Ayer tuve la oportunidad de probarlo y la verdad es que se nota que es del amigo Feld.
Es bastante denso, hay muchas cosas que hacer y muy pocas acciones para hacerlas. Los caminos para ganar puntos de victoria son muchos y eso hace que no quieras dejar pasar ninguno de ellos. Es agobiante en el sentido en que ves que los turnos pasan y no te da tiempo a abarcar todo lo que tenías pensado. Imagino que rejugándolo esa sensación de agobio irá desapareciendo cuando se vayan uniendo las piezas y se vean las interrelaciones que tienen todos los elementos del juego, que son muchas.
Hacía mucho tiempo que un juego no me hacía padecer AP y este lo ha conseguido. Fue muy buena la partida. La compañía también ayudaba, claro. Y espero repetir esta semana que viene. Por lo pronto estoy esperando que me llegue mi copia en unos días y mientras siempre tendré al amigo Altair para jugarlo.
En definitiva, un juego muy completo y digno hijo de su creador. Y además, como han dicho por aquí, es hasta bonito.
Ahora a esperar a sus tres hermanos...