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Lopez de la Osa

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #105 en: 28 de Diciembre de 2016, 15:03:56 »
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Ya que pides definiciones y ejemplos, te voy a poner algunos,

Ultimamente trabajo con partículas que....

ambién hacemos experimentos en los que...

Estas cosas molan. Yo personalmente, las cosas que no puedo manejar, me fascinan.

Pregunta sobre "partículas que viajan al 60% de la velocidad de la luz (a unos 180.000 km/s). A esas velocidades, para ellas el tiempo pasa un 25% más despacio que para nosotros. Y nos hartamos de comprobarlo. Algunas tienen una vida media que no les permitiría alcanzar ciertos detectores, pero gracias a que su tiempo fluye más despacio los alcanzan."

Realmente, ¿cómo se mide que el tiempo de una partícula pasa más despacio? Por cuestionarse cosas, ¿pudiera ser que al ir a esa velocidad lo que ocurre es que se prolonga la vida de esa partícula en vez de que el tiempo pase más despacio?

Sobre el oro... " A la gente, en las exposiciones al público que hacemos, le cuesta creérselo." pues imagina yo sin verlo en una exposición... la gente en las exposiciones, ¿cómo lo ve?


Citar
Pero el conocimiento no puede detenerse ahí, sino que debe seguir preguntando: y bien ¿qué es ese portador? y ¿por que actúa? ¿por qué se intercambia? ¿Qué es lo que en última instancia hace funcionar la fuerza, por qué algo se mueve hacia algo, interactúa, lo repele, etc? Ese ir hasta el final es lo que hace al filósofo.

Los niños de cinco años también hacen eso. Y aunque le expliques el por qué una y otra vez, lo siguen preguntando; lo que les ocurre es que no les satisface la respuesta o no la entienden o no les gusta.

¿Qué es el 'ser' de un ser, de un ente?

Trampington

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #106 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:24:24 »
En primer lugar, “en los tiempos que corren” nunca es un argumento. El valor o la verdad de una idea no depende del tiempo en el que naciese.

Por supuesto que sí lo es. "En los tiempos que corren" lleva implícito el que, a lo largo de los años, hemos realizado nuevos descubrimientos que han reescrito nuestros conocimientos acerca de una materia. El uso que he dado a esta frase lo sigo considerando correcto: Creo que no estás teniendo en cuenta nada de lo que la ciencia ha descubierto en los últimos años en materia de conciencia, funcionamiento del cerebro, pensamiento, etc. Y detallo algo más sobre esto en la siguiente cita.

No hay duda de que el conocimiento científico avanza. Lo que quiero decir, para que quede más claro, es que no se puede afirmar, por ejemplo: “esa idea X no vale nada porque es del siglo XVIII”, sino en todo caso: “Esa idea X ha quedado refutada por este descubrimiento o idea posterior Y ”. O sea, el tiempo, por sí mismo, es irrelevante. Supongo que estás de acuerdo con esto.

Cita de: parax
Si la consciencia fuese efecto de una causa material, entonces, por muy complejas que sean las interacciones materiales que se dan en el cerebro, sería en teoría posible seguir la cadena causal hasta llegar a una conclusión necesaria: la consciencia, así como sería posible seguir la lógica de un programa informático y entender y prever su resultado. Pero la consciencia es de una naturaleza tan distinta de lo material, que aunque se conociese exactamente cada movimiento de cada molécula en el cerebro no podría llegarse nunca a esa conclusión y siempre quedaría como un “otro lado” inexplicable a base de la actividad de moléculas o neuronas.

Es precisamente en este punto en el que siempre pensaremos diferente. Atribuir a la consciencia una existencia que va más allá de un conjunto de interacciones materiales es para mí un error. Dices que de ser posible podríamos prever el resultado, y es precisamente de esto de lo que te hablaba anteriormente acerca de los descubrimientos respecto a la voluntad y el libre albedrío que se están realizando últimamente, los cuales permiten a un software realizar una predicción bastante exacta acerca de la decisión que va a tomar el sujeto del experimento respecto a una pregunta dada, antes de que la tome, tan sólo monitorizando ciertos parámetros de su cerebro (más detalles aquí, por ejemplo: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150817_ciencia_finde_vert_fut_libre_albedrio_lp). Por supuesto, estamos aún en pañales, pero tan sólo por varios detalles que complican la tarea lo suficiente:

- La forma en que cada sujeto almacena sus experiencias en el cerebro parece ser distinta entre un sujeto y otro. Si bien hay áreas especializadas en el cerebro para distintas tareas (memoria a corto plazo, memoria visual, memoria auditiva, pensamiento lógico, etc), la información que cada uno de nosotros llega a guardar es distinta en cada caso (aunque sea por el mero hecho de que, fisiológicamente, somos ligeramente distintos).

- La cantidad de variables es tan alta, que aún nos resulta complicado poder hilar más fino y llegar a comprender exactamente la cadena de pensamientos que está sucediendo en la cabeza de alguien. Es como una gigantesca red neuronal donde cada uno de los nodos puede atravesar por numerosísimos estados diferentes, cada uno de los cuales condicionan la respuesta del mismo una vez estimulado con ciertos datos de entrada (en forma de impulsos eléctricos e intercambio químico, que a menudo nos olvidamos de que sin la química adecuada el cerebro tampoco podría funcionar... y esta depende enteramente de nuestro estado de salud, de lo que hemos ingerido, etc). El día que podamos conocer al detalle toda esta interacción, y seamos capaces de modelarlo, habremos creado una conciencia artificial que nada tendrá que envidiar a la nuestra (de hecho, lo más probable es que nos supere en muchas características).

- Existe aún todo un mundo que, por ahora, y en apariencia, no es tan determinista, como es el mundo de la mecánica cuántica, donde existe cierta incertidumbre acerca de la posición de un electrón en un determinado momento de espacio y tiempo, que complica la tarea de trazar una solución absolutamente determinista cuando el soporte para replicar esa misma lógica es distinto.

Pero todo lo que un neurocientífico hace es comprobar que hay una correlación entre un determinado pensamiento y una imagen de actividad cerebral en ciertas áreas. Eso concuerda plenamente con mi punto de vista, ya que, en efecto, entre el plano del sujeto y el del objeto debe haber una relación, aunque no sea una relación causal, ya que lo subjetivo puede también ser representado, es decir, objetivarse. Pero eso no es realmente saber cómo se forma el pensamiento o la consciencia o la voluntad, sino que sería algo así como el hombre primitivo que comprueba que cada vez que llueve y sale el sol, se forma un arco iris, sin comprender nada del fenómeno óptico. Así mismo comprueba el científico que cada vez que hay una determinada actividad subjetiva habrá una determinada imagen cerebral o a la inversa. La analogía, realmente, no es exacta, porque aquel hombre podría en teoría llegar a comprender el fenómeno “arco iris” (hasta el grado en que la ciencia puede llegar a conocer), puesto que todo queda en el mundo fenoménico de relaciones entre objetos, mientras que el científico no podrá hacer lo mismo. Pues a la comprensión del arco iris se llega por el razonamiento y el seguimiento lógico e intuitivo de la cadena de causas y efectos, mientras que al intentar pasar de la cadena causal de las reacciones físico-quimicas en el cerebro a la propia consciencia o pensamiento, se produce un salto, que como digo es infranqueable. Tomemos algo subjetivo, por ejemplo, el dolor (la sensación que experimentamos como dolor) e imaginemos una especie alienígena con una inteligencia mil veces superior a la nuestra, pero con un organismo constituido de tal manera que no puede sentir dolor, incluso carentes del sentido del tacto. Si unos científicos de esta especie intentasen comprender qué es el dolor humano a partir de los datos objetivos de los nervios y las reacciones químicas del cerebro, jamás llegarían a comprenderlo. Esto es así porque el dolor no está contenido en lo objetivo, en la materia, no es reductible a ella, sino que está en ese otro plano de la realidad que es el sujeto, el que siente. Otro ejemplo, aún más sencillo podría ser el caso de los colores. La experiencia que tenemos del color rojo, por ejemplo, no está de ninguna manera en una onda o en estructuras del ojo y del cerebro, sino que solo se hace realidad en lo subjetivo. Y estos son ejemplos de sensaciones concretas, tanto más alejado de lo posible será llegar a la comprensión de la consciencia, que es precisamente lo que se encuentra detrás de las sensaciones o percepciones subjetivas.

