Pues ayer jugue al Robinson Crusoe, aventura buscanso al Dr. Livingstone en solitario (me encanta esta aventura) con 3PJs. Encontrado al Dr Livingstome en la ultima ronda!
Terraforming es un juego de desarrollo y para eso está diseñado. No se pueden tomar atajos pues te cargas literalmente el juego( este y el resto de idénticos juegos diseñados).Juego para gente que quiere disfrutar de este tipo de juegos, no apto para aficionados con estrés jueguil o enemigos de los que " ellos" denominan AP Jugar con draft o sin, me es indiferente. El draft le funciona a quien les gusta los juegos con control, a mí me da igual, quién sabe jugar, saca rendimiento igual.
Cita de: Merkator en 16 de Julio de 2019, 23:06:06 Pues ayer jugue al Robinson Crusoe, aventura buscanso al Dr. Livingstone en solitario (me encanta esta aventura) con 3PJs. Encontrado al Dr Livingstome en la ultima ronda!Tengo pendiente jugar esta campaña que tiene una pinta estupenda.Es muy difícil?
Ayer cayó un A Study in Emerald 1ª Edición en Tabletop Simulator. 4 al teclado. Un jugador atacaba su tercera partida, los otros dos se estrenaban pero trajeron las reglas medianamente bien aprendidas. Yo enfrentaba mi octavo envite... el primero online. Los demás fueron en mesa con mi copia de Treefrog Games.No voy a desgranar toda la historia porque no dispongo de mucho tiempo y aquí daría el tema para veinte páginas. Como buena partida al ASiE, empezamos todos precavidos, cogiendo cartas e intentando no desvelar nuestro bando. Llegado a cierto punto y gracias a su uso de la carta Terrores Nocturnos, el jugador azul obligó a la jugadora roja a coger su tercer marcador de locura, haciendo que destapara su identidad. Era lealista... algo que por otra parte había ido quedando claro debido a su interés en cartas de salvar realeza y cartas que ayudaban a subir el track de guerra. La idea de que el jugador azul era restauracionista estaba bastante claro, pero al ser novato y a ciertas horas de la noche, quién sabe qué grado de "randomez" podían tener sus acciones.Por otra parte, el jugador verde cantaba a restauracionista por todas partes, pero dada su confesa tendencia al juego psicológico y el afán de marear, yo no estaba del todo seguro. Su partida se vio marcadísima por la adquisición de la carta de efecto permanente que te otorga dos puntos de influencia virtual en cada ciudad bajo tu posesión. Esto le llevó a lanzarse a por las ciudades como un loco a sabiendas de que los demás necesitaríamos mínimo 3 cubos de influencia en cada una para optar a arrebatárselas. Mucho desgaste.En el tramo medio-final de la partida parecía claro que todos eramos restauracionistas menos la jugadora roja. El objetivo de los jugadores verde y azul, empatados a puntos y fuertes en ciudades, era hacer que la jugadora roja (abiertamente lealista) quedara última y cerrar la partida a su favor. La jugadora roja, que empezó floja, me superó a puntos haciendo que ninguno de los otros dos jugadores quisiera/debiera cerrar la partida porque entonces ganaba ella.Después de tres agotadoras, tensas y divertidas horas, me vi muy débil en cuanto a ciudades conquistadas y posibilidad de reconquistarlas. Muchísimas tenían disco de bloqueo colocado encima o eran monopolio psicológico del jugador verde, cuyo némesis había quedado a cargo del azul. Nadie lo sabía, pero yo era lealista. La confusión jugaba a mi favor. La mentira y la psicosis habían entrado hasta la cocina... no en vano puesto que yo no había hecho ningún movimiento a favor del bando lealista, es más, había matado a un miembro de la realeza. Único en toda la partida. Mi plan funcionaría no sólo superando a la jugadora roja sino dejando al verde o al azul en última posición. Prácticamente a la vez. Ya que en cuanto yo superara ligeramente a la roja, los otros dos cerrarían la partida ipso facto. Esto exigía de tiempo y esfuerzo por mi parte, que no iba a tener, a pesar de que el track de guerra nos iba a dar muchos más puntos que el de revolución al otro bando. Finalmente, en un acto de agotamiento, le arrebaté Londres al jugador azul haciendo que el verde cerrara la partida y ganara por estar la jugadora roja en último lugar... aun cuando toda la mesa pensaba que yo era restauracionista. Si el track de guerra hubiera estado UNA casilla más avanzada y la jugadora roja se hubiera centrado en arrebatarle una ciudad más al azul, habría ganado yo.Juegazo siempre divertido y con ganas de repetir. Muy tenso. Me quedo con ganas de volver a jugarlo pronto por novena vez. Todos los participantes quedaron encantados y debatiendo las jugadas al final.
Partida buenísima a "Lisboa". Ha sido nuestra 5ª partida y nos encanta el juego. Le tenía hasta ahora en la BGG puntuado con un "9,5" pero desde hoy no tengo otro remedio que puntuarle con un "10". Y eso que he perdido .Una partida que tenía relativamente controlada hasta el fin del primer periodo. Pero a partir del comienzo del segundo periodo y hasta el final se me fastidió el asunto y viví en una permanente agonía de la que no podía escapar y que me impedía progresar minimamente , con muchos problemas en mis reservas de "Influencia" y de "materiales" para untar a los Nobles. El juego nos parece una pasada.
Cita de: Cody en 21 de Julio de 2019, 20:07:08 Partida buenísima a "Lisboa". Ha sido nuestra 5ª partida y nos encanta el juego. Le tenía hasta ahora en la BGG puntuado con un "9,5" pero desde hoy no tengo otro remedio que puntuarle con un "10". Y eso que he perdido .Una partida que tenía relativamente controlada hasta el fin del primer periodo. Pero a partir del comienzo del segundo periodo y hasta el final se me fastidió el asunto y viví en una permanente agonía de la que no podía escapar y que me impedía progresar minimamente , con muchos problemas en mis reservas de "Influencia" y de "materiales" para untar a los Nobles. El juego nos parece una pasada.Muchas opiniones dispares con este Lisboa. Hay quien lo considera el menos bueno de los lacerdas y otros, como tú, que le ponen un diezaco sin despeinarse. Por una parte me gustaría probarlo, pero por otra me da una pereza abismal.Mi experiencia con los lacerdas hasta ahora ha sido la siguiente:- Vinhos: Lo tengo. Me parece un juego notable y lo tengo muy bien valorado. Siempre que lo saco lo sufro y lo disfruto... que para mi son sinónimos. Por contra, me cuesta encontrarme motivado para sacarlo por encima de otros títulos. Esto no es un problema del Vinhos sino de Lacerda. Es algo que me pasa con todos los juegos que he probado. Me parecen muy buenos pero no me encienden la llama del amor.- Kanban: No lo tengo pero lo he jugado tres veces. Me gusta mucho... quizás casi tanto como Vinhos. Si jugara/rejugara más a menudo probablemente me lo habría comprado. Tampoco llega al sobresaliente.- The Gallerist: Lo tuve y lo vendí tras 5-6 partidas. Otro buen juego al que posiblemente no le acabé de ver la grandeza que tiene. O igual no la tiene tanto. El caso es que no me mantenía en tensión como los otros. Iba haciendo cositas poco a poco hasta el final de la partida pero sin acojonarme ni ponerme nervioso por no poder hacer algo. Eso lo mató. Necesito sudar sangre e incertidumbre mientras juego. Notable bajo.