Todo comienza con Risus de John S. Rosh, es un juego de rol minimalista, creo que bastante poco conocido, para las horas de diversión que aporta; en su día ya tuvo su importancia en el desarrollo de mi juego El Club de los Martes, y en Distopia no va a ser menos. Luego, La Ley de los éxitos de Donjon de Clinton R. Nixon le otorgará ese punto de control y narración compartida necesaria por otra parte en Distopia. Tampoco he de olvidarme de mencionar el Storyleaves de James Fristrom, juego que se presentó al RPG Solitaire Challenge y que hizo que creará un generador de aventuras que luego he mejorado para este Distopia; y del Torg con su peculiar mazo dramático.
Para la mecánica de cartas, que he denominado RPG Deck Building (y del que iré hablando en próximas entradas), no debo dejar de mencionar el Dominion de Donald Vaccarino, el primer deckbuilding como tal de la historia lúdica (con permiso de Magic: the Gathering); y Friday de Friedemann Friese, juego que hizo que desarrollará mi juego Memento Mori, y del que durante su diseño vi las posibilidades para convertirlo en este peculiar juego de rol.
La ambientación es un mundo aparte. Me gustan los juegos que se salgan de los parámetros normales, y los juegos de rol me lo permiten. Mentiría si digo que no bebe de Unknown Armies de John Tynes y Greg Stolze publicado por Atlas Games (y en España por Edge Entertainment) con su rollo ocultista y trascendental, de las novelas de Tim Powers y James Ellroy, las películas de David Lynch o Darren Aronofsky (pi, fe en el caos fue el germen de Distopia), Illuminatus! de Robert Shea y Robert Anton Wilson, la obra de Neil Gaiman, y un largo etcétera.
Tiene una pinta estupenda. Me gustan todos los ingredientes que has ido anotando.
Estaré pendiente de tus próximas actualizaciones.