Por lo tanto, si la materia fuese la causa de la consciencia, sería en teoría posible llegar a ella mediante el seguimiento de las causas y los efectos en la materia, pero no es posible, y eso ya pone muy en duda el materialismo.

En cuanto a la voluntad y el libre albedrío, y siguiendo el enlace que das, veo que lo único que significa ese experimento es que en una decisión de ese tipo puede haber un ligero desfase entre lo inconsciente y lo consciente, pero se trata de la decisión de esa persona de todas maneras. No hay que confundir sujeto libre con sujeto consciente ni voluntad con voluntad consciente. La voluntad es anterior a la consciencia, (y esto, incluso desde un punto de vista evolutivo: el conocimiento surge por la necesidad de conocer). De manera inconsciente podemos, por ejemplo, movernos mientras dormimos para taparnos si hace frío, lo cual sigue siendo un acto de voluntad, o puede el recién nacido llorar y mamar. Tampoco la voluntad es reductible a reacciones fisico-quimicas. No es el cerebro quien actúa, las reacciones químicas no son un comienzo, una causa, no son un agente capaz de tomar una decisión, sino que es ese ser vivo, y en su cerebro la acción se representa mediante imágenes de actividad.

La refutación del libre albedrío no viene tanto por esa via, sino por el hecho de que todo lo que es fenómeno, es decir, representación de la realidad para el sujeto cognoscente, (y el ser humano también lo es desde este punto de vista), está sometido al principio de razón suficiente, es decir, que todo lo que es (dentro del fenómeno) tiene una razón de ser. Y no somos la especie humana una especie privilegiada ontológicamente diferente de una planta, por ejemplo, sino un organismo vivo como otro cualquiera. Así, con la misma necesidad que una piedra cae si se lanza al aire, uno se levanta de su silla para ir a dar un paseo, porque siempre hay un motivo que es lo suficientemente fuerte como para determinar una acción en una persona, teniendo en cuenta cómo es esa persona (su carácter, etc). Siempre se hace lo que se quiere ateniéndonos a las circunstancias, y nunca es posible hacer otra cosa en cada momento. La voluntad, pues, se presupone como el mero querer, es el nexo entre el motivo y la acción, la condición necesaria, el motor de acción.

Cita de: parax
Más allá de esto, el único argumento posible que encajaría sería el de que no podemos creer en nada de lo que recibimos a través de nuestros sentidos, pues podría todo ser una ilusión (la llamada "hipótesis de simulación", o mucho antes en filosofía el llamado solipsismo) y la base de la existencia ser otra cosa que nos es absolutamente desconocida, y en la que nuestras vidas, seres queridos, materia, y todo lo que nos rodea sólo existen en eso que llamas "consciencia" de forma separada a la "materia". Pero sinceramente, si bien me parece interesante como ejercicio intelectual, y dado que sería prácticamente imposible demostrar su veracidad (es una hipótesis no falsable), creo que sería mejor aplicar el principio de la navaja de Ockham, y presuponer que la realidad que nos rodea no sólo existe, sino que además estamos poco a poco empujando cada vez más las fronteras del conocimiento para entenderla mejor.  Pretender otra cosa es desaprovechar la oportunidad de mejorar nuestras vidas, ni que sea por la pequeña franja de tiempo en el que el Universo nos ha concedido vivir.

El materialismo parte de la materia para decir que la consciencia es una “ilusión”. El idealismo (no exactamente el solipsismo) parte de la consciencia para decir que la materia es una “ilusión”. A priori son dos ideas simétricas y opuestas, y tú te decantas por la primera. Bien, en primer lugar, hay que decir que el dato de partida ineludible, lo único seguro, es que hay una experiencia: un sujeto que conoce y siente un mundo externo, con lo cual dar una mayor “realidad” a uno u otro término empieza a ser dudoso. Ambos son las dos mitades necesarias para el fenómeno. En segundo lugar, el idealismo cuenta con la ventaja de que aquello a lo que llama “ilusión” (la materia, las reacciones fisico-químicas, etc) es un fenómeno mediado por las formas del conocer, es decir, condicionado por el propio conocimiento, mientras que la propia consciencia es lo más inmediato.

Pero el idealismo trascendental no niega la realidad del mundo exterior, no la entiende como una ilusión tal que desaparecería por completo al desaparecer el sujeto, sino que le confiere realidad empírica, es decir, como experiencia, relativa al sujeto, condicionada por el conocimiento. Que la realidad que percibimos está condicionada por nuestro conocimiento, o lo que es lo mismo, que es nuestra representación, eso está fuera de toda duda, a no ser que pensemos que el conocimiento no es nada, sino solo una puerta de entrada hacia el cerebro de un mundo exterior que sería exactamente igual al percibido (¿el percibido por el ser humano? ¿por una hormiga?, ¿por un extraterrestre con una capacidad de percepción más avanzada que la nuestra?) Esto, desde luego, no concuerda con la navaja de Ockham. De lo que se trata, por tanto, es de averiguar en qué medida el conocimiento es un filtro de la realidad. Y aquí la conclusión a la que se llega en filosofía es que no sólo cosas como el color o el sonido son percepciones subjetivas, sino incluso el tiempo y el espacio, como condiciones de posibilidad de la experiencia, como “herramientas” a priori del sujeto con las que da forma al mundo. Pero demostrar esto sería demasiado extenso, y nunca tendría la fuerza de convencimiento con la que aparece en las obras de Schopenhauer y de Kant.

La objeción a la idea de una “ilusión” del mundo externo es muy razonable, porque pensar que todo es una especie de sueño es algo en principio dudoso. Pero la cuestión se resuelve así: si ahora mismo desapareciese todo ser cognoscente, el Universo seguiría, de la misma manera que existía antes de la vida. Pero ese mundo independiente del conocimiento (la cosa en sí kantiana), es por completo diferente al mundo en su forma representada. Sería algo indefinido, indefinible, carente de tiempo y de espacio, y que sin embargo, se vuelve al instante el mismo que experimentamos cuando aparece el sujeto. Es decir, es solo ilusión en su forma, no en su esencia.

Si todo esto sigue pareciendo un extraño misterio, así como la consciencia, el dolor, el color o la voluntad de los ejemplos anteriores, aún hay que considerar que sería arrogante pensar que el mundo no puede ser para nosotros, una especie concreta y limitada, ningún misterio. El afán científico por reducirlo todo a lo cognoscible por el ser humano es en el fondo una aversión a lo desconocido. Pero a mí, al menos, me parece mucho más fascinante pensar que el fondo de todo es un eterno enigma, y no que el Universo y nosotros mismos somos bolitas que una vez aparecieron sin motivo y que algún dia llegaremos a conocer por completo.

