Si bien, Brass, es un juego que necesita un aprendizaje algo duro.
La pirmera partida aprendes a palos, pero es una experiencia rara, demoledora y no consigues más que una inquietud extraña. Luego dejas sedimentar la experiencia unos días ( en mi caso 2 meses ) donde le coges manía/miedo. Luego relees las reglas, coges aire y le das otra oportunidad. Y ahí ves la luz y la gloria del profeta Wallace. Todas esas minireglas/excepciones, mecánicas raras que te parecieron en la primera partida, empiezan a tener sentido y las asimilas como el respirar. Los turnos se enlazan elegantemente, el mapa empiezas a verlo de otra manera y empiezas a tener un hormigueo cada vez que llega tu turno, que compartes con los otros jugadores en una completa comunión de compañerismo lúdico.
+1
Las reglas están muy mal explicadas y son superliosas. La primera partida, la hicimos despues de leerme las reglas !!3 veces!! (normalmente con 1 me llegan) y aún así, cometimos errores. No convenció mucho y se hizo tan largo que no nos dió tiempo a acabar la partida.
Estaba pensando en venderlo/cambiarlo, pero le dí una segunda oportunidad. Me volví a leer las reglas y entré en el post de dudas.
Volvimos a jugar y aunque la partida duró mucho, y al principio estabamos un poco perdidos, nos divertimos y cogimos de que iba el juego.
La tercera partidas fué sobre ruedas.
Tambien es de mis juegos favoritos, pero es un juego que tarda en entrar, por lo espeso que es.
Yo estoy deseando jugar mi 4ª partida.