En realidad tampoco fue error de cálculo, según él en el reglamento dice que si una casa ya tiene demanda de un producto, no se pone otro producto igual.
Ante eso, cada uno optó por una estrategia diferente. La suya fue ir a por el Zeppelin y potenciar el marketing a saco, para demandar limonada/cerveza/cola todo a la vez, para intentar bloquearme con alguna de las 3 (solo con Errand Boys no llegaría muy lejos, y con el siguiente empleado solo tenía acceso a cerveza). Y a la vez hacerse con el Luxury Manager para crear tal cantidad de demanda que asegurara que aún con un precio más elevado siempre vendería algo.La mía fue plantar nuevos restaurantes y casas, para proveerme de bebidas en grandes cantidades, y crear un barrio entero al que solo yo pudiese acceder a vender. Así mismo, crear una campaña a gran escala de pizzas y entrenar un maestro pizzero para vender la mayor cantidad posible. También pensaba en el Luxury Manager, ya que en mi barrio solo vendería yo, al precio que fuese, pero no sabía que solo había una carta de ese tipo, y se me escapó. Por otro lado no me acordaba de que existía el Zeppelin y que solo existía uno, así que ni me planteé ir por ello, y se demostró brutal ya que mi amigo conseguía cada turno 10 bebidas con un solo trabajador. Yo necesitaba 2 trabajadores para conseguir 4 limonadas o 2 bebidas de cada tipo, y habiendo tenido que abrir antes un 2o y 3er restaurante, sino ni eso. Al final el pulso fue mis mayores ventas (y en 2 casas con jardín) frente a su menor número de ventas compensado con la Luxury Manager. Y luego también el gasto en salarios, que en mi caso era más elevado que el suyo, creo que del orden de 35 contra 20 o 25. La cosa estuvo igualadilla pero al final conseguí imponerme por 170 a 142 con un último turno en que vendí por valor de 80 frente a 50 de mi rival (es decir, que veníamos de un 90-92 a su favor).
Brutal, encantado, y deseando repetir. Eso sí, jugando de esta manera me perdí un poco, ya que al resolver los turnos de forma automática te sentías tentado a seguir jugando en lugar de detenerte a leer quien había ganado cada venta y por qué. Y luego en los turnos de rival nadie te explica qué hace ni porqué, aparecen las cosas sobre el mapa y tienes que ir indagando.
Gracias por la partida comentada. Parece que ha estado muy interesante.Me permito un par de apuntes:Cita de: ugeltroglodita en 25 de Febrero de 2020, 13:10:44 En realidad tampoco fue error de cálculo, según él en el reglamento dice que si una casa ya tiene demanda de un producto, no se pone otro producto igual.Falso. Si una casa quiere una pizza y no se le sirve, la propaganda seguirá haciendo su efecto y la casa querrá dos pizzas la ronda siguiente. Es lo bueno de jugar en boardgamecore, que las reglas están bien aplicadas sí o sí.
Hay un historial de turnos en el menú. Sale detalladamente qué ha hecho cada uno en cada momento. Hay que tomarse un momentito para hacer lectura e identificar cosas, pero no me parece tan doloroso si a cambio puedes jugar a semejante pepinorro.
Si esto te lo explica el de la K lúdica la mejor opción es beber cianuro.
Cita de: Gelete en 28 de Febrero de 2020, 10:15:46 Si esto te lo explica el de la K lúdica la mejor opción es beber cianuro.Cuanta razón...
En realidad me hubiese molestado que la hubiese puesto justo encima mío, en la zona inferior pero en el +3. Cosa que hice yo en cuanto pude, para que nadie me bloquease ese suministro tan jugoso.
En la penúltima ronda construí mi tercera central para desbloquear la habilidad de mi facción, de cumplir contratos con un -3, para poder ir a por los contratos nacionales. En esa ronda conseguí uno, que me dio 5 piezas más de maquinaria, con los que construí una presa en la montaña izquierda, fastidiando al novato, aunque mi intención era producir y que cayera nuevamente en mi presa inferior para volver a producir. Fastidiar no era el objetivo, pues la diferencia en puntos era ya abismal. La jugada salió perfecta y en la última ronda conseguí los dos últimos contratos nacionales. Brutal.
De lo mejorcito que he jugado últimamente.