Entiendo que es un currazo, en mi Erasmus en Bélgica me dediqué a organizar viajes y eventos de todo tipo, incluida una fiesta para mil personas. Lo que digo es que por qué hacerlo de 90 personas pudiendo hacerlo de 150. Que quereis hacerlo super exclusivo y poder chulear de que vosotros estuvisteis y yo no, adelante pero, si se da el paso, creo que todos salimos ganando. Se haga donde se haga, sin publicidad, solo irá gente del foro, así que no va a ser gente entrando y saliendo, y menos si hay que pagar. Que hay que pagar alojamiento (para el que es de fuera) y espacio de juego.He leído bastantes quejas de que no quiero desayunar a esa hora, la gente ronca, no me gusta dejar la partida a medias para comer... En un hotel no pasa eso, por ejemplo. Además, sería organizar solo el espacio de juego, el alojamiento se pondría la oferta del hotel, si te gusta, llama y reserva, no te gusta, búscate otro alojamiento.Si hace falta ayudar en la organización, ahora mismo estoy en paro, así que puedo ayudar en lo que sea.Decir que por lo que he visto, en años anteriores habéis hecho un trabajazo pero, me parece una pena que se quede gente fuera por lo de, más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer.
En fin, si eso es lo que has entendido...
Desdeñoso, no. Pero me parece triste que se eche en cara a los dos o tres que las organizan cada vez, que lo hacen básicamente por amor al arte, que tengan un propósito egoísta.Para mí es lo siguiente: hay un local accesible y adecuado, con un aforo por desgracia limitado, y un sistema que ya funciona con los recursos también limitados que se disponen. Si alguien tiene una idea mejor, no tiene más que ponerla en práctica, ya que las CLBSK no son patente de nadie. Pero reprochar a otros que no lo hagan, no me parece de recibo.
Cita de: Pedrote en 25 de Enero de 2017, 21:09:58 Desdeñoso, no. Pero me parece triste que se eche en cara a los dos o tres que las organizan cada vez, que lo hacen básicamente por amor al arte, que tengan un propósito egoísta.Para mí es lo siguiente: hay un local accesible y adecuado, con un aforo por desgracia limitado, y un sistema que ya funciona con los recursos también limitados que se disponen. Si alguien tiene una idea mejor, no tiene más que ponerla en práctica, ya que las CLBSK no son patente de nadie. Pero reprochar a otros que no lo hagan, no me parece de recibo.Pues yo creo que tampoco le has entendido a el.... creo que plantear que pueda ir mas gente no es criticar el trabajo de los organizadores sino que quizá la comunidad está creciendo y hay que hacer un esfuerzo para que todo el que de verdad quiera ir pueda ir...y si encima se ofrece a ayudar a organizar, que también lo hace por amor al arte, pues es más que respetable
Pues he entendido que le parecía una mediocridad hacerlas así, y que no se ampliaban por ínfulas de exclusividad. No sé, llámame suspicaz...
por ínfulas de exclusividad..
Los seguidores de los libros y artículos escritos por el periodista Malcolm Gladwell (The tipping point, Blink, Outliers, David & Goliath, etc.) suelen conversar de temas como “la regla de las 10,000 horas”, en que Gladwell explica que personajes como los Beatles –y hasta Bill Gates– perfeccionan su arte o proyectos porque pasan al menos 10,000 horas en actividades relacionadas con ellos. Los “fans” de Gladwell también debaten sobre el poder y ventajas competitivas descritas en su último libro, David & Goliath. Sin embargo, la teoría de 150 que Gladwell menciona en su libro The tipping point es interesante porque puede ser clave en el desarrollo de la empresa u organización del futuro.Conocido como el número de Dunbar y desarrollado por el antropólogo Robin Dunbar, 150 se refiere a la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado. Dunbar dice que el número 150 está relacionado con el tamaño de la neocorteza cerebral y su capacidad de proceso. Gladwell explora 150 como el tamaño óptimo de un grupo y habla de esta teoría para explicar cómo pequeños cambios pueden tener grandes resultados (la idea central en The tipping point).El año pasado escribí sobre este tema explorando la idea de hábitos claves y el trabajo del periodista Charles Duhigg en su libro The power of habit: Why we do what we do in life and business. A veces algo pequeño o un evento insignificante pueden tener un efecto mayor. Más aún si este pequeño evento cambia nuestras predisposiciones y nos hace reaccionar fuera de la norma.La teoría 150 es algo que muchos investigadores en el área de negocios y “management thinking” están predicando: desde el “lean startup” hasta cómo la presión de grupo es mucho más poderosa que el concepto de un jefe autoritario. Dan Pontefract, en su libro Flat Army, dice que las organizaciones que fomentan participación, colaboración y “engagement” de sus empleados son las que triunfan y constituyen una alternativa a las prácticas de gestión y control de los años pasados. En The tipping point, Gladwell dice que 150 es el número máximo de un grupo en que un miembro todavía siente que su contribución y sus acciones tienen efecto en las vidas de los demás.Las personas, por lo general, quieren cumplir con expectativas. El ser humano quiere ser una parte importante de su grupo o tribu. Tener menos de 150 personas en una planta o dentro de una organización asegura que cada miembro puede comunicarse con otros miembros de la organización y que pueden sugerir mejoras o resolver problemas traspasando las diferentes funciones de la empresa. La empresa W. L. Gore and Associates, de la marca Gore-Tex, es el caso-estudio de Gladwell, y en esta empresa las plantas o fábricas no sobrepasan 150 empleados. Cuando esto ocurre construyen otras instalaciones; en la misma ciudad, Gore-Tex puede tener tres plantas o edificios donde las ideas –e innovaciones– fluyen entre departamentos y personas.¿Cómo construir empresas que tienen la capacidad de transformar tan rápido como la transformación misma? Es una pregunta que los directores, ejecutivos y gerentes contemplan todos los días. Si reconectamos con nuestra esencia de ser humano –de colaborar, de superarnos, de contribuir a algo mejor–, las conexiones entre personas se vuelven sumamente importantes. La teoría 150 nos lleva a cuestionar cómo construimos empresas que no sólo reaccionan al cambio sino que se transforman con el cambio hacia un futuro mejor.
Y yo que me acuerdo cuando éramos 50 y tantos y "rezábamos" porque se apuntara alguno a última hora para ser 60, el mínimo que salía rentable. Incluso me suena que tuvimos que pagar allí una pequeña "derrama" porque no llegaba la pasta...