionan la respuesta del mismo una vez estimulado con ciertos datos de entrada (en forma de impulsos eléctricos e intercambio químico, que a menudo nos olvidamos de que sin la química adecuada el cerebro tampoco podría funcionar... y esta depende enteramente de nuestro estado de salud, de lo que hemos ingerido, etc). El día que podamos conocer al detalle toda esta interacción, y seamos capaces de modelarlo, habremos creado una conciencia artificial que nada tendrá que envidiar a la nuestra (de hecho, lo más probable es que nos supere en muchas características).

- Existe aún todo un mundo que, por ahora, y en apariencia, no es tan determinista, como es el mundo de la mecánica cuántica, donde existe cierta incertidumbre acerca de la posición de un electrón en un determinado momento de espacio y tiempo, que complica la tarea de trazar una solución absolutamente determinista cuando el soporte para replicar esa misma lógica es distinto.

Pero todo lo que un neurocientífico hace es comprobar que hay una correlación entre un determinado pensamiento y una imagen de actividad cerebral en ciertas áreas. Eso concuerda plenamente con mi punto de vista, ya que, en efecto, entre el plano del sujeto y el del objeto debe haber una relación, aunque no sea una relación causal, ya que lo subjetivo puede también ser representado, es decir, objetivarse. Pero eso no es realmente saber cómo se forma el pensamiento o la consciencia o la voluntad, sino que sería algo así como el hombre primitivo que comprueba que cada vez que llueve y sale el sol, se forma un arco iris, sin comprender nada del fenómeno óptico. Así mismo comprueba el científico que cada vez que hay una determinada actividad subjetiva habrá una determinada imagen cerebral o a la inversa. La analogía, realmente, no es exacta, porque aquel hombre podría en teoría llegar a comprender el fenómeno “arco iris” (hasta el grado en que la ciencia puede llegar a conocer), puesto que todo queda en el mundo fenoménico de relaciones entre objetos, mientras que el científico no podrá hacer lo mismo. Pues a la comprensión del arco iris se llega por el razonamiento y el seguimiento lógico e intuitivo de la cadena de causas y efectos, mientras que al intentar pasar de la cadena causal de las reacciones físico-quimicas en el cerebro a la propia consciencia o pensamiento, se produce un salto, que como digo es infranqueable. Tomemos algo subjetivo, por ejemplo, el dolor (la sensación que experimentamos como dolor) e imaginemos una especie alienígena con una inteligencia mil veces superior a la nuestra, pero con un organismo constituido de tal manera que no puede sentir dolor, incluso carentes del sentido del tacto. Si unos científicos de esta especie intentasen comprender qué es el dolor humano a partir de los datos objetivos de los nervios y las reacciones químicas del cerebro, jamás llegarían a comprenderlo. Esto es así porque el dolor no está contenido en lo objetivo, en la materia, no es reductible a ella, sino que está en ese otro plano de la realidad que es el sujeto, el que siente. Otro ejemplo, aún más sencillo podría ser el caso de los colores. La experiencia que tenemos del color rojo, por ejemplo, no está de ninguna manera en una onda o en estructuras del ojo y del cerebro, sino que solo se hace realidad en lo subjetivo. Y estos son ejemplos de sensaciones concretas, tanto más alejado de lo posible será llegar a la comprensión de la consciencia, que es precisamente lo que se encuentra detrás de las sensaciones o percepciones subjetivas.

Por lo tanto, si la materia fuese la causa de la consciencia, sería en teoría posible llegar a ella mediante el seguimiento de las causas y los efectos en la materia, pero no es posible, y eso ya pone muy en duda el materialismo.

En cuanto a la voluntad y el libre albedrío, y siguiendo el enlace que das, veo que lo único que significa ese experimento es que en una decisión de ese tipo puede haber un ligero desfase entre lo inconsciente y lo consciente, pero se trata de la decisión de esa persona de todas maneras. No hay que confundir sujeto libre con sujeto consciente ni voluntad con voluntad consciente. La voluntad es anterior a la consciencia, (y esto, incluso desde un punto de vista evolutivo: el conocimiento surge por la necesidad de conocer). De manera inconsciente podemos, por ejemplo, movernos mientras dormimos para taparnos si hace frío, lo cual sigue siendo un acto de voluntad, o puede el recién nacido llorar y mamar. Tampoco la voluntad es reductible a reacciones fisico-quimicas. No es el cerebro quien actúa, las reacciones químicas no son un comienzo, una causa, no son un agente capaz de tomar una decisión, sino que es ese ser vivo, y en su cerebro la acción se representa mediante imágenes de actividad.

