Calvo, yo creo que todo se resumen en algo que tú mismo has incluido en tu post, somos humanos. Ese idealismo que pides sería el equivalente a pedir a in periódico/cadena que no tuviese línea editorial, lo cual fuera de modelos de negocio ya se ha comprobado que no funciona porque la falta de congruencia se percibe externamente con desconfianza. En cualquier casa, creo que el interés cero no puede existir, al final el reseñar/divulgar/comunicar requiere un tiempo y este es un recurso y cada uno lo valorará de forma diferente esperando unos resultados diferentes, unos querrán monetizarlos (ingresos o juegos de promoción) y otros, que dediquen menos tiempo, seguramente esperen otra contraprestación menos material. En el fondo la pregunta sería ¿existe el puro altruismo? Porque si no somos capaces de poder definir otra actividad que sirva como patrón de comparación le estarías pidiendo al medio lúdico algo imposible y la reclamación no tendría sentido. Sólo por centrarnos, ¿me podrías dar un ejemplo de esa neutralidad desinteresada que te gustaría ver en el sector?.
Calvo, me hablas de una persona en particular y eso no es un sector. Es que por más que pienso no se me ocurre un vaso o sector que funcione así. Está claro que nos olvidamos cualquier cosa relacionada con la información: periódicos, radios, viajes...sólo encuentro algo parecido en actividades muy de nicho: podcast de deportes superminoritarios, gente traduciendo cosas de idiomas raros porque no quieren olvidarlo....y aún así creo que suele haber un interés aunque no sea más que el puro ego. Lo dicho, creo que definimos un ideal inalcanzable para la mayoría de los mortales.
Ah, no te había entendido bien. Sí, tienes razón en que el debate de la "crítica profesional independiente" no es nuevo, porque si es profesional puede ser complicada una absoluta independencia. Un crítico profesional es muy probable que esté condicionado por distintas cuestiones. No obstante, sí que cabría esperar que se aspirase a cierta independencia y cierta capacidad de análisis. O podemos verlo al revés: un crítico debería aspirar a estar lo más alejado posible del conflicto de intereses, alejado de las estrategias más burdas de "persuasión", que si es consciente de ciertas preferencias o sesgos no los oculte o no trate de "engañar" al "público" negándolos. Por otra parte, es también importante remarcar el papel que jugamos como público: debemos ser críticos con el crítico. Y esto último es de las cosas que más creo que se están deteriorando. Una tendencia, como en tantas cosas, a la polarización: no solo los juegos son "pepinaken" o "mierdaken", sino que también los foros, reseñadores etc etc son percibidos en dos extremos.