Creo que es un juego con espíritu euro (gentilhombre vendrá a atizarme seguro)
Ejemplo: cortar la línea de suministros entre australia y EEUU. En el fondo me la trae un poco al pairo esa línea, pero voy a cortarla para ganar puntos. Si yo no fuera a por ella seguramente mi rival no intentaría hacer nada por esa zona, hay cosas mejores que hacer (esto te lo digo con 3 partidas mal jugadas, que quizás voy muy equivocado, por eso aun no quiero reseñarlo)Y quizás esa linea era básica pero no tengo recuerdo de que lo sea (pero como digo voy un poco pez con la guerra del pacífico)
Y ahí viene mi queja, que lo hago por los puntos no por su verdadero valor estratégico.
Hola.Voy con la pregunta de casi siempre: ¿Es de tablero duro/rígido?
Me gustaría apuntar -aunque Warrafael ya lo ha hecho mientras escribía este mensaje- que el tema de la "conexión" entre EE.UU. y Australia sí era un aspecto históricamente importante, y que justo ahí el juego no hace sino reflejar un problema y una amenaza que tuvieron los Aliados.
Porque el sistema de combate incluye un factor de azar endiablado que nunca -repito, NUNCA- te permite estar seguro de lo que pasará. Basta con que el enemigo tenga una flotilla capaz de responder, o algunos aviones, o un submarino aislado, para que la operación en la que te las prometías tan felices termine en desgracia. O al revés, que disfrutes de la debacle sufrida por el enemigo cuando parecía que te iba a partir la boca.
Eso yo lo quiero ver en el juego y no en un libro de historia. La conexión USA-Australia será muy importante, pero como jugador aliado en las partidas que describe Floro ya te puedo decir que en el juego y desde un punto de vista estratégico me da igual perderla y solo me preocupan los puntos de victoria implicados en ella.En un wargame no me gusta pensar en puntos de victoria, aunque el juego los tenga. Quiero pensar en conceptos estratégicos y que esos puntos de victoria vengan asociados a ellos. Por ejemplo, entiendo la importancia estratégica de Singapur para los británicos al poder usarla como Home Base y por sus 4 recursos de petróleo, los tres puntos de victoria asociados son solo un efecto secundario de lo primero. Respecto Australia es una regla sencilla dejarme usar Brisbane como Home Base para los americanos siempre que se mantuviera la línea de suministro que le da un por qué estratégico claro a los puntos de victoria asociados con romperla, pero esa regla no está.
Ese es otro detalle que no me acaba de convencer. Me gusta poder calcular las probabilidades de ganar o perder el combate antes de entrar en él y en este juego eso es imposible. Algo que me pasa con casi todos los juegos del pacífico que he jugado (salvo el Coral Sea, creo que con todos).
Por poner otro ejemplo de un juego al azar: En Cruzada y Revolución, ¿cómo diablos simulas la obsesión inicial de los sublevados por tomar Madrid si no es mediante una penalización a los puntos de victoria? Es un caso típico en el que el jugador, gracias a el conocimiento que tiene del juego y de sus circunstancias particulares, podría ignorar esa "obligación histórica" porque ignorar la capital le puede resultar más beneficioso. Si lo permitimos, el juego podrá ser mejor o peor, pero ya no será la Guerra Civil Española tal y como la conocemos. Y no hablo de un what if?, sino directamente de un universo paralelo...
Aquí discrepo (muy cordialmente, eso sí). Que conste que no me gustan los sistemas de combates locos donde las aberraciones sean frecuentes. Pero en este caso, más que de ganar o perder (que sí puede estar claro según las circunstancias), hablo de esos imponderables que en tantas ocasiones ocurrieron en el Pacífico, donde la diferencia entre el éxito y el desastre era a veces tan pequeña, y sucedía en cuestión de horas o minutos.Algo que podría odiar en otros wargames, aquí se convierte en el aliciente supremo. Planificar, pensar, decidir... y llegados a la batalla, sufrir porque no sabes si vas a lograr destruir esos buques enemigos, si vas a poder desembarcar, si lograrás o no desalojar al enemigo o resistirá en esa maldita isla. Y peor aún, vas a pasarlo fatal cada vez que tu oponente tire los dados por ese maldito submarino furtivo o por esa escuadrilla que contra todo pronóstico ha sorteado a tus aviones y a tus antiaéreos. ¡Aaaaah, qué placer a través del dolor! Es como ver una peli de terror y disfrutar pasándolo mal... David