En Churchill no me gusta, y eso que el juego me parece muy correcto, me esa puntuación me da la impresión de ser el resultado que quedó después de las 100 partidas (o las que fuesen) que hiciesen de pruebas y de la fórmula matemática resultante para que todo cuadrase.Vamos que en mi caso no que el sistema sea de una forma u otra sino que me parezca bien implementado o no.
Claro, y me lo vendiste a mi, acuérdate, y lo vendí por el mismo motivo.Churchill ha tenido en nosotros la misma impresión y en la misma copia
Yo soy uno de los lastimosos detractores del churchill y es una pena. Me parece que la idea original es lo mejor que se ha visto en un tablero en muchos años.La puntuación, es infame, es lo unico que se la ha ocurrido para dar el último sentido al juego. Y lo peor es que no se me ocurre otra manera de resolverlo. Me alegro mucho por la gente que se deje llevar por el falsísimo ejemplo de partida y se eche unas risas, pero eso no lo ofrece el juego viene de serie en cada persona. En Churchill se puede y se debe buscar la forma optima de jugar. Es decir llevarte la victoria. El disparate de penalizar al que más gana no tiene ningun sentido temático y de juego aún menos. Para hacer el juego semi cooperativo hay que contar los puntos y ni por esas.Me parece una idea excelente que ha sido muy mal rematada, quizá por que era imposible hacerlo.
Personalmente yo creo que es un juego que le sacas la gracia si conoces la historia detras y en que merece la pena jugar con puntuación oculta y con la regla de paises que añade algo mas de incertidumbre a la puntuación. Cuanto menos te fijes en el resultado mejor.