Para defender una posición de Relativismo cognitivo (o la versiòn llamada idealismo transcendental kantiano) me resulta curioso lo que consideras arrogante o tantas y tantas cosas que das por sentadas como la aversion a lo desconocido o decidiendo qué es posible o qué no para "el materialismo" o qué o no es "infranqueable". Como inicio no podrás entender nunca la postura científica despreciándola así.

La objetividad es algo implícito en la Ciencia, pero desde el relativismo se sigue insistiendo en la subjetividad de la misma y muchas veces rechazando de plano esa objetividad. La experimentación y el método científico se han diseñado para que la subjetividad no sea un factor o sea un factor conocido e incluido. Un ejemplo: El planeta tiene una forma redondeada, es una verdad objetiva y científica. No es una verdad que consista en un montón de subjetividades de un montón de personas, sino que es una verdad demostrable empíricamente y objetivamente por cualquiera. Si fuera algo subjetivo igual no todo el mundo vería la tierra con forma redonda o las leyes de la física parecerían aplicarse de forma diferente según el sujeto, o las matemáticas. Pero resulta que independientemente de cada uno, el mundo tiene forma redondeada y no depende de la percepción de nadie.

La idea es que desde la Ciencia se entiende que existe un mundo aparte del sujeto, y este es el que es independientemente del sujeto. La Ciencia busca entenderlo en todo lo que podamos y ya está. La de veces que se ha cambiado "la verdad" en la Ciencia cuando han surgido nuevos resultados OBJETIVOS y la percepción subjetiva no ha tenido mucho que ver.

Desde un punto de vista de filosofía tradicional nos insistes en que "todo es un eterno enigma" y rechazas de plano avances reales científicos, los cuales están ahí, se mantienen y avanzan pese a tu opinion.

Ese relativismo o idealismo es un dogma filosófico. "Todo depende del sujeto" y nada hay que cambie el dogma.

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #107 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:26:40 »
Pregunta sobre "partículas que viajan al 60% de la velocidad de la luz (a unos 180.000 km/s). A esas velocidades, para ellas el tiempo pasa un 25% más despacio que para nosotros. Y nos hartamos de comprobarlo. Algunas tienen una vida media que no les permitiría alcanzar ciertos detectores, pero gracias a que su tiempo fluye más despacio los alcanzan."

Realmente, ¿cómo se mide que el tiempo de una partícula pasa más despacio? Por cuestionarse cosas, ¿pudiera ser que al ir a esa velocidad lo que ocurre es que se prolonga la vida de esa partícula en vez de que el tiempo pase más despacio?
La teoría de la Relatividad se basa una hipótesis muy 'simple': nada puede viajar más rápido que la luz, y ésta siempre viaja (en el vacío) a la misma velocidad, 300.000 km/s. Y como hipótesis que es, se puede/debe intentar refutar. A lo mejor os acordáis del revuelo que montó hace unos años la colaboración OPERA, creyendo que había medido neutrinos moviéndose a velocidades superiores. Forma parte del método científico: publicaron sus resultados aunque pareciese una locura que iba contra una teoría muy contrastada (y bella), y poco después se dieron cuenta de que un cable mal conectado les indujo al error.

Una vez asumimos que nada puede viajar más deprisa, se deducen todas las fórmulas que nos llevan a dos mundos paradójicos: el de las grandes velocidades (teoría especial) y el de la gravedad intensa (teoría general). La primera se llama "especial" porque sólo es válida para velocidades constantes (aceleración nula), la segunda vale para cualquier caso (los efectos de un campo gravitatorio son los mismos que los de una aceleración). En nuestra vida diaria sobre la superficie de la Tierra, las velocidades y los cambios de gravedad son demasiado pequeños para que notemos nada, por eso a nuestro cerebro le cuesta entender lo que pasa fuera de ese contexto cotidiano. Por ejemplo, aunque una partícula viaje al 90% de la velocidad de la luz, si emite luz en su dirección de movimiento ésta nunca sobrepasará el 100%! Por culpa de ese límite absoluto las velocidades no se suman.

En ambos casos, el tiempo transcurre más lentamente para un observador que se mueve muy deprisa o para uno que está sometido a un campo gravitatorio más intenso. El ejemplo más claro es el del 'muón', una especie de electrón pesado e inestable que se produce por la colisión de rayos cósmicos en las capas altas de la atmósfera, y que vive sólo 2 millonésimas de segundo (se acaba transformando en un electrón). A pesar de lo rápido que se desplazan hacia nosotros, al 99.99% de la velocidad de la luz, en 2 microsegundos no deberían poder atravesar la atmósfera. Pero a esa velocidad, la relatividad especial nos dice que su tiempo fluye 70 veces más despacio! (el factor es 1/sqrt{1-(v/c)**2}) Y que deberían llegar a la superficie terrestre. Y de hecho llegan (es la mayor contribución a la radioactividad natural que nos bombardea continuamente).

Por supuesto que podría haber sido que la vida media de las partículas cambia con su velocidad. Pero no es el caso, es la teoría la que tiene razón (como podréis imaginar, una teoría que lleva a conclusiones tan paradójicas ha sido comprobada en mil y un experimentos). Como no tenemos acceso a naves que viajen tan deprisa, ni a campos gravitatorios que cambien de forma notable, hemos tenido que esperar a que la precisión de los instrumentos permita medir lo rápido que fluye el tiempo para pequeñas variaciones. Con relojes atómicos, puedes hacer que uno se desplace lo más rápidamente que pueda y comprobar que ha retrasado respecto a otro en reposo. Y puedes subir uno a cierta altura y comprobar que el que se queda abajo es el que retrasa (siente un poquito más la gravedad terrestre). Y si subes uno a un avión, tienes la combinación de los dos efectos, que la teoría predice hasta la última cifra significativa. Y esto no son más que algunos ejemplos, fáciles de entender.

Así que el tiempo no fluye igual, y no hay que intentar entenderlo desde nuestra perspectiva estática y tradicional. Pero una cosa importante es que se trata de la teoría de la relatividad: el flujo es distinto de forma relativa! Es decir, al muón que atraviesa la atmósfera al 99.99% de la velocidad de la luz no le da tiempo a hacer 70 cosas más que al que producimos en laboratorio a velocidades muy pequeñas: vive más tiempo, pero un tiempo que transcurre más despacio! Así que para ambos pasan sólo 2 microsegundos y les da tiempo a hacer las mismas cosas. Lo podéis ver en la película Interstellar, el tiempo pasa más despacio para Cooper por someterse a campos de gravedad más intensos que su hija, pero en ese tiempo su hija ha hecho muchas cosas y él no ha hecho 'casi nada'. Así que no es una solución para vivir más años que otro, simplemente tus mismos años van a transcurrir más despacio que los del otro. Puedes morir después que el otro, pero tu esperanza de vida será la misma...

