Resumen:
Juego diseñado por Wolfang Kramer y Richard Ulrich, actualmente el número 6 de la BGG, ganador del Deutscher Spiele de 1996.
El Grande es un juego de mayorías ambientado en la España del Siglo XV. Durante el juego debemos situar cubos/caballeros en las 12 regiones, que nos reportarán puntos según el número de cubos/caballeros al llegar al recuento general.
Para ello tenemos tres rondas previas en que elegimos cartas de acción cuya función es determinar el orden de turno y la cantidad de caballeros que tomaremos de la reserva, llamadas provincias. Luego, según el orden, tomaremos las cartas de poder que son realmente lo que nos permitirá realizar nuestra estrategia y colocaremos los cubos/caballeros en el tablero, pero siempre en las regiones adyacentes al rey, siendo la región del rey intocable.
Actualmente se comercializa El Grande Decennial Edition que incluye todas las expansiones.
Jugando :
El Grande es un juego muy estratégico y que, en mi opinión, ofrece un grado de tensión que no he notado en otros juegos. Es un juego en que debes estar adaptándote continuamente al movimiento de los demás jugadores. Tu estrategia puede truncarse por la elección de una carta de acción mayor de otro jugador que toma la carta de poder que deseabas antes que tú, o porque un jugador anterior haya movido sus caballeros en el tablero de tal forma que ya no puedas realizar tus planes.
En las seis o siete partidas que he jugado siempre ha habido piques. El mover un caballero a una zona ocupada por otro jugador es siempre una amenaza, sobretodo por la reserva del castillo y las posibilidades que te brinda en el recuento general. Muchos movimientos pueden derivar en venganzas posteriores que te fastidien por completo un recuento general. Y en este juego puedes quedarte muy retrasado con un mal planteamiento de salida y en pocas ocasiones se consigue remontar.
Estrategias:
En las primeras tres rondas antes del primer recuento general la mejor opción es controlar el máximo número de regiones posibles. El jugador que controle más tendrá siempre las de ganar si afianza esas zonas. En muchas partidas ha habido verdaderas batallas campales por controlar regiones que brindan más puntos a los jugadores, eso en detrimento de otras que, todo y a pesar de no dar tantos puntos, suelen ser regiones “tranquilas”.
En muchas partidas si los jugadores se despistan y uno es avispado puede sacar muchos puntos en el primer recuento y luego es casi imposible remontar, lo que hace que pierda chicha el resto de la partida.
Respecto a esto, la carta de poder que te permite puntuar solo el primer puesto de todas las regiones, si se te sale y se usa en el momento oportuno, es una baza segura que puede brindarte la victoria.
Casi siempre la mejor estrategia en el tercer turno (el previo al recuento de puntos general) suele ser tomar la carta del rey, aunque no siempre. Por ello se ha de observar siempre qué cartas de poder quedan y qué puede hacer el contrario si realizas o no determinada acción. Esa presión constante hace que el juego no te de un momento de descanso lo que hace que luego, durante y al terminar la partida, salten chispas.
Azar:
El azar viene determinado por qué cartas aparecen en los cuatro mazos de cartas de poder (la última siempre es el rey). Esas cartas son las que te permiten realizar las estrategias. Cartas malas siempre te permiten coger más caballeros de la reserva quedándote el último en el turno y esperar a ver qué hace el resto de jugadores para poder hacer uso de tus caballeros en una jugada posterior sacando la carta más alta (ya que ser el último en un turno te permite ser el primero en el siguiente).
Por tanto un jugador que haya estado atento y haya sabido adaptarse a cada momento tendrá siempre las de ganar, cosa que resulta difícil en el juego conforme todos los jugadores aprenden.
Conclusión:
El Grande es uno de mis juegos preferidos. Lo he jugado a tres y cuatro jugadores y me gusta más a tres, aunque es una opinión personal. Jugando a cuatro las variables aumentan, naturalmente, y la lucha por las regiones es todavía mayor ya que el último jugador en una región donde todos han colocado nunca puntúa.
Es un juego muy entretenido que te absorve por completo, muy divertido, pero a veces esa diversión se pierde cuando comienzan los piques. Todo es llevarse bien con los jugadores de la mesa
.Para los jugadores masocas a los que les gusta sufrir es un juego altamente recomendable.
Su precio es elevado, pero la cantidad de componentes y su calidad (media) lo compensan. Además, la edición que se vende incluye todas las expansiones a las que, sinceramente, no veo mucha utilidad. Yo uso algunas cartas de poder más que añado al mazo original y se me ha pasado por la cabeza jugar con el inquisidor en alguna partida, variable caserilla que debo probar todavía. En sí el juego básico vale sobradamente por sí mismo y lo considero una excelente compra.
Mi puntuación es un 9.
Saludos!