Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, cuando alguien pierde en un juego la mayoría de las veces le achaca las culpas al propio juego, su mecánica, diseño, etc., y en pocas ocasiones se inculpa por ello. Esto en un juego comercial a mi me da lo mismo, pero cuando estoy haciendo partidas de prueba en algunos de mis proyectos pues me fastidia que sean críticos con partes puntuales del juego, cuando realmente es que ha jugado mal o directamente fatal. Veamos algunos ejemplos, lo voy a ilustrar con >L’Esprit de Marie Antoinette.
1) Un tipo juega Nobles sin tener muy claro porque. Pues es un enorme error. Mal hecho, de esta forma favoreces al que tiene las cartas “mas de frente” por lo cual adoptara la táctica express y ganará la partida. Posiblemente te pille muchas cartas en la mano y pocas Elaboraciones en tu parfumtheque. ¿Es problema del juego? No, es problema tuyo, que juegas sin tener una estrategia a medio-largo plazo. El que vaya bien (o considere que va bien) ya se encargará de jugar Nobles para poder cerrar antes.
2) Un tipo cierra hábil y conscientemente. Se empieza a ofertar, y un segundo tipo (situado a la izquierda del primero) de sus cinco Elaboraciones hechas no logra ofertar más que una, porque el resto se las han bloqueado con ventas anteriores del primero. ¿Es problema del juego? No, es problema del segundo jugador que no ha sabido jugar bien, tendría que haberse dado cuenta que el primer jugador iba a cerrar o al menos tenerlo presente; en cuyo caso se comía un “literalmente” colín. Por tanto, ha sido una muy buena jugada del primer jugador, y no problema del juego. Llamemos a las cosas por su nombre.
3) En este juego hay mucho azar. Azar hay en casi todos los juegos, el tema es si puedes controlarlo de alguna forma, y en L’Esprit de Marie Antoinette se puede. Para empezar sabes perfectamente cuantas cartas hay de cada grupo, por tanto basta con sumar cartas en la mesa y en tu mano para saber cuantas quedan por salir. ¿Para qué sirve esto? Pues simple y llanamente para darte cuenta que si solo hay 8 cartas de un Principio Olfativo y hay 6 en la mesa, es poco probable que robes una (y teniendo en cuenta las manos de tus oponentes, es bastante probable que ellos sí tengan alguna en su mano). ¿Qué si no robas ni un solo fijador en toda la partida estas hundido? Cierto, pero es ley de vida.
Y así cientos de ejemplos. A veces pienso que cada persona es un mundo y a veces no se entiende muy bien el objetivo «real» de cada juego. He visto jugar a muchos de maneras erráticas y empecinándose que “su” estrategia es una excelencia. No comments.