La refutación del libre albedrío no viene tanto por esa via, sino por el hecho de que todo lo que es fenómeno, es decir, representación de la realidad para el sujeto cognoscente, (y el ser humano también lo es desde este punto de vista), está sometido al principio de razón suficiente, es decir, que todo lo que es (dentro del fenómeno) tiene una razón de ser. Y no somos la especie humana una especie privilegiada ontológicamente diferente de una planta, por ejemplo, sino un organismo vivo como otro cualquiera. Así, con la misma necesidad que una piedra cae si se lanza al aire, uno se levanta de su silla para ir a dar un paseo, porque siempre hay un motivo que es lo suficientemente fuerte como para determinar una acción en una persona, teniendo en cuenta cómo es esa persona (su carácter, etc). Siempre se hace lo que se quiere ateniéndonos a las circunstancias, y nunca es posible hacer otra cosa en cada momento. La voluntad, pues, se presupone como el mero querer, es el nexo entre el motivo y la acción, la condición necesaria, el motor de acción.

Cita de: parax
Más allá de esto, el único argumento posible que encajaría sería el de que no podemos creer en nada de lo que recibimos a través de nuestros sentidos, pues podría todo ser una ilusión (la llamada "hipótesis de simulación", o mucho antes en filosofía el llamado solipsismo) y la base de la existencia ser otra cosa que nos es absolutamente desconocida, y en la que nuestras vidas, seres queridos, materia, y todo lo que nos rodea sólo existen en eso que llamas "consciencia" de forma separada a la "materia". Pero sinceramente, si bien me parece interesante como ejercicio intelectual, y dado que sería prácticamente imposible demostrar su veracidad (es una hipótesis no falsable), creo que sería mejor aplicar el principio de la navaja de Ockham, y presuponer que la realidad que nos rodea no sólo existe, sino que además estamos poco a poco empujando cada vez más las fronteras del conocimiento para entenderla mejor.  Pretender otra cosa es desaprovechar la oportunidad de mejorar nuestras vidas, ni que sea por la pequeña franja de tiempo en el que el Universo nos ha concedido vivir.

El materialismo parte de la materia para decir que la consciencia es una “ilusión”. El idealismo (no exactamente el solipsismo) parte de la consciencia para decir que la materia es una “ilusión”. A priori son dos ideas simétricas y opuestas, y tú te decantas por la primera. Bien, en primer lugar, hay que decir que el dato de partida ineludible, lo único seguro, es que hay una experiencia: un sujeto que conoce y siente un mundo externo, con lo cual dar una mayor “realidad” a uno u otro término empieza a ser dudoso. Ambos son las dos mitades necesarias para el fenómeno. En segundo lugar, el idealismo cuenta con la ventaja de que aquello a lo que llama “ilusión” (la materia, las reacciones fisico-químicas, etc) es un fenómeno mediado por las formas del conocer, es decir, condicionado por el propio conocimiento, mientras que la propia consciencia es lo más inmediato.

Pero el idealismo trascendental no niega la realidad del mundo exterior, no la entiende como una ilusión tal que desaparecería por completo al desaparecer el sujeto, sino que le confiere realidad empírica, es decir, como experiencia, relativa al sujeto, condicionada por el conocimiento. Que la realidad que percibimos está condicionada por nuestro conocimiento, o lo que es lo mismo, que es nuestra representación, eso está fuera de toda duda, a no ser que pensemos que el conocimiento no es nada, sino solo una puerta de entrada hacia el cerebro de un mundo exterior que sería exactamente igual al percibido (¿el percibido por el ser humano? ¿por una hormiga?, ¿por un extraterrestre con una capacidad de percepción más avanzada que la nuestra?) Esto, desde luego, no concuerda con la navaja de Ockham. De lo que se trata, por tanto, es de averiguar en qué medida el conocimiento es un filtro de la realidad. Y aquí la conclusión a la que se llega en filosofía es que no sólo cosas como el color o el sonido son percepciones subjetivas, sino incluso el tiempo y el espacio, como condiciones de posibilidad de la experiencia, como “herramientas” a priori del sujeto con las que da forma al mundo. Pero demostrar esto sería demasiado extenso, y nunca tendría la fuerza de convencimiento con la que aparece en las obras de Schopenhauer y de Kant.

