Más tarde encontré la aplicación de Keldon y empecé a jugar bastante puesto que una partida dura 5 minutos a lo sumo. Viendo jugar a la máquina empecé a entender por qué me ganaba siempre, así que fui copiando su forma de jugar y acabé siendo yo quien ganaba siempre a la máquina.
Para mí, sinceramente, la interacción de Dominion y RftG no tienen mucho que ver.Recuerdo que en mis primeras partidas a RftG me parecía que la interacción era inexistente. Venía de jugar al Gloria a Roma y la diferencia era abismal. Por otro lado, las primeras partidas también jugué a dos jugadores utilizando la opción de elegir dos roles por turno, con lo que era aún más sencillo ir a lo tuyo y despreocuparte del rival. El resultado: acabé vendiendo el juego.Más tarde encontré la aplicación de Keldon y empecé a jugar bastante puesto que una partida dura 5 minutos a lo sumo. Viendo jugar a la máquina empecé a entender por qué me ganaba siempre, así que fui copiando su forma de jugar y acabé siendo yo quien ganaba siempre a la máquina.Más tarde volví a adquirir una copia física del juego y conseguí introducirlo en mi club de juego como filler, hasta el punto de convertirlo en el juego más amortizado de mi colección: en el último año habremos jugado del orden de 100 partidas presenciales.En las primeras partidas siempre ganaba yo, independientemente del número de jugadores, en parte porque me conocía las cartas. Una vez que jugaron lo suficiente para saberse las cartas de memoria, seguí ganando porque era el único que se fijaba en lo que hacía el resto. Al ser una "carrera", el gato al agua se lo lleva casi siempre quien mejor se aprovecha de las fases de sus rivales.Ahora hemos llegado al punto en que todos conocemos las cartas y nos fijamos en el tablero de los contrarios, por lo que suele ganar quien hace el mejor combo o tiene mayor flexibilidad. Lo más sorprendente es que el juego no se quema debido a la cantidad de combinaciones posibles, y a veces nos sorprendemos contruyendo imperios de lo más extraño (como imperios capaces de ver 13 o más cartas en cada fase I).En resumen, al principio no supe ver la interacción del juego, pero haberla hayla y tiene suma importancia para ganar las partidas. En el aspecto negativo, diría que RftG ha sido para mí la sentencia de muerte del Puerto Rico, un juego que me transmite sensaciones parecidas pero que dura el doble. Prefiero jugar varias partidas de RtfG que una al PR.
Dices que no te parecen peor lo que dices punto por punto se puede aplicar al Dominion . Que es un pelín más elaborada no lo discuto, está la selección de roles de la que carece el Dominion pero todo lo demás si que se puede aplicar.
Una cosa alguna vez os ha parecido jugando con IA de Keldon, ¿que todos jugaban contra ti? Recuerdo algunas partidas en que yo iba por delante y un jugador estaba a punto de acabar el juego por cartas pero no podía alcanzarme a puntos. Ese jugador no terminaba, ni hacía nada útil, haciendo tiempo para que otro de los jugadores me alcanzara.
Cómo lo veo yo (...)
Cómo lo veo yo:- Dominion tiene poca interacción directa (depende de las cartas disponibles milicia, bruja, foso... etc), y poca interacción indirecta (pilas que se agotan y límite de provincias).- RftG tiene poca interacción directa (takeovers, que no los uso) y bastante interacción indirecta (adivinar/aprovechar la selección de roles de los demás y evitar que tu selección favorezca a los demás más que a ti mismo).
En mi caso no se trata de desprestigiar nada, pero admito que RftG me encanta y Dominion... psé.En RftG, cada vez que robo cartas se abren ante mí nuevas posibilidades = nuevas decisiones. En Dominion veo qué cartas hay y sigo una estrategia, y por eso muchas veces los turnos son mecánicos: según cuántas monedas robe, compro la carta X o Y. Aparte, en RftG los turnos son simultáneos, por lo que el juego es mucho más ágil. Cuando un jugador de Dominion empieza a hilar acciones + cartas, se me hace pesadísimo. ZZZZZZZZZZZZZZ.