Sobre el oro... " A la gente, en las exposiciones al público que hacemos, le cuesta creérselo." pues imagina yo sin verlo en una exposición... la gente en las exposiciones, ¿cómo lo ve?
No, no lo hacemos delante de ellos! Entre otras cosas porque estaría prohibido, los experimentos se hacen en salas cerradas y blindadas contra radiaciones. Pero les explicamos con una especie de maqueta del núcleo lo que es: un conjunto de protones (carga +1, una bolita imantada roja) y de neutrones (carga 0, una bolita imantada azul). Una vez tienen un 'núcleo' en su mano, les pedimos que cuenten las bolitas rojas, y eso les dice de qué elemento se trata: 1 el Hidrógeno, 2 el Helio, 6 el Carbono... y 79 el Oro. Si a uno con 8 bolitas rojas (Oxígeno) le quitamos 2, les decimos que lo acabamos de transformar en Carbono. Y claro, yéndonos a buscar alguno curioso, como el Oro, les explicamos que el elemento 80 es el Mercurio, y que basta hacerlo chocar contra otro núcleo para arrancarle un protón y dejarlo sólo con 79, convirtiéndolo en Oro.

Y entonces entienden que todos los núcleos están hecho del mismo 'material', que sólo los distinguen las proporciones. Lo 'mágico' del Oro no está en su núcleo, en sí se parece mucho al núcleo de Mercurio. La magia reside en que el átomo está formado por el núcleo rodeado por un cortejo de electrones (carga -1, tantos como protones), y el número de electrones dicta las propiedades químicas del elemento. Son las propiedades químicas del Oro las que lo hacen especial. El núcleo, muy pequeño a la escala del átomo, se comporta como un contenedor de ADN, insensible al movimiento de los electrones a su alrededor: sin piezas nuevas de un elemento a otro, su contenido dicta los electrones que lo van a tener que rodear para que el átomo sea neutro, y como esos electrones se sitúan en capas y el llenado de éstas dicta las propiedades químicas, un pequeño cambio del núcleo puede dar elementos con propiedades (químicas) radicalmente distintas.

PS/ Como curiosidad, los electrones alrededor del núcleo dictan las propiedades químicas, pero las propiedades radioactivas del núcleo de ese átomo las dictan el número de neutrones (para algo tenían que servir éstos!) que contiene. El Carbono-12, con 6 protones y 6 neutrones, no es radioactivo. El Carbono-14, con 6 protones y 8 neutrones, es tan Carbono como el otro pero ya es radioactivo (lo que nos permite por ejemplo datar objetos de miles de años).

Trampington

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #108 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:36:02 »
Teniendo en cuenta que la cotizaciòn del mercurio ha caido en los últimos años igual tenemos entre manos algo rentable.  ;D

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #109 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:49:25 »
Teniendo en cuenta que la cotizaciòn del mercurio ha caido en los últimos años igual tenemos entre manos algo rentable.  ;D
Bueno, ya dije hace unas páginas que no es rentable hacerlo a escala macroscópica (mucho tiempo pero también mucho dinero, que un acelerador cuesta lo suyo!), pero es el principio que se está tratando de explotar en proyectos para "transmutar los residuos radioactivos" (en mi laboratorio hay un equipo que trabaja en eso).

Si tienes un núcleo que se ha producido en la fisión del Uranio en una central nuclear, y que tiene una vida media de miles de años, vas a tener que buscar un sistema de almacenamiento que se suponga que funcionará durante todo ese tiempo (es como si los antiguos egipcios nos hubiesen dejado ese 'regalo'). Pero si lo bombardeas con un haz de partículas y le quitas unos cuantos protones y/o neutrones, lo puedes transformar en otro núcleo que a lo mejor es estable, o que vive sólo unos años. En ese caso has eliminado, o reducido muchísimo en el tiempo, el problema.

La investigación actual se centra en estudiar lo eficaz (y rentable) que sería la técnica a escala macroscópica. Es decir, coger un bloque de residuos de varios kilos, bombardearlo, y que deje de ser radioactivo o que lo sea mucho menos. Y ver cuánto ha costado el bombardeo, claro...

Trampington

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #110 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:56:57 »
Casi me da miedo preguntarte por ese "A lo mejor es estable".  :o

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #111 en: 28 de Diciembre de 2016, 17:59:54 »
Casi me da miedo preguntarte por ese "A lo mejor es estable".  :o
Te refieres al concepto/definición de "estable"? O al de que a lo mejor lo sea?

Trampington

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #112 en: 28 de Diciembre de 2016, 18:07:43 »
Es que explicado así parece como que es como "a lo mejor es estable o a lo peor creamos un nucleo inestable que explota masivamente con solo mirarlo".

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #113 en: 28 de Diciembre de 2016, 18:23:02 »
Es que explicado así parece como que es como "a lo mejor es estable o a lo peor creamos un nucleo inestable que explota masivamente con solo mirarlo".
Ah, vale. No, no va a explotar! Están por un lado los núcleos estables, que si no los tocas seguirán así para toda la eternidad, como el Carbono-12 (tienen la proporción adecuada de protones y neutrones). Y luego los inestables, que tienen demasiados o demasiado pocos neutrones, y a mayor desequilibrio más corta será su vida media. Por ejemplo, la del Carbono-14 es de miles de años, la del Carbono-22 (el más pesado) es de sólo milésimas de segundo.

Así que se trata de ver si algo con una vida media muy larga lo podemos transformar en algo con una mucho más corta. Bombardeándolo con protones, por ejemplo, le vamos a cambiar el número de protones y/o neutrones en pocas unidades, así que basta con ver los núcleos que tiene en su 'vecindario'. Y estos proyectos lo que tratan es de medir esas probabilidades, de transformar cada núcleo en cada uno de sus vecinos. Una vez conoces las probabilidades, puedes predecir de qué forma vas a cambiar la radioactividad del barril, por ejemplo.

franchi

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #114 en: 28 de Diciembre de 2016, 18:39:49 »
Que maravilla de hilo.
El libro que busco debería escribirlo Franchi. Que capacidad de explicación.
Gracias César!  :)  La verdad es que acabo de escribir uno, lo comenté en otro hilo hace unos meses:

http://labsk.net/index.php?topic=178320.0

Allí podéis ver de qué va, y leer un anticipo. El 'problema' es que lo he escrito en español (la única lengua que domino lo bastante!) pero mis canales de publicación posibles son franceses (trabajo para el CNRS, que tiene un servicio de publicación de libros de divulgación). Así que estoy un poco atrapado, no lo quiero mandar a traducir entero para publicarlo y no conozco vias de publicación en España. Si alguien de los que pasáis por aquí me podéis echar un cable, os lo agradeceré!

PS/ Para no desviar este hilo, si tenéis algún comentario respecto a mi libro hacedlo en el hilo que os pongo arriba, por favor...

Lopez de la Osa

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #115 en: 28 de Diciembre de 2016, 19:44:25 »
Citar
Es decir, al muón que atraviesa la atmósfera al 99.99% de la velocidad de la luz no le da tiempo a hacer 70 cosas más que al que producimos en laboratorio a velocidades muy pequeñas: vive más tiempo, pero un tiempo que transcurre más despacio! Así que para ambos pasan sólo 2 microsegundos y les da tiempo a hacer las mismas cosas

Por lo que he entendido, ¿es como si lo viéramos a cámara lenta? Quizá más exacto: ¿como si él viviera a cámara lenta? ¿Lo he entendido bien?

Todas estas cosas me parecen asombrosas !! Como... de ciencia ficción. Pero a la vez apasionantes y envolventes.

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el tiempo pasa más despacio para Cooper
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Ummm, creo recordar que lo que le pasa es lo contrario: para él el tiempo pasa muy rápido.

