A Deinos hay que decirle que no sea insincero jodío, que yo no le engañé, que cumplí los pactos cuando los hubo, hasta que hubo hostialidades que empezó él, y que si se hubiera llevado bien (mejor) conmigo, hubiera ganado él.
Pues ese problema que le veis al juego yo lo solucionaría teniendo que jugar relativamente rápido ese momento en que se puede decidir la partida. Personalmente no me gusta nada parar una partida justo al final de esta para ponerse a echar cuentas casi exactas de quién va en cabeza.
Y tampoco me gusta que se solucione yendo a por quien va en cabeza. Posiblemente el juego "pide" que al final, una facción arremeta contra quien le ha estado "jorobando" los años/turnos anteriores, aunque en ese momento no esté muy fuerte; o en su defecto, juegue contra alguien para mejorar su posición (aunque sólo sea para quedar cuarto en lugar de quinto).
Lo que no me gustó (desde el punto de vista egoísta del burgués) fue que en la alineación de ciudades no puedes hacer nada contra el reformista. Si yo pudiera haber tirado las ciudades hacia el catolicismo lo hubiera hecho e igual la peli hubiera sido diferente. Pero como se supone que los reformistas son colegas, pues no puedes. Y eso sólo beneficia al Reformador, y además de manera bestial, y no puedes hacer NADA para evitarlo, lo tienen que hacer los demás por ti.En la partida, en la universidad de Leiden o Leuven o como se llame esa, me pudo sacar del orden de 20 fichas durante toda la partida. ¿De qué me sirvió invertir en Hollanda toda la partida y monopolizarla? De nada, porque él por la cara se anexionaba las ciudades sin coste alguno, prácticamente. Coste: 3 ó 4 Oros, creo que menos; beneficio 20 fichas. Y el Burgués no puede competir en eso, cero patatero. Y lo hizo en tres o cuatro ciudades, que son muuuchos puntos de victoria además de lo suyos propios.Y claro, por mucho que avisé y avisé, los demás no suelen hacer las cosas porque tú se las pidas, precisamente, y el marquitos se llevó el gato al agua.
Hay que reconocer que lo hizo muy bien y no dio la impresión de ir ganando hasta que lo hizo. Podía haberse excedido y entonces sí le hubierais parado los pies. Es que es mu listo.
Últimamente no nos ponemos de acuerdo, pero no sé si discutir con alguien que lleva 3400 mensajes tropocientos karmas
No digo decidirlo a la carrera. Sino, no pararse demasiado a echar cuentas. Prefiero que uno planifique sus movimientos finales tratando de mejorar, pero no haciendo cuentas de medios puntos en medios puntos, porque me saca un poco del tema y me recuerda demasiado que es un juego. Me gusta más la literatura que las matemáticas, aunque pierda o juegue mal. De hecho, suelo ser bastante mal jugador, y creo que es porque a veces no me apetece jugar como si resolviera un ejercicio de física. Además, me gusta jugar, no ganar. Y las situaciones de "recuentos" me aburren, y nunca las hago. Pero repito que no me importa en absoluto que otros las hagan.
No creo que en este juego todo el mundo jorobe a todo el mundo directamente (aunque sí indirectamente). Por ejemplo, burgueses y nobleza pueden ni verse prácticamente. Y así algunas otras combinaciones.
En mi humilde opinión, ése fue un fallo estratégico tuyo de libro. Te lo dije varias veces desde que empezamos la partida: Cuidado con el Reformista, cuidado con el Reformista. En cuanto a lo de la tabla de sobornos, de nuevo y como me aburrí de repetir desde el inicio: HAY QUE NEGOCIAR, LEÑE. Y mucho. Si tú le hubieses ofrecido al Habsburgo menos pelea en Flandes, o la Nobleza no atacar Generality o apoyar al Católico en Utrecht a cambio de que cualquiera de nosotros te echáramos una mano contra el Reformista con los sobornos en Haarlem pues es probable que alguno lo hubiéramos hecho.