La objeción a la idea de una “ilusión” del mundo externo es muy razonable, porque pensar que todo es una especie de sueño es algo en principio dudoso. Pero la cuestión se resuelve así: si ahora mismo desapareciese todo ser cognoscente, el Universo seguiría, de la misma manera que existía antes de la vida. Pero ese mundo independiente del conocimiento (la cosa en sí kantiana), es por completo diferente al mundo en su forma representada. Sería algo indefinido, indefinible, carente de tiempo y de espacio, y que sin embargo, se vuelve al instante el mismo que experimentamos cuando aparece el sujeto. Es decir, es solo ilusión en su forma, no en su esencia.

Si todo esto sigue pareciendo un extraño misterio, así como la consciencia, el dolor, el color o la voluntad de los ejemplos anteriores, aún hay que considerar que sería arrogante pensar que el mundo no puede ser para nosotros, una especie concreta y limitada, ningún misterio. El afán científico por reducirlo todo a lo cognoscible por el ser humano es en el fondo una aversión a lo desconocido. Pero a mí, al menos, me parece mucho más fascinante pensar que el fondo de todo es un eterno enigma, y no que el Universo y nosotros mismos somos bolitas que una vez aparecieron sin motivo y que algún dia llegaremos a conocer por completo.
« Última modificación: 28 de Diciembre de 2016, 03:58:48 por madelcampo »

parax

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #104 en: 28 de Diciembre de 2016, 09:17:52 »
Tomemos algo subjetivo, por ejemplo, el dolor (la sensación que experimentamos como dolor) e imaginemos una especie alienígena con una inteligencia mil veces superior a la nuestra, pero con un organismo constituido de tal manera que no puede sentir dolor, incluso carentes del sentido del tacto. Si unos científicos de esta especie intentasen comprender qué es el dolor humano a partir de los datos objetivos de los nervios y las reacciones químicas del cerebro, jamás llegarían a comprenderlo. Esto es así porque el dolor no está contenido en lo objetivo, en la materia, no es reductible a ella, sino que está en ese otro plano de la realidad que es el sujeto, el que siente. Otro ejemplo, aún más sencillo podría ser el caso de los colores. La experiencia que tenemos del color rojo, por ejemplo, no está de ninguna manera en una onda o en estructuras del ojo y del cerebro, sino que solo se hace realidad en lo subjetivo. Y estos son ejemplos de sensaciones concretas, tanto más alejado de lo posible será llegar a la comprensión de la consciencia, que es precisamente lo que se encuentra detrás de las sensaciones o percepciones subjetivas.

Creo que tú mismo te respondes: Que no podamos sentir algo no significa necesariamente que desconozcamos de su existencia, tan sólo significa que no podemos experimentarlo en nuestras carnes. El conocimiento es independiente de la experimentación personal: Una persona sorda puede entender perfectamente que hay un lenguaje hablado con unas normas e incluso que exigen unos determinados movimientos de labios, o que hay ruidos molestos y melodías agradables; no podrá sentirlos, pero entenderá que existen y entenderá la reacción que provocan en sus congéneres que no tienen esa limitación física. En el caso de los colores, el ejemplo es aún más claro: Sabemos perfectamente que determinadas especies poseen la capacidad de ver un espectro de colores mayor que el nuestro, y aunque no sepamos cómo se experimentaría un color que desconocemos (a fin de cuentas, todo es información), estamos seguros de que esa frecuencia de onda de luz existe y que algunos seres son capaces de percibirla. Es más, probablemente cada uno de nosotros experimente los colores del espectro de luz visible de forma diferente, ya que al final se trata de una interpretación de esa información por parte de nuestro cerebro.

Por lo tanto, si la materia fuese la causa de la consciencia, sería en teoría posible llegar a ella mediante el seguimiento de las causas y los efectos en la materia, pero no es posible, y eso ya pone muy en duda el materialismo.

No veo dónde queda en entredicho que la materia sea la causa de la consciencia. Creo que está bastante claro que la consciencia es una consecuencia de la materia una vez se han producido unos determinados saltos evolutivos. Como dice Daniel Dennet en el vídeo de más arriba, parece que la consciencia no es más que un "truco de magia" del cerebro material que nos compone, un truco que además nos hace creer que tenemos control sobre nuestra manera de pensar y actuar.