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #116 en: 28 de Diciembre de 2016, 19:47:24 »
Tomemos algo subjetivo, por ejemplo, el dolor (la sensación que experimentamos como dolor) e imaginemos una especie alienígena con una inteligencia mil veces superior a la nuestra, pero con un organismo constituido de tal manera que no puede sentir dolor, incluso carentes del sentido del tacto. Si unos científicos de esta especie intentasen comprender qué es el dolor humano a partir de los datos objetivos de los nervios y las reacciones químicas del cerebro, jamás llegarían a comprenderlo. Esto es así porque el dolor no está contenido en lo objetivo, en la materia, no es reductible a ella, sino que está en ese otro plano de la realidad que es el sujeto, el que siente. Otro ejemplo, aún más sencillo podría ser el caso de los colores. La experiencia que tenemos del color rojo, por ejemplo, no está de ninguna manera en una onda o en estructuras del ojo y del cerebro, sino que solo se hace realidad en lo subjetivo. Y estos son ejemplos de sensaciones concretas, tanto más alejado de lo posible será llegar a la comprensión de la consciencia, que es precisamente lo que se encuentra detrás de las sensaciones o percepciones subjetivas.

Creo que tú mismo te respondes: Que no podamos sentir algo no significa necesariamente que desconozcamos de su existencia, tan sólo significa que no podemos experimentarlo en nuestras carnes. El conocimiento es independiente de la experimentación personal: Una persona sorda puede entender perfectamente que hay un lenguaje hablado con unas normas e incluso que exigen unos determinados movimientos de labios, o que hay ruidos molestos y melodías agradables; no podrá sentirlos, pero entenderá que existen y entenderá la reacción que provocan en sus congéneres que no tienen esa limitación física. En el caso de los colores, el ejemplo es aún más claro: Sabemos perfectamente que determinadas especies poseen la capacidad de ver un espectro de colores mayor que el nuestro, y aunque no sepamos cómo se experimentaría un color que desconocemos (a fin de cuentas, todo es información), estamos seguros de que esa frecuencia de onda de luz existe y que algunos seres son capaces de percibirla. Es más, probablemente cada uno de nosotros experimente los colores del espectro de luz visible de forma diferente, ya que al final se trata de una interpretación de esa información por parte de nuestro cerebro.

Pero “conocer su existencia” no es comprenderlo. Aquel hombre primitivo del que hablaba conoce la existencia del arco iris, pero no sabe lo que es. En el caso de los sordos es aún peor, porque ese conocimiento de existencia no es ni siquiera directo, sino que se tiene que inferir a partir de lo que sí puede conocer por sí mismo, por ejemplo, al ver en alguien una reacción de molestia por un ruido y compararla con la suya propia ante algo que sí pueda sentir. En cuanto a entender que hay un lenguaje hablado con sus normas, eso es posible porque el lenguaje es una facultad innata, y por eso el sordo puede aprender un lenguaje de signos. La sordera es aquí tan solo un accidente que no merma la facultad innata, sino que solo supone un impedimento a su desarrollo. Pero imaginemos que esos alienígenas siempre han vivido en su mundo donde el dolor no existe, sin capacidad alguna para sentirlo, y donde no han visto a nadie dar señales de dolor. Por mucho que conociesen cada partícula, movimiento y relación que ocurra entre los nervios y el cerebro, jamás sabrían lo que es ni conocerían su existencia.

No sé si se está entendiendo bien lo que quiero decir. Nosotros conocemos el dolor porque lo sentimos, y jamás se puede deducir esa experiencia analizando lo material. Si la experiencia del dolor fuese el efecto de una causa material, entonces, como digo, sería posible deducir ese resultado subjetivo completamente, así como un programa informático, por muy complejo que sea, es posible seguirlo y prever su resultado exacto. No es así con el dolor, ni con nada que conozca o sienta el sujeto. Una vez que sepamos toda posible interacción material, seguirá existiendo la pregunta: ¿y bien, cómo todos esos intrincados procesos dan lugar al dolor o la consciencia? Éstos están ahí misteriosamente sin que sean deducibles en tanto experiencia a partir de su "código". El mundo del sujeto y el del objeto son planos de la existencia por completo diferentes. El sujeto (lo que conoce y siente) no es reductible al objeto, sino que siempre está supuesto como su condición necesaria. Pensar en la materia como la cosa en sí, como el ser real del mundo más allá del conocimiento es pasar por alto el sujeto y las formas del conocer que están tan supuestas ya en la materia de la que se quiere partir como en el organismo vivo al que se quiere llegar.

Cita de: parax
Por lo tanto, si la materia fuese la causa de la consciencia, sería en teoría posible llegar a ella mediante el seguimiento de las causas y los efectos en la materia, pero no es posible, y eso ya pone muy en duda el materialismo.

No veo dónde queda en entredicho que la materia sea la causa de la consciencia. Creo que está bastante claro que la consciencia es una consecuencia de la materia una vez se han producido unos determinados saltos evolutivos. Como dice Daniel Dennet en el vídeo de más arriba, parece que la consciencia no es más que un "truco de magia" del cerebro material que nos compone, un truco que además nos hace creer que tenemos control sobre nuestra manera de pensar y actuar.

Queda en entredicho por todo lo anterior. Porque la causalidad no es una ley del Universo, sino del conocimiento. Es una facultad a priori, intuitiva, del intelecto, y con ella podemos entender el mundo objetivo. Como ley subjetiva, es aplicable a la relación entre objetos, no a la relación entre objeto y sujeto. Si fuese una ley que gobierna el mundo, que está “ahí fuera” y tal que hace nacer la consciencia a partir de la materia, la conoceríamos a posteriori, es decir, mediante la experiencia, pero entonces no podría ser segura, como de hecho lo es. Solo lo que está ya de partida en el propio conocimiento puede dar lugar a lo absolutamente seguro. La física cuántica, que concuerda sin problemas con el idealismo trascendental puede estar revelando precisamente esta condición subjetiva de la causalidad: allí donde se pretende penetrar hasta los límites de nuestra percepción, puede tener lugar lo extraño, aquello para lo que no estamos preparados.

Normalmente prefiero no citar a autores, porque así se fragmenta un pensamiento que funciona y cobra fuerza como un todo en una obra. Pero por ahorrar tiempo, creo que aquí encaja esto de A. Schopenhauer, en El Mundo como Voluntad y Representación:

