Leo en ¡Vaya Tele! una curiosa iniciativa orientada a generar el debate de los lectores, el diario El País ha aprovechado una entrevista digital a Andreu Buenafuente para que éste lance una pregunta a los lectores acerca de la televisión en España.
Pues bien, yo adecuo y adapto la pregunta a mis hobbies, los juegos de mesa, y la lanzo: ¿Tenemos la industria de los juegos de mesa que nos merecemos en España?
Mi respuesta es clara. Sí.
Las editoriales buscan una sola cosa: el beneficio económico. Y ese beneficio lo obtienen de conseguir los mayores ingresos con los menores gastos. Por lo tanto, buscarán editar aquellos juegos con los que consigan mayores ventas, invirtiendo para ello lo menos posible.
Si las editoriales hacen eso es porque hay y tienen detrás unos clientes potenciales, mas o menos fieles, que les respaldan. Si esos clientes respaldasen o demandasen otro tipo de juegos, por ejemplo wargames o juegos algo más complejos, cambiarían o adecuarían su línea editorial: cambiar o morir. Se trata de una pseudo-democracia que se rige por la ley de la oferta y la demanda. Ni más ni menos.
Estoy harto de escuchar que tal o cual juego es una basura, y que no hay forma humana de entender como se puede publicar ese y no otro. Pues bien, la respuesta es sencilla: Porque se vende.
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