Ahora que comienza el veranito os propongo una actividad con la que rellenar algunas tardes de ocio. Y consiste en construir algún buen recortable. Por ejemplo, este de Neuschwanstein (‘nueva piedra del cisne’ en alemán), un precioso castillo neogótico situado en Baviera cerca de Füssen (Alemania), mandado construir por Luis II de Baviera en 1866. Ojo, la dificultad es algo elevada, pero merece la pena.