“El proceder objetivo se lleva a cabo de la forma más consecuente y amplia cuando aparece como verdadero materialismo. Este establece la materia, y con ella el tiempo y el espacio, como lo que propiamente existe, pasando por alto la relación con el sujeto, aunque solo en ella tiene todo eso su existencia. Además, toma como hilo conductor la ley de la causalidad, por la que pretende avanzar considerándola un orden de las cosas existente por sí mismo, como una veritas aeterna; pasando, pues, por alto el entendimiento, que es lo único en y para lo cual existe la causalidad. Luego intenta descubrir el estado primero y más simple de la materia para desarrollar a partir de él todos los demás, ascendiendo del simple mecanismo a la química, la polaridad, la vegetación, la animalidad: y, en el supuesto de que lo consiguiera, el último miembro de la cadena sería la sensibilidad animal, el conocimiento, que aparecería así como una mera modificación de la materia, un estado de la misma producido por causalidad. Si siguiéramos hasta ahí al materialismo con representaciones intuitivas, al llegar con él a su cumbre experimentaríamos un repentino ataque de la inextinguible risa de los dioses del Olimpo; pues, como al despertar de un sueño, nos daríamos cuenta de que su resultado último tan fatigosamente buscado, el conocimiento, estaba ya supuesto como condición inexcusable en el primer punto de partida, en la pura materia; con él nos habíamos imaginado que pensábamos la materia, pero de hecho no habíamos pensado nada más que el sujeto que representa la materia, el ojo que la ve, la mano que la siente, el entendimiento que la conoce. Así se descubriría inesperadamente la enorme petitio principii: pues de repente el último miembro se mostraría como el soporte del que pendía ya el primero, la cadena como un círculo; y el materialista se asemejaría al Barón de Münchhausen que, estando dentro del agua con su caballo, tiraba de él hacia arriba con las piernas y de sí mismo con la coleta de su peluca puesta hacia delante. En consecuencia, el absurdo fundamental del materialismo consiste en que parte de lo objetivo, en que toma como fundamento explicativo último un ser objetivo, bien sea la materia [Materie] in abstracto, tal como es simplemente pensada, o bien ya ingresada en la forma, empíricamente dada, o sea, el material (Stoff), acaso los elementos químicos con sus combinaciones próximas. Tales cosas las toma como existentes en sí y de forma absoluta, para hacer surgir de ahí la naturaleza orgánica y al final el sujeto cognoscente, explicándolos así completamente; -Pero en verdad todo lo objetivo, ya en cuanto tal, está condicionado de diversas maneras por el sujeto cognoscente con las formas de su conocer y los tiene como supuesto, por lo que desaparece totalmente si se elimina el sujeto. El materialismo es, pues, el intento de explicarnos lo inmediatamente dado a partir de lo dado de forma mediata. Todo lo que es objetivo, extenso y activo, o sea, todo lo material, que el materialismo considera un fundamento de sus explicaciones tan sólido que la reducción al mismo no puede dejar nada que desear (sobre todo cuando al final termina en la acción y reacción), todo eso, digo yo, es algo que se da de una forma sumamente mediata y condicionada, y que por lo tanto solo existe de forma relativa: pues ha pasado por la maquinaria y fabricación del cerebro introduciéndose así en sus formas, tiempo, espacio y causalidad, solo en virtud de las cuales se presenta como extenso en el espacio y actuando en el tiempo. A partir de un ser dado de semejante manera pretende el materialismo explicar incluso lo inmediatamente dado, la representación (en la que todo aquello existe) y al final la voluntad, desde la cual hay que explicar en realidad todas aquellas fuerzas fundamentales que se exteriorizan al hilo de la causalidad y, por tanto, conforme a leyes. -Así pues, a la afirmación de que el conocimiento es una modificación de la materia se opone siempre con el mismo derecho su contraria: que toda materia es una simple modificación del conocimiento del sujeto en cuanto representación del mismo. No obstante el fin y el ideal de toda ciencia natural es en el fondo un materialismo plenamente realizado. Al conocer que este es manifiestamente imposible, se confirma otra verdad que resultará de nuestra consideración ulterior, a saber: que toda ciencia en sentido propio, por la cual entiendo el conocimiento sistemático al hilo del principio de razón, nunca puede alcanzar un fin último ni ofrecer una explicación plenamente satisfactoria; porque no llega nunca a la esencia íntima del mundo, nunca puede ir más allá de la representación sino que en el fondo no alcanza más que a conocer la relación de una representación con otras.”


En cuanto al argumento de que haya existido una evolución de los seres vivos, no dice mucho en favor del materialismo. Vuelvo a citar a Schopenhauer:

“Mas, por otra parte, la ley de la causalidad y el análisis e investigación de la naturaleza que la siguen nos llevan necesariamente a suponer con seguridad que en el tiempo cada estado más organizado de la materia ha seguido a uno más simple: que, en efecto, los animales han existido antes que los hombres, los peces antes que los animales terrestres, las plantas antes que todos estos y lo inorgánico antes que lo orgánico; que, por consiguiente, la masa originaria ha tenido que atravesar una larga serie de cambios antes de que se pudiera abrir el primer ojo. Y, no obstante, de ese primer ojo que se abrió, aunque fuera de un insecto, sigue siempre dependiendo la existencia de todo aquel mundo; porque él es el mediador necesario del conocimiento, solo para él y en él existe el mundo y sin él no se podría ni siquiera pensar: pues el mundo es propiamente representación y en cuanto tal precisa del sujeto cognoscente como soporte de su existencia: incluso aquella larga serie temporal llena de innumerables cambios y a través de la cual la materia se elevó de forma en forma hasta que finalmente nació el primer animal cognoscente, todo ese tiempo mismo solo es pensable en la identidad de una conciencia: él es su secuencia de representaciones y su forma de conocimiento, y fuera de ella pierde todo significado y no es nada. Así vemos, por un lado, que la existencia de todo el mundo depende necesariamente del primer ser cognoscente, por muy imperfecto que este pueda ser; por otro lado, ese primer animal cognoscente es con la misma necesidad totalmente dependiente de una larga cadena de causas y efectos que le precede y en la que él mismo aparece como un pequeño eslabón. Estas dos visiones contradictorias a cada una de las cuales somos de hecho conducidos con igual necesidad las podríamos denominar una antinomia en nuestra facultad de conocer, estableciéndola como pareja de la que descubrimos en aquel primer extremo de la ciencia natural; mientras que la cuádruple antinomia kantiana, según se demostrará en la crítica de su filosofía añadida al presente escrito, es un espejismo sin fundamento. -No obstante, la contradicción que resulta aquí de forma necesaria encuentra su solución en el hecho de que, hablando en lenguaje kantiano, tiempo, espacio y causalidad no pertenecen a la cosa en sí sino únicamente a su fenómeno, del que son forma; lo cual significa en mi lenguaje que el mundo objetivo, el mundo como representación, no es el único sino solo uno de los aspectos, algo así como el aspecto externo del mundo, que posee además otro aspecto totalmente distinto constituido por su esencia íntima, su núcleo, la cosa en sí: esta la consideraremos en el libro siguiente, denominándola voluntad en conformidad con la más inmediata de sus objetivaciones. Pero el mundo como representación, único que aquí consideramos, no comenzó hasta que se abrió el primer ojo; y sin ese medio del conocimiento no puede existir, así que tampoco existió antes. Pero sin aquel ojo, es decir, al margen del conocimiento, tampoco había ningún antes, ningún tiempo. Mas no por ello tiene el tiempo un comienzo, sino que todo comienzo existe en él: y, dado que es la forma más general de la cognoscibilidad en la que se insertan todos los fenómenos por medio del nexo de la causalidad, con el primer conocimiento se presenta también él (el tiempo) con toda su infinitud en ambos sentidos; y el fenómeno que llena ese primer presente ha de ser conocido a la vez en una vinculación causal y dependiendo de una serie de fenómenos que se extiende infinitamente en el pasado, pasado que, sin embargo, está tan condicionado por el primer presente como éste por él; de modo que, al igual que el primer presente, también el pasado del que procede depende del sujeto cognoscente y no es nada sin él, aunque lleva consigo la necesidad de que ese primer presente no aparezca como el primero, es decir, sin tener por madre ningún pasado y como comienzo del tiempo; sino que ha de presentarse como consecuencia del pasado conforme a la razón de ser en el tiempo, y también el fenómeno que lo llena ha de aparecer como efecto de los estados anteriores que llenan aquel pasado, conforme a la ley de la causalidad. -El aficionado a las interpretaciones mitológicas puede considerar como expresión de ese momento de la irrupción del tiempo, que, sin embargo, no tiene comienzo, el nacimiento de Cronos (Χρονοσ), el más joven de los Titanes, con el cual, puesto que castró a su padre, cesan los bastos engendros del cielo y de la tierra y entran en escena el género de los dioses y el de los hombres.”

