A esas edades, con los que más he jugado con los peques:
Akaba (de alfombras voladoras)
Cocorico Cocorocó
Señor de los Anillos (el infantil, claro)
Y con el que más no hemos reído todos, el Burz Appengell, de ratones que tienen que pillar queso y caen por el suelo que se mueve.
Para el de cuatro años quizá un poco complicado, pero bueno, para estamos los padres, ¿no? Y divertirse se divierten una barbaridad.