Sobre gustos no hay nada escrito,sobre calidad si.
Me ha parecido una tortura. Me lo ha dejado un amigo ya destroquelado. He tardado 2 horas en hacer el setup: reconocer los tipos de cartas y distinguirlas, ufff (¿es necesario que el aspecto gráfico de cada mazo sea tan similar); que si un tablerillo a la derecha, y otro encima, y otro debajo, ufff (yo estoy sentado en el sofá y la mesa la tengo como la tengo, no me digas como tengo que poner las cosas); la 'torre de dados', monstruosa y en todo el medio, para que estorbe bien. Pero lo peor ha sido el tablero de los edificios: ¿alguien ha sido capaz de reconocer qué edificio va dónde? Es más oscuro que el más oscuro de todos los Brass; y la imagen del manual, más pequeña no han sabido hacerla, ¿verdad?No he llegado a jugar. Terminé de desplegar, vi la mesa, y la mejor decisión de gestión (de mi tiempo) ha sido recogerlo y olvidarme de él.
Buenas. Últimamente dos colegas me han preguntado por este juego, del que tenía alguna referencia, y he estado indagando por aquí para saber a qué venía tanta expectación. Debo decir antes que no soy muy fan del diseñador Adam Kwapiński. Ni Nemesis ni Lords of Hellas, sus únicos juegos que he jugado, me vuelven loco. Por lo que leo por aquí y tras descargarme el reglamento en PDF -y sin haberlo jugado- coincido con los que le encontráis mucho parecido con This war of mine y Robinson Crusoe. Estos son también dos de mis juegos favoritos. Como comprador/jugador intento que mi colección sea lo más variada posible y evito tener juegos que me recuerden excesivamente a otros (con la excepción de dos Legendary Encounters porque temáticamente Alien y Depredador me flipan). Pero si tengo TWOM y Robinson Crusoe es porque, siendo dos juegos de supervivencia, me parecen lo suficientemente distintos para convivir en una misma colección.Siendo ambos juegos narrativos, Robinson me parece más ligero en su temática, más fácil de sacar a mesa por su duración (entre 90-120 minutos) y, pese a su dificultad, más batible que TWOM. No sé exactamente cuántas partidas he jugado a Robinson Crusoe, pero diría que mi ratio de victorias debe ser de una de cada tres. En cambio a TWOM he debido jugar poco más de 10-12 partidas y sólo en una ocasión llegué a descubrir la carta de "Alto el fuego" que finaliza la partida sin que tus personajes estén ya bajo tierra. Y aún así no ganamos porque ninguno de los supervivientes estaba entre los personajes de inicio. Estoy totalmente de acuerdo con los que decís que This war of mine es un juego donde los diseñadores pusieron más énfasis en dotar de más peso a la "experiencia" de juego, en crear una ambientación hiperrealista y deprimente de lo que es una guerra, y en generar reflexión y debate entre los jugadores (o en el jugador solitario) sobre la ética de sus decisiones, que en diseñar unas mecánicas que equilibren las posibilidades de ganar o perder.Si a eso le sumas una duración por encima de tres horas y un reglamento muy particular donde puedes descubrir algunas reglas a medida que vas jugando partidas, entiendo que sea un juego que genere frustación entre jugadores que se enfrentan a los juegos estrictamente como un reto con resultado de victoria/derrota. Personalmente no sé si el juego tiene una dificultad estratosférica o si simplemente no sé enfocarlo correctamente a nivel táctico, o si aún desconozco reglas que puedan ayudarme a optimizar mi juego. Pero cuando saco a mesa TWOM ya me lo tomo como ver una película que sé que no terminará bien.La sensación que me ha dado el reglamento de Frostpunk es que está más cerca de ser un This war of mine más desarrollado y complejo. ¿Lo veis así los que habéis jugado a los dos? ¿Teniendo TWOM vale la pena comprar Frostpunk? Mi experiencia con las expansiones de TWOM tampoco es demasiado satisfactoria. Más reglas, escenarios más cortos tematizados, mucha mini molona... Pero con todo me sigue pareciendo un juego donde lo que menos importa es ganar.
La torre central molesta, y no veo que la experiencia mejore con los edificios de plástico , pienso que debe ser un auténtico engorro jugar con ellos.