Por eso hablo de la narrativa o la representación: no se simula; se cuenta o se representa una historia más o menos alternativa que debería ser, en alguna medida, creíble.La diferencia con los eurogames es obvia, pero también el propio vocabulario. Salvo una excepción o dos, dudo que ningún eurogame se denomine "simulación", y sin embargo a muchos jugadores de juegos de guerra se nos llena la boca con la palabreja
Pero una vez dicho esto, lo llamamos simulación porque es lo que nos gusta, y a falta de una palabra mejor creo que sí se puede aplicar a mucho de lo que jugamos. Es verdad que también es una representación de lo que pasó o pudo haber pasado, pero representación o narrativa me parecen palabras demasiado "pasivas". Nosotros jugamos e interactuamos con los elementos que tenemos para que las partidas sean distintas y el resultado incierto, o por lo menos la formade llegar a ese resultado.
*modo gafapastas ON*Magritte te diría que ninguna de esas es una cara *modo gafapastas OFF*Pues a mí me parece precisamente al revés, el elemento narrativo, generado por las acciones de los jugadores, es lo que distingue al wargame de un simple motor matemático como puede ser un eurogame. Mencionas la experiencia de Flat Top con árbitro: se puede discutir si es una buena representación de los combates aeronavales de la época, pero se genera una narrativa, mediante la niebla de guerra y los sistemas de mensajes, informes y órdenes, que posiblemente se acerque bastante a la toma de decisiones reales del comandante. En esos aspectos parciales es donde sí que se puede llegar a algo que tiene entidad como "simulación", en mi opinión.
Esta definición sobre la narrativa se puede aplicar exactamente igual al Battlestar Galáctica o al Noviembre rojo, e incluso al Agrícola.
Pero todo va por grados, en el agricola vagamente los cubos recuerdan/ se comportan como algo (hay que cercalos, no caben, se reproduen) tu juegas al Goa y da igual que una especie sea cardamomo o clavo.La simulación perfecta es la que llevo años queriendo hacer, jugar un juego de la segunda guerra mundial pero con jugadores que nunca vean el tablero y que lleven a Stalin Hitler y Churchil, los jugadores de verdad tienen que acatar sus decisiones por ridículas que sean.