1. Desmitificar. ¿Estás seguro que este juego es una obra maestra? ¿Y me dices que es de Knizia y que esta en el Top 50 de BGG? ¿En serio? ¿Tú lo has vuelto a jugar hace poco?
2. Mejorar la diversión. No es que ese juego sea injugable y un completo «bluff», es que me han dicho que hay que jugarlo al menos tres veces para entender todos los entresijos del juego, y saber extraer la mejor estrategia o táctica a seguir. Es tan sutil que cuesta ver sus bondades lúdicas.
3. Justificar la propia ignorancia. A mí ya no me interesan las chorradas de juegos que se diseñan u homenajean ahora, yo sólo juego a los clásicos.
Basado en una tira cómica de Mauro Entrialgo, vista en Plétoras de Piñatas.