Matlock Bath

Tras barajar varias opciones ya tengo la primera localización para la primera aventura de «La Máscara de la Muerte Roja». Cuando se tiene la suerte que existen páginas como esta, el trabajo resulta mucho más sencillo.

Matlock Bath

Matlock Bath, es un pequeño e idílico pueblo que se encuentra en el corazón de Derbyshire, Inglaterra. El pueblo se encuentra en la parte inferior de High Tor, un acantilado de piedra caliza de 137 metros (450 pies), que se eleva desde la orilla oriental del río Derwent y es muy popular entre los escaladores.

Cuando las aguas termales, a una temperatura constante de 68 grados fahrenheit, fueron descubiertas en 1698, Matlock Bath se convirtió rápidamente en un prometedor y lujoso centro turístico para los ricos e influyentes aristócratas. Los grandes cambios políticos sufridos en Europa en la última parte del siglo XVIII en adelante, fueron desalentado a los aristócratas de hacer el Grand Tour [1], un viaje turístico por Europa de varios meses (o incluso años, dependiendo del presupuesto) reservado solo a la sociedad más aristocrática y a los círculos ilustrados más selectos, así que desviaron su atención a lugares como el Peak District. Matlock Bath fue desde ese preciso momento uno de los grandes beneficiarios de esta nueva era en los viajes de lujo y placer, convirtiéndose en un espacio incomparable y lugar de vacaciones y esparcimiento de la alta sociedad inglesa. Entre sus visitantes ilustres destacan la por entonces princesa (más tarde reina) Victoria y su madre Victoria, la duquesa de Kent, Lord George Byron, Chales Dickens, Sir Walter Scott, John Ruskin o Mary Shelley. Es también la cuna de personajes ilustres como Joseph George Cumming, un famoso geólogo y arqueólogo inglés, cuyos padres regentaban el Old Bath Hotel (más tarde Royal Hotel).

Si a todo esto unimos que una nueva carretera, que la conectaba con Cromford, fue construida en 1818 hizo Matlock Bath muchísimo más accesible, y en los siguientes 30 años, la alta sociedad trajo la gentileza y la elegancia de esta bella zona, con su espectacular paisaje y el río Derwent. Matlock Bath fue a menudo descrita como «la pequeña Suiza de Inglaterra» gracias a las recomendaciones de visitantes tan ilustres como Lord Byron. Fueron años felices.

Sin embargo, la línea de ferrocarril que llego en 1840 hizo que se abriera al turista común, que hizo que llegaran en masa, de manera que Matlock Bath perdió bastante de ese elitista atractivo para la arrogancia de la clase alta. Poco a poco comenzó a perder su ambiente aristocrático y comenzó a atender y dar lo que las nuevas clases medias demandaban, qu acabaron construyeron sus segundos hogares aquí, algunas precariamente en lo alto de la ladera, perdiendo el pueblo toda la belleza de su aspecto gótico al estilo suizo.

 


[1] El recorrido era muy variado, pero generalmente se consideraba obligatoria la visita a Francia e Italia; las motivaciones formativas, condicionadas por las modas del momento, hicieron ir variando el recorrido básico. Para un viajero inglés, el Grand Tour solía iniciarse bien en Calais, desde donde se partía hacia París, por aquél entonces el centro cultural de Europa; o bien en los Países Bajos, desde donde se visitaba Bélgica, y posteriormente o bien se pasaba a París y Francia, o a Alemania. No obstante, también había quien viajaba en barco directamente a Italia, para luego regresar por tierra.

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