(sigo en otro mensaje por falta de espacio)
« Última modificación: 29 de Diciembre de 2016, 03:16:18 por madelcampo »

madelcampo

Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #117 en: 28 de Diciembre de 2016, 19:51:36 »
Cita de: parax
El materialismo parte de la materia para decir que la consciencia es una “ilusión”. El idealismo (no exactamente el solipsismo) parte de la consciencia para decir que la materia es una “ilusión”. A priori son dos ideas simétricas y opuestas, y tú te decantas por la primera.

No, me decanto por aquella que es empíricamente demostrable. La idea de que la consciencia gobierna y que la materia es una ilusión es una hipótesis no falsable (no se puede demostrar de ninguna forma que sea incorrecta), siempre existiría esa posibilidad. La única manera de saberlo imagino que sería la propia muerte del individuo: Si la consciencia persiste más allá de la muerte física en esa materia ilusoria y ficticia, entonces podría tener cabida una demostración que sólo sería válida además para el propio individuo (el resto podría ser fruto de esa ilusión y no formar parte de ninguna otra consciencia). Por tanto, me decanto por la única hipótesis que es demostrable y que nos puede resultar útil en la vida, sea esta ilusoria o no. La hipótesis alternativa, para mí, no deja de ser una "idea feliz" que poco aporta a nuestra experiencia de vida, y que carece de posibilidad de demostración.

Pero parax, el materialismo no es demostrable. Si fuese demostrable, entonces el idealismo sería falsable. Como bien dices, la materia es empíricamente demostrable, y eso es muy distinto, y concuerda perfectamente con el idealismo trascendental. Lo empírico significa que hay una consciencia que conoce y algo conocido (la materia), y por lo tanto, su realidad es relativa y sujeta a las formas del conocer. No es posible salir de ahí. La experiencia mas allá del sujeto es una contradicción, no se puede conocer lo que existe con independencia del conocimiento. Por tanto, lo que es seguro y ni siquiera necesita demostración es que la experiencia del mundo está constituida por dos partes necesarias: objeto y sujeto, y afirmar que cualquiera de las dos puede existir por si sola es un paso aventurado que necesitaría de una demostración imposible.

Como decía antes, el idealismo trascendental no dice que la materia sea una ilusión en el sentido de que sea algo creado por la mente, algo sin ningún tipo de existencia real, sino que en sí misma no es lo que conocemos como materia, sino algo en esencia indefinido, no limitado como entidad. Por así decirlo, como una manera en la que el mundo se hace visible y experimentable.

Por otro lado, que la consciencia sea una cosa distinta de la materia no quiere decir que pueda existir sin ella. Como decía, entre objeto y sujeto hay una dependencia mutua. Con la muerte física individual se acaba la consciencia individual, pero el sujeto no está confinado a un solo individuo, sino que es todo lo que conoce allá donde se conoce. Ahora bien, tampoco está en el espacio ni en el tiempo, ya que éstos son precisamente las formas que parten de él para hacer posible lo objetivo. En consecuencia, no hay multiples sujetos, porque la pluralidad solo se da en el espacio y en el tiempo. Que el mundo sea múltiple y haya numerosos seres es una forma de ver el mundo, no el mundo en sí.

Cita de: parax
De lo que se trata, por tanto, es de averiguar en qué medida el conocimiento es un filtro de la realidad. Y aquí la conclusión a la que se llega en filosofía es que no sólo cosas como el color o el sonido son percepciones subjetivas, sino incluso el tiempo y el espacio, como condiciones de posibilidad de la experiencia, como “herramientas” a priori del sujeto con las que da forma al mundo.

Esta parte es muy interesante (y de hecho no veo que entre en contradicción con el materialismo): En ningún caso el materialismo dictamina que la realidad es exactamente como la percibimos, y creo que el ser humano y los físicos en general tiene bastante claro que la realidad sólo puede ser observada desde el prisma de nuestras capacidades intelectuales y sensoriales, así como de las herramientas que podamos llegar a construir para suplir algunas de nuestras carencias físicas a medida que vamos descubriendo más sobre el motor de la realidad. En ningún momento la física decide que el espacio o el tiempo no puedan ser percibidos de otro modo: De hecho, estoy completamente seguro de que la percepción del tiempo es distinta según el cerebro que la procesa, como si tratásemos de ejecutar un mismo programa en procesadores con velocidades de reloj distintas. Y respecto a la percepción del espacio, nuestra percepción está encerrada en un mundo tridimensional (el tiempo, más que una dimensión extra, puede explicarse como una sucesión de estados), pero sabemos deducir la existencia de otras dimensiones como cuando resolvemos el problema de explicar la fuerza gravitacional como un pliegue del tejido espacio-tiempo en una dirección a la que no podemos apuntar con el dedo.

Bien, estamos de acuerdo solo en parte. Cuando se supone que la realidad es distinta de la percibida, ¿se cree que es de alguna otra manera concreta determinada? Esto es para mi una idea bastante extraña, porque entonces, ¿como es que no la experimentamos como esa manera suya propia? ¿Por qué teníamos que cambiarla y hacer otra diferente? Me parece más razonable pensar que en sí no hay determinación alguna, y que toda determinación la hace el conocimiento, en función de su grado de desarrollo.

La idea de la subjetividad del espacio y el tiempo en filosofía va mucho más allá de eso. La pregunta que se hacía Kant es cómo son posibles los juicios sintéticos a priori. Es decir, cómo se puede saber con seguridad, sin necesidad de la experiencia, la verdad de un enunciado donde el predicado no está contenido en el sujeto, sino que añade algo nuevo a éste. Por ejemplo: 1+1=2, o “por dos puntos solo puede pasar una recta”. La conclusión es que esto es solo posible porque el espacio y el tiempo son intuiciones puras (formas a priori del conocimiento), y no una experiencia que nos viene de fuera. Sabemos de una manera necesaria y universal que 1+1 son 2 porque la intuición del espacio hace que al unir mentalmente dos cuadrados, se genera una figura espacial que es el doble de la anterior, o la intuición del tiempo en la sucesión 1,1, da lugar a 2. Pero si el espacio y el tiempo fuesen entes de la realidad existentes por sí mismos, nos llegarían mediante la experiencia, y lo empírico nunca da lugar a un conocimiento apodíctico (completamente seguro) El tiempo y el espacio no lo conocemos de esa manera, sino de forma intuitiva porque están en nuestro conocimiento como condiciones para la intuición empírica de la realidad

En cuanto a la posiblidad de pensar en otras dimensiones espaciales e incluso incluir el tiempo como una dimensión más, me parecen ejercicios intelectuales de abstracción más que algo de la realidad. Y sobre la gravedad, de verdad que tengo curiosidad por saber la respuesta que se da a la pregunta “Qué es esa propiedad de la masa que hace “curvar” el espacio-tiempo”?

Cita de: parax
El afán científico por reducirlo todo a lo cognoscible por el ser humano es en el fondo una aversión a lo desconocido.

