Ayer estuve viendo a mi amigo Alberto (conocido mundialmente también como Aspirino) y la obra de teatro negro «Sueño de Medianoche» de Teatro de Medianoche, compañía en la que trabaja ahora. Dos cosas: su web no esta actualizada (así que no aparece todavía mi amigo como manipulador) y bajo firefox no funciona muy bien (así que tendrás que verla en internet explorer).
Este espectáculo visual de teatro negro con títeres de 50 minutos de duración dirigido para el público infantil, y estaba dividido en dos partes.
En la primera se contaba la historia de un niño que jugaba con construcciones, que cuando se dormía las piezas recreaban para él un mundo de figuras. De hecho para ello usaban las 7 piezas del tangram e iban formando diferente figuras con ellas (una vela, una casa, un gato, etc) como hilo conductor de la narración, ante las caras de asombro de los niños.
En la segunda, que era un cuento con moraleja. Contaba la historia de un hombre primitivo, y como destruía todo lo que le rodeaba. Todo que se encontraba lo utilizaba para fabricarse nuevas armas más poderosas. Y a lo largo del espectáculo iban apareciendo distintos animales y plantas (un zorro, un dragón, una serpiente, etc) que acababan sucumbidos ante su violencia sin sentido. Finalmente la naturaleza se rebela y el hombre primitivo muere, dándose a entender que con su semilla aparecerá uno que sea mucho más tolerante con lo que le rodea.
A mi la obra me gusto bastante. Esta bien hecha y con mimo, y se nota que los niños disfrutaron y alucinaban. Era como ver dibujos animados en directo. Además, una vez finalizada la obra, salían los cuatro manipuladores y explicaban a los niños el funcionamiento del teatro negro y como manejaban los títeres y elementos del espectáculo; permitiendo además preguntas y subiendo a los niños al escenario para que probaran ellos mismos. Ese rollo interactivo, me encantó.
Estan actuando por Zaragoza habitualmente de la mano de Ibercaja, y en Enero estarán por Madrid tres semanas con el espectáculo. Si tienes niños es una muy buena oportunidad para verlos. Yo disfruté como un niño, aunque claro sigo siendo un niño.