El materialismo parte de la materia para decir que la consciencia es una “ilusión”. El idealismo (no exactamente el solipsismo) parte de la consciencia para decir que la materia es una “ilusión”. A priori son dos ideas simétricas y opuestas, y tú te decantas por la primera.

No, me decanto por aquella que es empíricamente demostrable. La idea de que la consciencia gobierna y que la materia es una ilusión es una hipótesis no falsable (no se puede demostrar de ninguna forma que sea incorrecta), siempre existiría esa posibilidad. La única manera de saberlo imagino que sería la propia muerte del individuo: Si la consciencia persiste más allá de la muerte física en esa materia ilusoria y ficticia, entonces podría tener cabida una demostración que sólo sería válida además para el propio individuo (el resto podría ser fruto de esa ilusión y no formar parte de ninguna otra consciencia). Por tanto, me decanto por la única hipótesis que es demostrable y que nos puede resultar útil en la vida, sea esta ilusoria o no. La hipótesis alternativa, para mí, no deja de ser una "idea feliz" que poco aporta a nuestra experiencia de vida, y que carece de posibilidad de demostración.

De lo que se trata, por tanto, es de averiguar en qué medida el conocimiento es un filtro de la realidad. Y aquí la conclusión a la que se llega en filosofía es que no sólo cosas como el color o el sonido son percepciones subjetivas, sino incluso el tiempo y el espacio, como condiciones de posibilidad de la experiencia, como “herramientas” a priori del sujeto con las que da forma al mundo.

Esta parte es muy interesante (y de hecho no veo que entre en contradicción con el materialismo): En ningún caso el materialismo dictamina que la realidad es exactamente como la percibimos, y creo que el ser humano y los físicos en general tiene bastante claro que la realidad sólo puede ser observada desde el prisma de nuestras capacidades intelectuales y sensoriales, así como de las herramientas que podamos llegar a construir para suplir algunas de nuestras carencias físicas a medida que vamos descubriendo más sobre el motor de la realidad. En ningún momento la física decide que el espacio o el tiempo no puedan ser percibidos de otro modo: De hecho, estoy completamente seguro de que la percepción del tiempo es distinta según el cerebro que la procesa, como si tratásemos de ejecutar un mismo programa en procesadores con velocidades de reloj distintas. Y respecto a la percepción del espacio, nuestra percepción está encerrada en un mundo tridimensional (el tiempo, más que una dimensión extra, puede explicarse como una sucesión de estados), pero sabemos deducir la existencia de otras dimensiones como cuando resolvemos el problema de explicar la fuerza gravitacional como un pliegue del tejido espacio-tiempo en una dirección a la que no podemos apuntar con el dedo.

El afán científico por reducirlo todo a lo cognoscible por el ser humano es en el fondo una aversión a lo desconocido.

No sé de dónde sacas esto, pero no puede estar más equivocado. La ciencia moderna es todo lo contrario a ese pensamiento. Nos queda muy clara nuestra posición en el Universo, y no puede ser más opuesta a la arrogancia. De hecho, lo más probable es que algún evento cósmico nos acabe borrando, tarde o temprano, tanto a nosotros como a toda evidencia de que una vez existimos; sólo hay que pensar en los problemas de distancia entre cuerpos celestes y la inevitable colisión de nuestra galaxia con Andrómeda, por citar un evento predecible claro. Es más, tanto Sagan (al que estábamos intentando homenajear) como el propio Feynman, por poner ejemplos de divulgadores conocidos con los que habrías tenido una clara oportunidad de leer u oír a modo de representación de esa voz del mundo científico (y que a tantos han inspirado) declaran en muchas ocasiones que no sólo lo desconocido es inevitable, sino que además es inapropiado buscar respuestas erróneas como sustitutos de ese desconocimiento. Mientras tanto, descubramos poco a poco más misterios del Universo aunque sólo sea por hacer de nuestra existencia como humanidad lo más reconfortante posible mientras estemos por aquí. Y lo que esté fuera de nuestro alcance, lo que seamos incapaces de conocer y comprender por más que lo intentemos, siempre lo estará, por lo que no merece mucho la pena preocuparse por ello.

« Última modificación: 28 de Diciembre de 2016, 10:18:14 por parax »