No sé de dónde sacas esto, pero no puede estar más equivocado. La ciencia moderna es todo lo contrario a ese pensamiento. Nos queda muy clara nuestra posición en el Universo, y no puede ser más opuesta a la arrogancia. De hecho, lo más probable es que algún evento cósmico nos acabe borrando, tarde o temprano, tanto a nosotros como a toda evidencia de que una vez existimos; sólo hay que pensar en los problemas de distancia entre cuerpos celestes y la inevitable colisión de nuestra galaxia con Andrómeda, por citar un evento predecible claro. Es más, tanto Sagan (al que estábamos intentando homenajear) como el propio Feynman, por poner ejemplos de divulgadores conocidos con los que habrías tenido una clara oportunidad de leer u oír a modo de representación de esa voz del mundo científico (y que a tantos han inspirado) declaran en muchas ocasiones que no sólo lo desconocido es inevitable, sino que además es inapropiado buscar respuestas erróneas como sustitutos de ese desconocimiento. Mientras tanto, descubramos poco a poco más misterios del Universo aunque sólo sea por hacer de nuestra existencia como humanidad lo más reconfortante posible mientras estemos por aquí. Y lo que esté fuera de nuestro alcance, lo que seamos incapaces de conocer y comprender por más que lo intentemos, siempre lo estará, por lo que no merece mucho la pena preocuparse por ello.


Claro que sí, la ciencia nace precisamente de la necesidad de conocer lo desconocido, es un afán por el control intelectual del mundo que nos rodea, por rechazar el pensamiento mítico y abrir paso a lo comprensible. Eso no tiene nada que ver con pensar que puede venir un meteoroide u otro objeto del espacio y mandarnos a tomar por c...

Conozco algunas obras de Feynman. Era un tipo bastante particular, que sentía, como Sagan, la necesidad de difundir la ciencia, y lo hacía de una manera divertida. Su postura en el video me parece muy razonable. Pero cuando dice:

“Y si resulta que hay una simple Ley Física Final que lo explica todo”, habría que aclarar:  “todos los fenómenos físicos según el conocimiento científico humano” Esta aclaración es importante, porque es un punto donde suelen darse confusiones.

También esta otra: “es la Naturaleza, ella está ahí y se va a revelar tal y como es”. No, tal como es no, tal como se nos representa.

Por otro lado, cuando dice en relación al mito y la religión: “Puedo vivir con dudas e incertidumbre, y sin saber. Creo que es mucho más interesante vivir sin saber, que teniendo respuestas que podrían estar equivocadas”, hay que tener en cuenta que esto es mucho más fácil decirlo hoy dia que en todo el tiempo pasado hasta la prehistoria, en el que todo lo que no se sabía era tanto que difícilmente el espíritu humano hubiera podido vivir así, ya que la necesidad de comprender un mundo que nos sobrepasa es inherente a la especie humana (aunque no en todos los individuos), y esto ha tenido que encontrar su satisfacción en la medida de lo posible mediante la forma del mito y la religión, o la de la filosofía y la ciencia. Pero también, cuando critica la religión diciendo que es “localista y provinciana” porque, cómo es que Dios pudo venir precisamente a la Tierra cuando hay tanto Universo ahí fuera, lo que refleja ahí Feynman es un concepto de la religión casi infantil, que es el que muchos religiosos comparten, todo hay que decirlo, pero no así autores que han investigado la religión de una manera más seria, como Mircea Eliade, Carl Gustav Jung, René Guenon, Ananda Coomaraswamy, Fritioj Schuon, Walter Otto o Alan Watts, por ejemplo. De hecho su argumento en contra de la religión es exactamente el mismo del niño que, llegado a una cierta edad, se da cuenta de que los Reyes Magos no pueden existir, porque ¿cómo es que van a poder ir a las casas de todos los niños del mundo en una sola noche? Hombre, es que Dios no sería una especie de viajero del espacio con una agenda muy apretada, entre tantos mundos donde revelarse... La religión (aunque esto es generalizar, porque no es así en todos los casos), sería más bien el mito y símbolo de una supuesta verdad trascendente que abarca allí donde haya vida y sufrimiento, nacimiento y muerte, y en definitiva, un mundo que no se comprende.

Cita de: parax
Es más, tanto Sagan (al que estábamos intentando homenajear)

Esto se parece mucho a una pulla y ya son varias como ésta. Creo que aquí cada uno es libre de entrar a debatir, y si tú mismo lo haces es porque quieres, y no por ello se impide que se sigan rindiendo todos los homenajes que se quieran. Pero creo que el mismo Carl Sagan estaría de acuerdo en que debatir razonadamente sobre ideas en las que la ciencia se ve implicada tendría cabida en su propio homenaje. A no ser que pensemos que simplemente se debe adorar su féretro en un altar dentro de un templo sagrado donde no hay cabida al cuestionamiento de ideas.
« Última modificación: 29 de Diciembre de 2016, 03:20:09 por madelcampo »

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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #118 en: 28 de Diciembre de 2016, 20:13:43 »
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Es decir, al muón que atraviesa la atmósfera al 99.99% de la velocidad de la luz no le da tiempo a hacer 70 cosas más que al que producimos en laboratorio a velocidades muy pequeñas: vive más tiempo, pero un tiempo que transcurre más despacio! Así que para ambos pasan sólo 2 microsegundos y les da tiempo a hacer las mismas cosas
Por lo que he entendido, ¿es como si lo viéramos a cámara lenta? Quizá más exacto: ¿como si él viviera a cámara lenta? ¿Lo he entendido bien?
Sí, eso es, para nosotros vive a cámara lenta. Pero para él mismo no. Por eso es la teoría de la relatividad!

Citar
el tiempo pasa más despacio para Cooper
Ummm, creo recordar que lo que le pasa es lo contrario: para él el tiempo pasa muy rápido.
No, por eso cuando se encuentra con los demás, ellos son mucho más viejos (el que les espera en la nave, los de la colonia espacial al final de la película, su hija incluida...). El tiempo de Cooper ha transcurrido mucho más despacio, por culpa de todos los campos gravitatorios intensos que ha atravesado. Es un ejemplo más de la deformación del marco espacio-tiempo por la materia: la deformación de la parte espacial la imaginamos mejor con la 'sábana' de Sagan, ésta es la deformación de la parte temporal. La materia deforma el marco que la contiene, que es inmaterial...
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Re:20 años sin Carl Sagan
« Respuesta #119 en: 28 de Diciembre de 2016, 22:24:20 »
Por cuestionarse cosas, ¿pudiera ser que al ir a esa velocidad lo que ocurre es que se prolonga la vida de esa partícula en vez de que el tiempo pase más despacio?
Como curiosidad, para que veas las cosas que nos llegamos a plantear, unos colegas hicieron hace unos años un experimento para comprobar si la vida media de un núcleo cambia a temperaturas muy bajas, cerca del cero absoluto, -273ºC (había una teoría que lo predecía). Llegar a medirla en esas condiciones tuvo mucho mérito, pero su resultado fue compatible con que no cambia.

Los niños de cinco años también hacen eso. Y aunque le expliques el por qué una y otra vez, lo siguen preguntando; lo que les ocurre es que no les satisface la respuesta o no la entienden o no les gusta.
A los de mi edad esto no os ha hecho pensar en el chiste de Eugenio? Aquel de "No, he dicho búho"...  :D
« Última modificación: 29 de Diciembre de 2016, 00:03:12 por franchi »