Pues nada, como unos cuantos me habéis pedido que exponga públicamente mis múltiples porqués en contra del Tide of Iron, aquí los tenéis. Eso sí, que luego no se me queje nadie por haberle chafado el juego.
En primer lugar, me gustaría dejar claro que esta crítica está hecha desde la perspectiva de alguien que lleva casi 30 años jugando wargames. Por lo tanto mi visión va a estar hecha desde esa óptica, para bien o para mal.
Es más, si tuviera que resumir mi opinión negativa al respecto del juego en una frase lo haría diciendo que el Tide of Iron
NO es un wargame. O lo es sólo en la misma medida que el Memoir 44 o juegos similares.
Me explico: La definición más o menos clásica de wargame es la de un tipo de juegos que pretende simular de manera realista un conflicto bélico. En este sentido y en mi humilde opinión el Tide of Iron hace aguas por los cuatro costados, pues se trata más bien de un juego de mesa con soldados pero repleto de un montón de mecánicas que no tienen nada que ver con una batalla a nivel táctico en la 2ª Guerra Mundial y que están directamente calcadas de otros juegos de la factoría FFG como el TI3 o el WoW.
Pero mejor vayamos por partes:
*Componentes* Los tableros no me gustan y me parecen muy poco prácticos. Son demasiado pequeños para un tamaño de hexágono tan enorme, con lo que tienes que colocar un mínimo de 9 para crear un escenario y como no hay nada que los haga encajar unos con otros, acabas teniendo un tablero bastante inestable repleto de junturas.
Además, los dibujos del terreno son feos y algo borrosos. Y encima las fichas adicionales de terreno tampoco tienen forma de encajarse sobre el tablero original, con lo que bailan y se mueve de sitio con gran facilidad.
Por otro lado,
la diferencia de escala entre los vehículos y los soldados me parece directamente horrenda. Ver un panzer liliputiense al lado de unos soldados enorme me da grima. Además de no tener la más mínima correspondencia con el espacio y potencia de fuego que tendrían en un juego con un mínimo de realismo.
Pero la palma se la llevan
los dados que trae el juego de serie. Absolutamente cutres y de un tamaño ínfimo. Algo que encuentro absolutamente inaceptable en un juego de este precio. Más aún cuando los dados tienen que estar utilizándose con mucha frecuencia.
*Mecánicas básicas*Aquí es donde se ve claramente cómo la muchachada de FFG se ha dedicado a trasvasar mecánicas de otros juegos a éste sin cortarse un pelo.
Para empezar,
los marcadores de activación (importados del Juego de Tronos y TI3) son un absoluto peñazo. Los hay a montones (entre 12 y 20 por turno y bando) y encima se pueden confundir fácilmente cuando varias unidades comparten hexágono (que es lo habitual) ya que se coloca un marcador por unidad y no por hexágono, con lo que al final de cada turno es un lío saber qué unidades están activadas o no, ya que no hay nada en las peanas de las fichas que te permita asignar un marcador a cada unidad.
Además de que, con más de 30 unidades en el mapa, aquello se convierte en un pifostio de marcadores que no veas (algo que hace que no me guste algún otro wargame táctico mucho mejor parido como el Pazergrenadier).
En segundo lugar,
los puntos de mando (similares a los tradegoods del TI3 o el dinero y energía del WoW) son absolutamente irreales. ¿Qué es eso de que para poder jugar cartas especiales de estrategia tengo que ocupar un hexágono perdido en el mapa sin la menor relevancia en la batalla? Dada la importancia de dichas cartas, el poder usarlas o no debería estar en función de algo más concreto y realista.
Y por último llegamos a lo que más me ha defraudado del juego:
el sistema de combate. Lo cual ya es grave para un juego en el que precisamente lo que se trata es de combatir.
Para empezar, la efectividad de algunas unidades es absolutamente irreal (por ejemplo, las ametralladoras o la infantería regular dañando tanques desde una distancia de 3 y 1, respectivamente), mientras que la de otras es especialmente baja (por ejemplo los morteros, que no son nada efectivos).
Pero es que el sistema de combate en sí es un tiradados puro y duro en el que la aleatoriedad es bestial. No hay factores de fuego de base que aseguren a las unidades más potentes tener la certeza de hacer pupa, ni factores de defensa de base que permitan a unidades bien guarnecidas saber que es prácticamente imposible que las dañen a no ser que acumules unidades muy potentes en su contra. Aquí, si tienes un poco de suerte, una unidad de infantería puede dañar un tanque y un tanque puede no hacer absolutamente nada a una unidad solitaria en campo abierto.
Todo se reduce a coger a tirar un número determinado de dados en ataque y en defensa en función de la calidad de las unidades. Así de simplón e irreal.
Una vez más, lo que FFG ha hecho es incorporar el sistema de combate del TI3 o el WoW a un juego en el que no pega ni con cola. Además de que la acumulación de dados tiene sentido cuando tiras con unidades que aciertan a diferentes resultados y con múltiples modificadores a las tiradas de dados (como en los casos del TI3 y el WoW). Pero aquí todo el mundo tira a conseguir el mismo resultado (5 o 6) y encima los modificadores son bastante escasos.
*Jugabilidad:*Es un juego que encuentro tremendamente farragoso a la hora de hacer
el despliegue para lo sencillo que es luego de jugar. Tienes que pegarte no menos de 20 minutos colocando soldaditos en las peanas. Y si a eso juntas el preparar el resto de elementos (cartas, fichas, mapa y terreno adicional, etc.) te vas fácilmente a los 30-40 minutos.
Por otro lado, el juego trae muy pocos
escenarios y el diseño de los mismos no me pareció nada del otro mundo. Por lo tanto, me temo que la rejugabilidad de los mismos es más bien escasa, ya que las estrategias aplicadas por ambos bandos van a ser siempre similares y todo va a acabar dependiendo de la mayor o menor fortuna con los dados.
*Resumen final*Sinceramente, no entiendo el atractivo que provoca este juego a no ser por la estupenda campaña de márketing de FFG y por las figuritas (que tampoco es que sean la repera).
Como dicefest, pienso que hay juegos mucho mejor paridos como algunos de los ya mencionados. Como simulación mínimamente realista de un combate en la 2ª G.M., no creo que dé la talla en absoluto. Y como juego/juguete de guerra, creo que el Memoir ’44 cumple una función similar por un precio mucho más asequible, con una mecánica menos farragosa y un despliegue infinitamente más sencillo.